El ministro de Exteriores chino viaja a Washington para recomponer las relaciones con Estados Unidos

Vientos de distensi¨®n soplan en el Pac¨ªfico. El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, arranca este jueves una esperada visita a Estados Unidos, en lo que supone un tanteo para un posible encuentro en noviembre entre el presidente chino, Xi Jinping, y su hom¨®logo estadounidense, Joe Biden. En su viaje, de tres d¨ªas, se espera que Wang se re¨²na con el secretario de Estado, Antony Blinken, y el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan. Cabe la posibilidad de que tambi¨¦n se vea fugazmente con el propio Biden, seg¨²n fuentes an¨®nimas de la Administraci¨®n estadounidense citadas por Reuters, lo que ser¨ªa interpretado como un nuevo gesto de acercamiento y buena voluntad. Xi ya tuvo un trato similar al recibir a Blinken durante la visita de este a Pek¨ªn en junio. Aquel viaje de Blinken marc¨® el rumbo hacia el deshielo entre las dos grandes potencias del planeta despu¨¦s de que las relaciones hubieran tocado fondo con el derribo en febrero por parte de Estados Unidos de un supuesto globo esp¨ªa chino.

El objetivo prioritario de los encuentros de Wang en Washington ser¨¢ fijar los detalles y allanar el camino para ese posible cara a cara entre Biden y Xi en noviembre durante la reuni¨®n anual del Foro de Cooperaci¨®n Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico, que tendr¨¢ lugar en San Francisco. Ser¨ªa la primera cita entre ambos desde la cumbre del G-20 del a?o pasado, celebrada en Bali (Indonesia) en noviembre, cuando lograron estabilizar las relaciones y se emplazaron a evitar una ¡°nueva guerra fr¨ªa¡±. La entente cordial se esfum¨® poco despu¨¦s con el derribo de aquel globo que surcaba territorio estadounidense sin permiso.

La visita coincide con la nueva guerra desatada entre Israel y Ham¨¢s, asunto que podr¨ªa acaparar buena parte de las conversaciones, en un momento en el que el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que tienen un sill¨®n tanto China como Estado Unidos, muestra una fractura divisiva y paralizante. El mi¨¦rcoles, este ¨®rgano encargado de garantizar la paz mundial, fue de nuevo incapaz de aprobar una resoluci¨®n vinculante que trate de mitigar los efectos de la contienda y proteger a la poblaci¨®n civil. Un texto propuesto por Washington fue vetado por otros dos de los miembros permanentes, China y Rusia; la propuesta de Rusia fue a su vez rechazada por Estados Unidos y Reino Unido.

El viaje de Wang es, en cualquier caso, s¨ªntoma de mejora en las deshilachadas relaciones entre Washington y Pek¨ªn, a pesar de los muchos frentes que siguen manteniendo las heridas en carne viva: est¨¢n las restricciones impuestas por Washington al acceso de China a ciertas tecnolog¨ªas cr¨ªticas, que Pek¨ªn considera una forma de contenci¨®n de su desarrollo; las distintas visiones en torno a la guerra de Ucrania y el apoyo m¨¢s o menos velado a cada parte del conflicto; y por supuesto los rifirrafes en torno a Taiw¨¢n, la isla autogobernada que Pek¨ªn considera una parte irrenunciable de su territorio y a la que Washington apoya militarmente.

Los v¨ªnculos diplom¨¢ticos de ambos pa¨ªses entraron en barrena el a?o pasado precisamente a ra¨ªz de una visita de la entonces presidenta de la c¨¢mara de representantes, Nancy Pelosi, a Taiw¨¢n. Pek¨ªn lo consider¨® una afrenta que daba alas al secesionismo, lanz¨® maniobras militares de dimensiones desconocidas en torno al enclave y rompi¨® el di¨¢logo con Washington en numerosos campos, entre ellos uno de los m¨¢s peligrosos: el militar.

Estas comunicaciones est¨¢n en fase de recomposici¨®n: una delegaci¨®n militar estadounidense tiene previsto participar en un foro de Seguridad que arranca el domingo en Pek¨ªn; en otro signo m¨¢s de estabilizaci¨®n, Xi Jinping recibi¨® el mi¨¦rcoles a Gavin Newsom, gobernador de California, de visita en China. ¡°Es completamente posible que reforcemos la cooperaci¨®n [en aspectos como el desarrollo ecol¨®gico y el cambio clim¨¢tico], y que la convirtamos en un nuevo punto culminante para el desarrollo de las relaciones entre China y Estados Unidos¡±, le dijo Xi.

Pek¨ªn ha recibido en los ¨²ltimos meses la visita de hasta cuatro altos funcionarios estadounidenses, un carrusel que denota el inter¨¦s por pacificar las aguas. Tras el viaje a Pek¨ªn de Blinken, encargado de poner un suelo a la ca¨ªda en picado de los v¨ªnculos diplom¨¢ticos, le siguieron el de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y de la titular de Comercio, Gina Raimondo, dos de esos campos con arenas movedizas. Esta ¨²ltima asegur¨® tras su paso por China que dejaba el pa¨ªs con ¡°cierto optimismo¡±. En sus palabras: ¡°Esto es el principio de un nuevo di¨¢logo, esto es el principio de un nuevo enfoque¡±.

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