Una batalla desigual tambi¨¦n en las redes sociales
Las empresas tecnol¨®gicas aumentan la censura a los palestinos en las escaladas de violencia, mientras que el relato oficial israel¨ª, por violento que pueda ser, tiene m¨¢s margen de libertad
Las redes sociales se han convertido hoy en d¨ªa en nuevo campo de batalla, y solo hace falta echar un vistazo a nuestros mensajes de estos d¨ªas para darnos cuenta de ello. A¨²n persiste un n¨²mero considerable de personas que subestiman el impacto de la tecnolog¨ªa en situaciones de conflicto, y esto va m¨¢s all¨¢ de las cuestiones relacionadas con el armamento. Incluso son menos quienes son conscientes de que todos los seres humanos tienen derecho a que se protejan y garanticen sus derechos, tambi¨¦n en el ¨¢mbito digital. Cuando estos derechos son violados, las consecuencias pueden ser devastadoras en la realidad tangible, y esto es especialmente evidente en el caso de los palestinos.
La informaci¨®n desempe?a un papel vital en la construcci¨®n de relatos. Lamentablemente, en el contexto de la Palestina hist¨®rica, gran parte de estas narrativas son parciales y pasan por alto la realidad sobre el terreno. Esto se debe a diversas razones, desde la geopol¨ªtica hasta las restricciones impuestas por la ocupaci¨®n militar, que dificultan la movilidad de periodistas e investigadores, pasando por el propio modelo de negocio de medios y plataformas digitales. A esto se a?ade que cada vez vemos m¨¢s un aumento de la censura en l¨ªnea de las voces palestinas y de los defensores de derechos humanos, particularmente en momentos de escaladas de violencia.
En las redes sociales, estas personas palestinas observan c¨®mo su contenido se elimina, sus cuentas son suspendidas o su visibilidad, restringida. Seg¨²n la organizaci¨®n de derechos digitales 7amleh, en un periodo de diez d¨ªas entre el siete y el 16 de octubre de 2023 se documentaron 238 casos de censura. Estas pol¨ªticas y pr¨¢cticas de las empresas tecnol¨®gicas afectan de manera desproporcionada al contenido relacionado con Palestina. En contraste, el relato oficial israel¨ª, por violento que pueda ser, tiene m¨¢s margen de libertad, ya que se asocia a entidades oficiales.
Esta discriminaci¨®n perjudica gravemente a periodistas, sociedad civil y defensores de los derechos humanos, y representa una amenaza seria para la libertad de expresi¨®n y el acceso a la informaci¨®n, un aspecto a¨²n m¨¢s crucial en contextos de crisis. El corte de la electricidad en Gaza tambi¨¦n dificulta la comunicaci¨®n de los palestinos con sus seres queridos, adem¨¢s de la capacidad de los periodistas y defensores de los derechos humanos para ejercer su libertad de expresi¨®n en l¨ªnea. Esto impide que el mundo comprenda la complejidad de la situaci¨®n sobre el terreno.
Otro impacto evidente del contenido en l¨ªnea es el alarmante volumen de discursos de odio y llamadas a la violencia contra los palestinos. La organizaci¨®n 7amleh, utilizando modelos de lenguaje de inteligencia artificial, identific¨® casi 45.000 publicaciones en plataformas como X (anteriormente conocido como Twitter) que conten¨ªan violencia, incitaci¨®n y odio en tan solo nueve d¨ªas desde el inicio de esta escalada. Este contenido se propaga sin control en las redes sociales e incluye llamadas a la destrucci¨®n de Gaza o una nueva Nakba, incluso provenientes de oficiales israel¨ªes. E incita a la violencia f¨ªsica y colectiva contra los palestinos, en particular por parte de colonos en Cisjordania y dentro de Israel, un fen¨®meno que ha aumentado en los ¨²ltimos meses.
La desinformaci¨®n sobre el conflicto tambi¨¦n se est¨¢ extendiendo de manera desenfrenada en las plataformas virtuales, distorsionando en gran medida el relato sobre lo que sucede en Israel y Palestina. Parte de este contenido falso es compartido por l¨ªderes internacionales y medios de comunicaci¨®n, incluso cuando miles de usuarios advierten del peligro. Esto no es accidental, ya que la desinformaci¨®n tiene como objetivo justificar una respuesta de castigo colectivo masivo contra todos los palestinos y aumenta el riesgo de incitaci¨®n y, por lo tanto, de m¨¢s violencia en el mundo real. Un objetivo adicional de la desinformaci¨®n es desviar la atenci¨®n de la realidad sobre el terreno, como ocurri¨® con el devastador ataque sobre el hospital Al Ahli Al Arabi en Gaza: mientras que el mundo se sumerge en debates, poco a poco se olvida de las v¨ªctimas.
La violencia masiva contra los habitantes de la Franja y los asesinatos y arrestos de civiles en Cisjordania constituyen una escalada en un contexto de violencia y violaci¨®n sistem¨¢tica del Derecho Internacional que surge de d¨¦cadas de ocupaci¨®n y colonizaci¨®n. Esto tambi¨¦n se aplica a la tecnolog¨ªa, que nunca es neutral, algo que es a¨²n m¨¢s evidente en situaciones de asimetr¨ªa de poder estructural como la existente en Israel y Palestina.
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