Issa Kassis, alcalde de Ramala: ¡°No hay espacio para la negociaci¨®n con este Gobierno de Israel¡±
El responsable de la capital administrativa de Palestina asegura en una entrevista a EL PA?S que nunca imagin¨® la violencia desencadenada tras el 7 de octubre
Issa Kassis (Jerusal¨¦n, 56 a?os), alcalde de Ramala, la ciudad cisjordana donde se encuentra la sede del Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina, ha viajado esta semana a Barcelona para participar en una mesa redonda en el congreso Smart City Expo. Kassis, que concedi¨® una entrevista a EL PA?S este mi¨¦rcoles, vol¨® desde Am¨¢n (Jordania), donde se crio y donde a¨²n vive su padre desde que fue expulsado en la guerra de los Seis D¨ªas (1967) que enfrent¨® a Israel con varios pa¨ªses ¨¢rabes. El regidor, palestino cristiano, hizo carrera en el mundo de las finanzas y estudi¨® y vivi¨® en Estados Unidos, pero en el a?o 2000 decidi¨® volver a Ramala, de donde es originaria toda su familia. All¨ª consigui¨® un documento de identidad palestino, por lo que tuvo que renunciar a la residencia estadounidense. No dud¨®, como tampoco duda ahora, del futuro en Cisjordania, pese a la crisis por la guerra de Israel en Gaza desatada tras los ataques de Ham¨¢s el pasado 7 de octubre.
Pregunta. ?C¨®mo es vivir en Ramala ahora mismo?
Respuesta. Vivir en Ramala estos d¨ªas es muy, muy tenso. La gente est¨¢ preocupada, asustada. Los negocios pierden dinero, las escuelas han vuelto a las clases virtuales, hay manifestaciones casi cada d¨ªa en las calles. La gente tiene miedo de los colonos israel¨ªes y casi cada d¨ªa hay incursiones y detenciones del ej¨¦rcito israel¨ª: ha habido m¨¢s de 2.000 detenidos en las redadas en un mes, y asesinatos constantes, hace dos d¨ªas, un hombre que cruzaba por la calle en Ramala. M¨¢s all¨¢ de lo que ocurre en Gaza, Cisjordania no es segura en muchos sentidos. Es muy preocupante.
P. En este congreso participa en una mesa redonda titulada ¡°Ciudades en busca de talento y vitalidad econ¨®mica¡±. ?Ha sido posible en alg¨²n momento centrarse en esto en Ramala?
R. La respuesta r¨¢pida es s¨ª, y ah¨ª est¨¢ la resiliencia que los palestinos han acumulado durante a?os. S¨ª, vivimos bajo la ocupaci¨®n, pero la vida no puede parar. Por nuestra sociedad, mayoritariamente joven y muy paritaria, por los emprendedores y los que inician una vida, por los graduados universitarios. Continuamos construyendo la ciudad, a un ritmo m¨¢s lento y con mayores costes por la ocupaci¨®n, pero la prosperidad econ¨®mica es lo m¨¢s importante.
P. ?Qu¨¦ cambi¨® el 7 de octubre?
R. Ese d¨ªa mostr¨® a todo el mundo que el riesgo permanece y es enorme. Cuando el miedo entra en la cabeza y el coraz¨®n de la gente, los empuja a alternativas: o a irse o a quedarse sin hacer nada, y en este vac¨ªo es donde la gente pierde la esperanza. Cisjordania ha logrado cierto crecimiento econ¨®mico pese a la ocupaci¨®n. A partir del 7 de octubre es m¨¢s dif¨ªcil, pero no queremos que se pierdan las oportunidades para gente con talento y habilidades.
P. Han crecido los ataques de los colonos. ?Qu¨¦ papel tiene el ej¨¦rcito israel¨ª?
R. Desde que este Gobierno israel¨ª asumi¨® el poder, los ataques de los colonos aumentaron dr¨¢sticamente, pero sobre todo sistem¨¢ticamente, y ah¨ª est¨¢ el problema. Esto crea una amenaza a la Autoridad Palestina, porque tiene que asegurar el control de Cisjordania a la vez que mantiene los acuerdos de Oslo [que establecen ¨¢reas de responsabilidad militar de Israel en Cisjordania]. Por otra parte, lo que vemos es que los colonos est¨¢n protegidos por soldados israel¨ªes, no puedo decir que no los paran, pero est¨¢n con ellos, mientras los palestinos no pueden hacer nada m¨¢s que correr, tirar piedras y ser detenidos. Esto hace que los colonos sean cada vez m¨¢s atrevidos. Y los soldados han cerrado las ciudades con bloques de cemento, puedes tardar una hora o m¨¢s para entrar o salir. Hay grandes restricciones, y no veo que est¨¦n ayudando a parar a los colonos, m¨¢s bien presionan con sus propios medios.
