La recesi¨®n encubierta
La democracia y el Estado de derecho no son lo mismo, este ¨²ltimo est¨¢ en retroceso, y la degradaci¨®n es un fen¨®meno mundial
Mucho se ha dicho que el mundo vive una ¡°recesi¨®n democr¨¢tica¡±, con la democracia retrocediendo en muchas partes del mundo. Pero hay otra recesi¨®n soterrada, que va de la mano con la primera, pero la rebasa: la recesi¨®n mundial del Estado de derecho.
?Qu¨¦ es el Estado de derecho? Pues una serie de instituciones que garanticen que la sociedad funciona sobre normas expl¨ªcitas que se hacen cumplir imparcialmente. El concepto abarca muchas cosas: los l¨ªmites al poder gubernamental, la corrupci¨®n, decisiones transparentes del Gobierno, la protecci¨®n de derechos civiles fundamentales, el orden p¨²blico y la seguridad ciudadana, el cumplimiento de normas y reglamentos y, en general, el buen funcionamiento de la justicia.
La democracia sin Estado de derecho es hueca. Uno puede vivir en un pa¨ªs donde el Gobierno se escoge por elecciones, pero si ese Gobierno viola recurrentemente los l¨ªmites a su poder, es corrupto, opaco y transgrede derechos fundamentales del individuo dif¨ªcilmente se puede decir que se vive en libertad. Donde no hay orden, los reglamentos no se cumplen y los tribunales est¨¢n ama?ados, de poco sirve hacer una elecci¨®n cada tantos a?os.
De ah¨ª lo grave del enorme estudio que acaba de publicarse y que se resume en el ?ndice de Estado de Derecho del World Justice Project ¡ªel Proyecto de la Justicia Mundial¡ª. Citando las percepciones y experiencias sobre el Estado de derecho en 142 pa¨ªses a partir de encuestas con unos 149.000 hogares y m¨¢s de 3.400 expertos.
Lo que descubren es preocupante. El Estado de derecho est¨¢ en retroceso. ¡°Nuestros datos muestran que, en el ¨²ltimo a?o, el Estado de derecho ha empeorado en 82 pa¨ªses, o el 59% de los pa¨ªses incluidos en el ¨ªndice,¡± dice Daniela Barba, investigadora del WJP. ¡°En Am¨¦rica Latina y el Caribe, vemos que 18 de los 32 pa¨ªses de la regi¨®n vivieron una degradaci¨®n en el Estado de derecho,¡± a?ade.
Y estos no son datos aislados. Esta degradaci¨®n es un fen¨®meno mundial. Por sexto a?o consecutivo, hay m¨¢s pa¨ªses empeorando que mejorando su puntuaci¨®n.
A nadie sorprender¨¢ ver que los pa¨ªses del mundo donde el Estado de derecho es m¨¢s fuerte son las naciones que le brindan una excelente calidad de vida a sus ciudadanos: Escandinavia sobresale, con Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suecia llev¨¢ndose los primeros cuatro sitios del ¨ªndice y pa¨ªses como Alemania, Nueva Zelanda, Pa¨ªses Bajos e Irlanda tambi¨¦n ocupando los 10 primeros puestos.
Del otro extremo tenemos a una serie de pa¨ªses devastados por el conflicto y la corrupci¨®n: Camer¨²n, Egipto, Nicaragua, Hait¨ª y Camboya est¨¢n entre los 10 peores a nivel mundial, pero todos ellos logran un puntaje mejor que mi querida y malograda Venezuela, que aparece en el ¨²ltimo lugar del ranking mundial por no tener l¨ªmites al poder del Gobierno, ni tribunales que m¨ªnimamente funcionen.
En Am¨¦rica Latina, Uruguay, Costa Rica y Chile encabezan el ¨ªndice, todos ellos coloc¨¢ndose por encima del 60% del puntaje ideal. (Dinamarca llega al 90%.) Pero en casi toda la regi¨®n los puntajes est¨¢n en ca¨ªda: en Nicaragua, El Salvador, Ecuador y M¨¦xico se han producido fuertes ca¨ªdas en la fortaleza del Estado de derecho este a?o. Honduras muestra la mayor mejora en la regi¨®n, aunque a¨²n su puntaje solo sube al 41% del puntaje ideal.
El Estado de derecho no es lo mismo que la democracia, y no hay que confundir las dos cosas. Existen pa¨ªses como Singapur, donde es casi imposible cambiar de Gobierno a trav¨¦s del voto, pero donde s¨ª hay Estado de derecho ¡ªy efectivamente Singapur queda en el puesto 17 del ¨ªndice global, por delante incluso de democracias consolidadas como Francia, Espa?a e incluso los Estados Unidos¡ª.
Pero Singapur es la excepci¨®n. Mucho m¨¢s comunes son casos donde poco a poco se va perdiendo primero el Estado de derecho y luego colapsa la democracia, que ya no tiene c¨®mo defenderse. Y por eso es tan preocupante la tendencia sostenida en el tiempo que constata el World Justice Project. Porque a medida que el Estado de derecho va perdiendo vigencia en m¨¢s y m¨¢s pa¨ªses, sus democracias se van haciendo cada vez m¨¢s endebles y vulnerables.
Casos como el de Argentina, que pas¨® de ocupar el puesto 46 en el ranking mundial en 2019 al puesto 63 este a?o, dan mucho de qu¨¦ preocuparse. Tambi¨¦n es cierto para Colombia, que baj¨® del puesto 71 al 94 en siete a?os, de Per¨², que fue de la posici¨®n 60 a la 88, y de M¨¦xico, que baj¨® del puesto 79 al 116. En cada uno de estos pa¨ªses la erosi¨®n de las bases institucionales de la democracia ha sido gradual e imperceptible. Pero sus consecuencias a largo plazo son inestimables.
Y quiz¨¢s es debido a esto que los casos de pa¨ªses en democratizaci¨®n se han hecho tan excepcionales en los ¨²ltimos a?os. Porque transitar el camino a la democracia donde el Estado de derecho no tiene vigencia, es mucho m¨¢s dif¨ªcil que hacerlo donde cumplir las normas ya es un h¨¢bito establecido.
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