Noboa, el hijo, al poder
Las primeras acciones del joven mandatario deben ir encaminadas a apartarse en cuanto a sabores y olores del Gobierno saliente
Ecuador amanece con presidente electo. A diferencia del padre, el Noboa que ahora ser¨¢ inquilino del Palacio de Carondelet por un a?o y medio llega al poder en su primer intento. Sin organizaci¨®n partidista que lo represente, sin una bancada legislativa que lo cobije y sin mayores cuadros pol¨ªticos que den impulso a la maquinaria estatal, Noboa intentar¨¢ resolver los acuciantes problemas del pa¨ªs. ?C¨®mo lograrlo?, esa debe ser la pregunta que ahora mismo retumba tanto en la cabeza del nuevo Jefe de Estado como en las de sus principales asesoras: Anabella Az¨ªn, madre y exlegisladora, e Isabel Noboa, t¨ªa y empresaria siempre cercana a los hilos de la pol¨ªtica y el poder.
Algunas ideas que est¨¢n circulando se relacionan con el principal enemigo pol¨ªtico al que Noboa debe enfrentar en lo inmediato. No se trata de la Revoluci¨®n Ciudadana ni de sus l¨ªderes. En realidad, las primeras acciones del joven mandatario deben ir encaminadas a apartarse en cuanto a sabores y olores del Gobierno que est¨¢ por salir. Ah¨ª est¨¢ su primera gran decisi¨®n pol¨ªtica si desea llegar al primer trimestre del a?o entrante con el suficiente gas para emprender la campa?a presidencial de 2025.
Aunque la idea de ser el presidente m¨¢s joven que ha dado el Ecuador debe ser alucinante y a la vez desconcertante, el pa¨ªs espera que el nuevo Jefe de Estado oriente su gobierno alrededor del pragmatismo. Dos o tres temas de agenda nacional bien encaminados, con resultados inmediatos y trasladados de forma sencilla a la poblaci¨®n. Basta y sobra. No hay tiempo para disputas con la Asamblea Nacional y menos para una consulta popular que no har¨¢ sino oscurecer el corto camino que media entre este per¨ªodo de transici¨®n y el pr¨®ximo proceso eleccionario. Desde luego, en el punto m¨¢s alto est¨¢ la lucha contra la inseguridad que ha desbordado ya la paciencia y el ¨¢nimo de la poblaci¨®n. Lucha certera, eficaz y sin miramientos es lo que la ciudadan¨ªa espera. Si en ese objetivo Noboa arroja valores positivos, los votos necesarios para la pr¨®xima elecci¨®n estar¨¢n en per¨ªodo de maduraci¨®n. Antes que las lluvias arrecien, las del Fen¨®meno del Ni?o y sobre todo las a¨²n m¨¢s turbulentas que provienen de la pol¨ªtica, el joven presidente debe emprender acciones frontales contra la delincuencia organizada.
Algo similar ocurre con los temas sociales. All¨ª donde el Gobierno saliente ha sido incapaz de satisfacer necesidades b¨¢sicas, debe estar Noboa para presentar una administraci¨®n renovada. Salud p¨²blica, atenci¨®n prioritaria a los sectores m¨¢s deprimidos en el plano socioecon¨®mico y salidas a la educaci¨®n superior, son algunos espacios en los que, dentro de los pocos meses de gobierno, Noboa puede marcar diferencia. Pero el pragmatismo del nuevo presidente no debe pasar solamente por las acciones sino tambi¨¦n por los actos simb¨®licos, aquellos a los que se refer¨ªa C.S. Peirce, el padre del pragmatismo. En ese andarivel, Ecuador espera un Noboa cercano a la gente, que conviva con el pueblo y que en ¨¦l se refleje la esperanza de un pa¨ªs que atraviesa por uno de los peores momentos de su historia reciente.
En ese aspecto, la conformaci¨®n del gabinete ministerial ser¨¢ la primera prueba de fuego. Contar con secretarios de Estado de diversos sectores sociales y pol¨ªticos, provistos de legitimidad ciudadana, ser¨ªa un gran punto de partida. En el grupo de cercanos al gobierno no deber¨ªa reflejarse una de las fortunas m¨¢s grandes del pa¨ªs y acaso de Am¨¦rica Latina pues, simple y llanamente, eso no se ve bien ante el ciudadano de a pie. No solo eso, con un grupo de asesores que responda a diferentes vocer¨ªas, Noboa podr¨ªa garantizar, al menos al inicio, un apoyo sectorial que le va a ser indispensable cuando el calor de las elecciones descienda, las fiestas de fin de a?o culminen y la voracidad de un sistema pol¨ªtico con poca criticidad y esp¨ªritu de unidad vuelva a aflorar. Al final, Noboa llega con m¨¢s debilidades pol¨ªticas que fortalezas y en esos casos compartir el poder amaina las turbulencias de un pa¨ªs en el que los depredadores est¨¢n al acecho del gobierno de turno.
Ecuador va por un nuevo gobierno de centro - derecha a rengl¨®n seguido. Aunque parezca, no se trata de una reconfiguraci¨®n de las posiciones ideol¨®gicas de la gente sino m¨¢s bien de la ausencia de opciones de centro y menos de izquierda. Lo que ahora hay, la Revoluci¨®n Ciudadana, no termina de despegar. Acaso sus principales problemas no est¨¢n en sus propuestas sino en la ausencia de libertades para que nuevos liderazgos se generen por encima de los encumbrados a los altares. Problema de ellos, dir¨¢n algunos. Problema del pa¨ªs, dir¨¢n los que desean ver un Ecuador con tres o cuatro opciones pol¨ªticas distintas y que permitan una elecci¨®n m¨¢s eficiente al elector.
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