El gran defensor de la educaci¨®n en Afganist¨¢n, liberado tras siete meses en la c¨¢rcel sin saber de qu¨¦ se le acusaba

Ca¨ªa la tarde del 27 de marzo pasado, que coincid¨ªa con el quinto d¨ªa de ramad¨¢n, mes sagrado para los musulmanes. Varios veh¨ªculos con hombres armados llegaron a una mezquita de Kabul, capital de Afganist¨¢n, y detuvieron a Matiullah Wesa, de 30 a?os, conocido activista a favor de la educaci¨®n. Este jueves, su hermano, Attaullah Wesa, ha anunciado la liberaci¨®n del activista, que ha permanecido siete meses encarcelado sin que las autoridades del Emirato Isl¨¢mico impuesto por los talibanes hayan aclarado de qu¨¦ se le acusaba, seg¨²n la familia. Un portavoz talib¨¢n se limit¨® a justificar el arresto el 29 de marzo por ¡°actividades ilegales¡±. En todo este tiempo y desde todo el mundo, se hab¨ªan acumulado peticiones para que fuera liberado.

Fuentes pr¨®ximas al caso hab¨ªan confirmado a este diario a principios de octubre que el reo hab¨ªa sido presentado ya cuatro veces ante un tribunal, aunque la justicia, basada en la shar¨ªa (ley isl¨¢mica), no emiti¨® veredicto alguno. En ning¨²n caso, seg¨²n asegur¨® entonces la familia, se le permiti¨® contar con abogado defensor.

¡°No hemos recibido ninguna respuesta por parte de las autoridades directamente¡±, explicaba en octubre Attaullah Wesa, en una conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°Tampoco han compartido con la familia la informaci¨®n que suele compartirse de un prisionero¡±, a?adi¨® desde fuera de Afganist¨¢n, donde se encuentra refugiado despu¨¦s de que las autoridades trataran de detenerlo a ¨¦l tambi¨¦n. ¡°No ha cometido ning¨²n crimen. La inteligencia redact¨® informes con acusaciones falsas sobre ¨¦l y los envi¨® al tribunal. Incluso le hicieron firmar con la huella dactilar mientras permanec¨ªa con los ojos vendados. Fue obligado a realizar confesiones falsas¡±, denuncia Ataullah. EL PA?S trat¨® sin ¨¦xito obtener informaci¨®n sobre el caso por parte de las autoridades afganas.

Los talibanes han impuesto un r¨¦gimen de terror sobre cualquier tipo de oposici¨®n, incluida la que reclama derechos humanos. En septiembre fueron detenidas, junto a varios miembros de sus familias, las defensoras de los derechos humanos Zhoila Parsi y Neda Parwani. Ante ese ¡°arresto arbitrario¡±, ¡°hago un llamado urgente a los talibanes para que los liberen inmediata e incondicionalmente¡±, reclam¨® el 29 de septiembre desde su cuenta de X (antes Twitter) Richard Bennett, relator especial de Naciones Unidas sobre derechos humanos en Afganist¨¢n. La ONU ya hab¨ªa pedido en su d¨ªa explicaciones al r¨¦gimen de Kabul sobre la detenci¨®n de Matiullah Wesa.

Los dos hermanos Wesa fundaron en 2009 la ONG Pen Path, que defiende el derecho a la educaci¨®n de los afganos, especialmente en zonas remotas de Afganist¨¢n, incluso en aquellas en las que tradicionalmente predominaba el poder talib¨¢n. Su actividad se ha complicado especialmente desde que el Emirato Isl¨¢mico se implant¨® en agosto de 2021 tras un periodo de dos d¨¦cadas de ocupaci¨®n militar extranjera. Al mes siguiente, esa dictadura prohibi¨® la educaci¨®n de las mujeres mayores de 12 a?os en un caso de restricci¨®n ¨²nico en el mundo.

Entre las iniciativas de Pen Path se encuentran las escuelas clandestinas frente a ese veto a la educaci¨®n femenina, bibliotecas, escuelas m¨®viles o campa?as para romper el peso de la tradici¨®n y que las familias se mentalicen de la necesidad de que las ni?as acudan tambi¨¦n al colegio. EL PA?S pudo acompa?ar al fundador de la ONG el a?o pasado a comprobar el impacto de esas escuelas m¨®viles en Spin Boldak, una localidad de la regi¨®n afgana de Kandahar fronteriza con Pakist¨¢n. ¡°La educaci¨®n pertenece al pueblo, no a los talibanes ni al Gobierno¡±, defend¨ªa entonces Wesa.

Matiullah Wesa se encontraba recluido en la prisi¨®n de Pul-e-Charki de la capital tras haber pasado previamente por los calabozos de los servicios de inteligencia, cuyos agentes le detuvieron. Sus familiares recib¨ªan de vez en cuando autorizaci¨®n para ir a visitarle. Las puertas de ese centro penitenciario, el mayor del pa¨ªs, fueron abiertas por los talibanes para dejar libres a sus internos nada m¨¢s retomar el poder. Muchos de sus reclusos aquellos d¨ªas eran talibanes detenidos durante las dos d¨¦cadas de ocupaci¨®n militar extranjera del pa¨ªs. En los ¨²ltimos meses, en las celdas de Pul-e-Charki han ca¨ªdo activistas como Wesa, periodistas, defensores de los derechos humanos y, en general, todo tipo de opositores a la dictadura del Emirato.

