Las dos Polonias se enfrentan en las urnas
Las grandes ciudades como Varsovia y Cracovia representan el pa¨ªs cosmopolita y liberal mientras el campo, m¨¢s tradicional, se mantiene como basti¨®n del partido ultraconservador Ley y Justicia ante las elecciones del domingo


De Varsovia se sale veloz hacia el sureste por amplias autov¨ªas de tres carriles. A Radzyn Podlaski, a unos 165 kil¨®metros, se llega por carreteras comarcales sin arc¨¦n, atravesando lentamente pueblos, rotondas y cruces de la regi¨®n de Lublin. V¨ªas que se estrechan desde los flamantes rascacielos a las casas de madera con tejados a dos aguas y s¨®lidas construcciones unifamiliares, de los locales de moda a los escas¨ªsimos bares de pueblo, de las cadenas internacionales y tiendas de dise?o a las de confecci¨®n modesta. Son las dos Polonias, la moderna, cosmopolita y liberal, y la que prefiere la tradici¨®n, la naci¨®n y los valores cat¨®licos. La que este domingo votar¨¢ sobre todo al partido liberal de centroderecha Plataforma C¨ªvica (PO) y la que apoyar¨¢ principalmente al ultraconservador Ley y Justicia (PiS), que llega a las elecciones parlamentarias como favorito en las encuestas pero sin mayor¨ªa para gobernar.
Las diferencias entre el campo y la ciudad se van reduciendo en el pa¨ªs, pero el lugar de residencia sigue marcando. Tambi¨¦n hay una divisi¨®n geogr¨¢fica: el rural en el norte y el oeste est¨¢ m¨¢s desarrollado frente al sur y el este, m¨¢s pobre. Con todo, los ingresos per c¨¢pita en las zonas rurales son de media 1.639 eslotis al mes (357 euros), frente a 2.098 en las urbanas, seg¨²n un estudio publicado en 2022 por la oficina polaca de estad¨ªsticas. Las estrecheces en los pueblos son mayores: el 19,9% vive por debajo del umbral de la pobreza, frente al 6,6% en las ciudades. El 49,2% de las ayudas sociales las reciben en estas ¨¢reas, donde vive el 40% de la poblaci¨®n polaca.
El soci¨®logo y analista pol¨ªtico Jaroslaw Flis, de la Universidad Jaguel¨®nica de Cracovia, la segunda gran ciudad polaca, explica que PiS ¡°es la opci¨®n natural de los desfavorecidos¡±. El partido en el poder, que busca un tercer mandato, ha engrasado un programa de ayudas sociales que le vale el apoyo de los que se sienten perdedores del cambio social y econ¨®mico tras la ca¨ªda del comunismo, en 1989. El programa estrella es el 500+, que otorga 110 euros al mes por hijo, 176 a partir de 2024, seg¨²n ha prometido el Gobierno en campa?a.
Andrzej Renal, alba?il jubilado de 64 a?os, que se mueve en bici por Radzyn Podlaski (unos 15.000 habitantes), asegura que tanto ¨¦l como sus amigos votar¨¢n a PiS. ¡°He visto muchos gobiernos y el ¨²nico que ayuda a los pobres es PiS¡±, argumenta. En los comicios de 2019, el 53,4% de los vecinos votaron al partido de Jaroslaw Kaczynski. El vicealcalde de la localidad, Slawomir Lipski, no se atreve a predecir si repetir¨¢ esa victoria, ¡°pero la demograf¨ªa muestra que hay 6.000 pensionistas, que reciben la 13? y 14? pagas extra¡±, otro programa social de PiS.