P. ?Cu¨¢l es su prioridad como alcalde?
R. Mi prioridad es generar buenos ciudadanos, personas que crean en la democracia, que sepan vehicular sus demandas. Tanto Ramala como Palestina son sitios donde se podr¨ªa hacer todo mejor en mejores circunstancias, sitios donde la gente se quiera quedar.
P. El presidente Mahmud Abbas ha dicho que no descarta participar en el Gobierno de Gaza, siempre que haya una soluci¨®n integral tambi¨¦n en Cisjordania y Jerusal¨¦n Este. ?Cu¨¢l es esta soluci¨®n?
R. El presidente est¨¢ pidiendo justicia, y la justicia se construye sobre la paz, sobre las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea de la ONU, sobre los tratados y los acuerdos que se han ido acumulando. Una Palestina independiente, conectada y con Jerusal¨¦n Este como su capital, y un acuerdo justo para el retorno de los refugiados. Nuestro mensaje no ha cambiado: la justicia es el requisito para la paz en Palestina.
P. ?Teme que Ham¨¢s gane popularidad en Cisjordania a ra¨ªz de la crisis?
R. Ham¨¢s es una parte de la sociedad palestina. Lo que todo palestino quiere es justicia. Cierto, su popularidad puede haber aumentado, pero ahora no puedo pensar en ello, porque lo que ahora queremos todos es un alto el fuego. La comunidad internacional tiene que imponerlo, todo el mundo conoce las cifras, hemos superado los 10.000 muertos, m¨¢s de 4.000 de ellos ni?os, es desolador. Las vidas de los palestinos importan, tambi¨¦n las de los israel¨ªs, no queremos que nadie muera, llevamos 75 a?os mat¨¢ndonos, y est¨¢ claro que es una receta que no funciona. Hay que sentarse y hablar, y que haya elecciones formales en Palestina e Israel. Estoy seguro de que nadie quiere la guerra, no es un buen camino para ganar votos. S¨ª que lo es ir hacia la justicia y la paz y la prosperidad, ganar as¨ª el respeto.
P. En este congreso se encuentra con representantes de ciudades europeas y americanas. ?Qu¨¦ les dice?
R. Les digo que lo que pas¨® el 7 de octubre es una alarma muy grande que ha despertado al mundo y ha hecho que la sociedad civil de sus pa¨ªses est¨¦n en contra de la guerra. Israel no puede ganar esta guerra, porque nadie la puede ganar, no hay ganadores. Porque hay gente inocente que muere. ?Y por qu¨¦? Porque sus vidas no importan. ?Por qu¨¦ lo permite la comunidad internacional?
P. ?C¨®mo describir¨ªa el rol de la Uni¨®n Europea?
R. Siempre nos ha apoyado, y a¨²n nos es cercana: apoya el presupuesto de la Autoridad Palestina, genera empleo... Y pido que contin¨²en, que no pierdan la esperanza. Porque si no la gente perder¨¢ el inter¨¦s. O eres un mediador justo o contin¨²as apoyando un sistema que acomoda la ocupaci¨®n.
P. El nivel de destrucci¨®n en Gaza no tiene precedente. ?Imaginaba que algo as¨ª pasar¨ªa?
R. Nunca imagin¨¦ que esto pasar¨ªa. Siempre surge esta pregunta: hasta cu¨¢ndo toleraremos esto, hasta cu¨¢ndo aceptaremos que los colonos confisquen las tierras, hasta cu¨¢ndo tenemos que demostrar que somos personas normales que merecemos la vida, hasta cu¨¢ndo la ocupaci¨®n. No vendr¨¢ Superman a salvarnos. Yo como palestino cristiano creo en la paz y hasta en amar a tu enemigo, pero no si eres d¨¦bil. Creo en el futuro y en continuar con las negociaciones, pero no est¨¢ pasando, as¨ª que, ?hasta cu¨¢ndo Cisjordania lo tolerar¨¢? Lo que pas¨® el 7 de octubre es una reacci¨®n; la gente sufre un asedio de 17 a?os. La ocupaci¨®n no son solo armas o soldados, est¨¢ en tu cabeza, te impide so?ar, y es muy complicado entenderlo desde fuera. Los j¨®venes ven en el m¨®vil la vida que hay fuera, y esto les genera muchas preguntas: algunos razonan bien, pero otros pierden la esperanza. No queremos llegar a este punto al que lleg¨® Gaza. No esper¨¢bamos estas matanzas masivas, de ambos bandos.
P. ?Hay espacio para el di¨¢logo?
R. Est¨¢n haciendo un acto de venganza, para salvar la reputaci¨®n del ej¨¦rcito o lo que sea, y mantienen su sentimiento de superioridad de que las vidas palestinas no importan. Insisten en vernos a todos como terroristas. El di¨¢logo no empezar¨¢ hasta que no nos veamos y tratamos como iguales. Siempre hay espacio para la negociaci¨®n, pero definitivamente no con este Gobierno.
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