Un refugiado afgano que formaba parte del entramado del poder hasta que llegaron los talibanes y tuvo que escapar, aunque mantiene hilos con los contrapesos del poder interno, consideraba que el caso de Wesa era una patata caliente en manos de las autoridades afganas. Entend¨ªa que, si algo le hubiera ocurrido al activista, habr¨ªa habido repercusiones negativas para el r¨¦gimen tanto a nivel interno como externo. La familia no ocultaba que, desde el principio, el Emirato hab¨ªa tratado de bloquear la presencia del caso en los medios.

Las escuelas clandestinas siguen funcionando

¡°Es muy duro ver en la c¨¢rcel a alguien que es el presidente de nuestra organizaci¨®n y con quien trabajaste durante a?os. Es muy duro trabajar sin estar ¨¦l presente¡±, comentaba a principios de mes uno de los responsables de la ONG. En todo caso, Pen Path ha seguido funcionando estos meses pese al encarcelamiento de su fundador y a que su equipo est¨¢ ¡°amenazado¡± y ¡°algunas de las actividades limitadas¡±, se?alaba esa misma fuente, refiri¨¦ndose a esas actividades como ¡°la lucha por nuestra causa¡±. ¡°Pen Path tambi¨¦n sigue hablando con los l¨ªderes tribales, aunque no como antes, y mantiene contactos con la di¨¢spora afgana y otros afganos para resolver este problema¡±, a?ad¨ªa en respuestas enviadas a trav¨¦s de mensajes escritos y pidiendo no desvelar su identidad.

Ataullah Wesa comenta que han logrado mantener las escuelas clandestinas y las m¨®viles, que llegan hasta pueblos sin colegios, remolcadas por una motocicleta dotada de un panel solar para obtener electricidad. Alrededor del veh¨ªculo, en medio de polvorientas explanadas, ni?os y ni?as asisten a clase. En los ¨²ltimos a?os, la ONG ha logrado crear 46 nuevos colegios y reabrir un centenar en 16 de las 34 provincias del pa¨ªs, algunas de ellas en las zonas m¨¢s castigadas por la guerra.

Diferentes organismos internacionales y organizaciones de derechos humanos hab¨ªan reclamado la puesta en libertad de Wesa. La actriz y activista humanitaria Angelina Jolie le escribi¨® una carta en agosto: ¡°Sumo mi voz, con humildad, a la de todos los que piden su liberaci¨®n, para que pueda continuar con su importante trabajo, as¨ª como el levantamiento de todas las restricciones a la educaci¨®n de las ni?as¡±. Jolie elev¨®, adem¨¢s, un llamamiento a sus m¨¢s de 14 millones de seguidores en Instagram para apoyar a Wesa y Pen Path. Malala Yousafzai, activista paquistan¨ª y premio Nobel de la Paz en 2014, tiroteada por los talibanes en 2012 por defender, como Wesa, el derecho a la educaci¨®n, pidi¨® su liberaci¨®n nada m¨¢s conocer su arresto.

¡°Hoy se cumplen 6 meses desde que los talibanes arrestaron arbitrariamente al activista por la educaci¨®n Matiullah Wesa simplemente por protestar contra la prohibici¨®n de la educaci¨®n de las ni?as en Afganist¨¢n¡±, record¨® el pasado 27 de septiembre en la red social X Amnist¨ªa Internacional, que manten¨ªa desde marzo una campa?a para su liberaci¨®n.

Ese movimiento ha sido importante para que el mundo conociera el caso, afirmaba Ataullah Wesa, ¡°pero no hemos recibido ninguna ayuda de ninguna organizaci¨®n en el pasado o en el presente¡±, lamentaba. ¡°Est¨¢ claro que el trabajo y las actividades de Matiullah Wesa y Pen Path son claros y bien conocidos. Y tambi¨¦n que Wesa es uno de los mejores ejemplos de los que dependen los derechos humanos del pa¨ªs¡±, defend¨ªa su hermano.

¡°?Su crimen? Una larga carrera defendiendo que todos los ni?os en Afganist¨¢n reciban una educaci¨®n¡±, tuite¨® el pasado julio refiri¨¦ndose a la detenci¨®n de Matiullah Wesa la responsable de derechos de la mujer de Human Rights Watch (HRW), Heather Barr. ¡°El da?o de la guerra de los talibanes contra la educaci¨®n se sentir¨¢ durante generaciones¡±, a?adi¨®. El ¨²ltimo tuit de Wesa data del 26 de marzo pasado, la v¨ªspera de su detenci¨®n. En un v¨ªdeo se ve a un grupo de mujeres voluntarias de la ONG Pen Path que reclaman con pancartas de cartulina el derecho a la educaci¨®n femenina. En el texto, el activista escribi¨®: ¡°Hombres, mujeres, ancianos, j¨®venes, todo el mundo, desde todos los rincones del pa¨ªs, est¨¢n reclamando los derechos isl¨¢micos a la educaci¨®n de sus hijas¡±.

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