Marta y Stanislaw, una pareja de 34 y 32 a?os con una ni?a de dos, que trabajan en empresas tecnol¨®gicas en Varsovia (casi dos millones de habitantes) y prefieren no dar su apellido, opinan que PiS ¡°sabe c¨®mo comprar votos y c¨®mo manipular a la gente mayor¡±. La pareja incide en ¡°el odio profundo a [Donald] Tusk¡± que fomenta la televisi¨®n p¨²blica, con mensajes que calan. Renal, por ejemplo, dice que no pone la tele por no ver al l¨ªder de PO: ¡°Me cabrea mucho verlo. Solo quiere poder. Vendi¨® la mitad de Polonia y quiere volver a hacerlo. Todo lo que dice son mentiras¡±.
Los j¨®venes padres de Varsovia, que votar¨¢n a PO, creen que el miedo a perder las ayudas sociales enganchan a una parte del electorado, pero a ellos lo que les preocupa es la deriva democr¨¢tica del pa¨ªs. ¡°Nos llevan en la direcci¨®n de Rusia o Hungr¨ªa¡±, dice ¨¦l. Marta lamenta, a la puerta de una librer¨ªa donde han comprado varios libros, que en las zonas rurales ¡°son m¨¢s vulnerables¡± a la propaganda, ¡°y culturalmente m¨¢s tradicionales¡±.
El soci¨®logo Flis se?ala que ¡°ser liberal en lo social es natural en los patricios polacos, pero no lo es para el resto¡±. Esos patricios, como ¨¦l llama a ese sector de la poblaci¨®n, con mayor nivel educativo, vive sobre todo en las grandes ciudades. ¡°Seg¨²n baja el nivel de urbanizaci¨®n, el apoyo cambia de Plataforma C¨ªvica a PiS¡±, subraya. En 2019, PiS cosech¨® 56% de votos en las zonas rurales, mientras PO sum¨® un 41% en las ciudades de m¨¢s de 500.000 habitantes. ¡°Pero lo que es interesante es que la Tercera V¨ªa y Confederaci¨®n tienen casi el mismo apoyo en toda la sociedad¡±.

Las opiniones generales sobre el aborto, los derechos del colectivo LGTBI o los migrantes tambi¨¦n cambian a medida que uno se aleja de la urbe. ¡°Varsovia es multiculti; aqu¨ª hay mucha cultura, siempre hay algo que hacer, se oyen todo tipo de idiomas, y adem¨¢s los salarios son m¨¢s altos¡±, relata la logopeda de 24 a?os Julia, que tampoco quiere dar su apellido. Todav¨ªa no tiene decidido el voto, pero sabe que no ser¨¢ a PiS. Cuenta que se informa por TikTok, igual que Damian, camionero de 25 a?os de Radzyn Podlaski que espera un hijo. ?l s¨ª tiene claro que votar¨¢ a la extrema derecha de Confederaci¨®n, porque ¡°prometen erradicar la inmigraci¨®n de pa¨ªses musulmanes y bajar los impuestos¡±. El joven defiende las tradiciones y afirma que ¡°lo que hacen en las marchas [el colectivo LGTBI] es malo para la moral de los ni?os. Que hagan lo que quieran, pero en sus casas¡±.
Radzyn Podlaski est¨¢ coloreado en rojo en el Mapa del Odio, una iniciativa que localiza las zonas y municipios en las que se aprobaron declaraciones discriminatorias, como las que establec¨ªan ¡°zonas libres de ideolog¨ªa LGTBI¡±. El vicealcalde Lipski intenta zafarse diciendo que a ellos no les han cortado los fondos europeos, la respuesta de Bruselas a estos gestos hom¨®fobos. En su caso, dice, ¡°solo¡± aprobaron una resoluci¨®n en ¡°defensa de la familia¡±, que excluye todas las que no est¨¦n formadas por un hombre y una mujer.
Distancia cultural
La brecha entre el campo y la ciudad es tambi¨¦n cultural, aunque el uso de internet (81,2% frente a 90,6%) la va reduciendo. Mucha gente en los pueblos consume grandes dosis de televisi¨®n p¨²blica, platos tradicionales y discopolo, una m¨²sica de baile popular en los ochenta, como cuenta por tel¨¦fono Marta Klekotko, soci¨®loga de la Universidad de Silesia en Katowice, que advierte, sin embargo, sobre cualquier simplificaci¨®n y generalizaci¨®n. La influencia de la iglesia cat¨®lica tambi¨¦n tiende a ser mayor en los sitios peque?os, seg¨²n la soci¨®loga.
La experta explica que ¡°PiS ha devuelto el orgullo a gente que se sent¨ªa marginada¡±, frente a los votantes de PO ¡°m¨¢s en la vanguardia¡±. Seg¨²n Klekotko, hay una parte de la oposici¨®n m¨¢s de izquierdas, que ha viajado, son j¨®venes y tienen un estilo de vida m¨¢s urbano, a quienes les averg¨¹enza que se les relacione con el estereotipo polaco. Ese modelo que ¡°representa a la gente simple, que no saben comportarse cuando viajan al extranjero y que votan a PiS¡± lo ilustran con mofa con una pareja ficticia llamada Janusz y Grazyna.
El analista Adam Traczyk, director del proyecto More in common (m¨¢s en com¨²n), que busca reducir la polarizaci¨®n en la sociedad, recuerda el mensaje clasista que difund¨ªan algunos medios en los a?os noventa: ¡°Nosotros, la ¨¦lite cosmopolita, estamos avanzando hacia Europa mientras vosotros, gente sin educaci¨®n, nos est¨¢is bloqueando el camino hacia la ilustraci¨®n¡±, explica. ¡°PiS, adem¨¢s de la redistribuci¨®n de la riqueza, ha logrado una redistribuci¨®n simb¨®lica del respeto¡±. Lo hace, seg¨²n el experto, atacando a las ¨¦lites culturales, y a la vez, reivindicando la cultura popular.
¡°Estamos orgullosos de representar al campo polaco y queremos seguir haci¨¦ndolo¡±, ha dicho durante la campa?a Kaczynski. PiS se ha volcado en las zonas rurales en la campa?a ante el temor a perder apoyos tras algunos contratiempos. Adem¨¢s de la inflaci¨®n, ha tenido algunas tensiones con sus aliados en los gobiernos locales por la autonom¨ªa local, y porque los fondos de recuperaci¨®n de la UE prometidos para reconstruir la econom¨ªa tras la Covid no han llegado. Son los 35.400 millones de euros bloqueados por Bruselas por los asaltos al Estado de derecho.
Pero el principal problema para PiS en el campo ha sido la crisis del grano, que le cost¨® sonadas protestas de agricultores descontentos por la desestabilizaci¨®n del mercado tras la entrada de grano ucranio. El Gobierno lo ha resuelto con un veto unilateral a la importaci¨®n de productos agr¨ªcolas de Ucrania. Piotr Naumiuk, 40 a?os, due?o del silo de Stepk¨®w, tambi¨¦n la regi¨®n de Lublin, cree que la soluci¨®n lleg¨® tarde y mal, y prev¨¦ m¨¢s dificultades: ¡°El grano ucranio ir¨¢ a otros pa¨ªses, como Alemania, y eso nos cierra mercados¡±. Pese al malestar, cree que los peque?os agricultores, un 80% del sector, ¡°seguir¨¢n apoyando a PiS, porque tienen subvenciones para fertilizantes y si venden el grano por debajo del precio de producci¨®n, el Gobierno les compensa¡±.
En medio del embrollo, PO intent¨® captar votantes rurales descontentos fichando al l¨ªder del movimiento Agrounia, Michal Kolodziejczak, pero Naumiuk no cree que le funcione: ¡°En Agrounia lo ven como un traidor¡±. Salvo sorpresas, las encuestas apuntan a que este domingo la Polonia urbana votar¨¢ de nuevo mayoritariamente a la oposici¨®n encabezada por PO, y la rural volver¨¢ a preferir a PiS. Dos sociedades en una, con caminos y velocidades todav¨ªa distintos.
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