La resistencia ucrania contra Rusia en las trincheras heladas de Kupiansk: ¡°Lanzan asaltos constantes¡±
El Kremlin incrementa la ofensiva para recuperar la ciudad del este, que recuper¨® Kiev tras una primera ocupaci¨®n de Mosc¨²
El comandante Nafania avanza por el bosque nevado a paso firme. Hace solo dos a?os, este minero de sonrisa estrecha, nacido en la regi¨®n central ucrania de Dnipropetrovsk, no se imaginaba as¨ª, con un fusil al hombro, en una trinchera helada en el frente oriental de Kupiansk, con una brigada compuesta por otros mineros, jefes de almac¨¦n, operarios, el m¨¢nager de una tienda, conductores, un analista financiero¡ Todos convertidos en militares, aguantando uno de los puntos m¨¢s calientes de la l¨ªnea del frente de batalla de m¨¢s de 1.200 kil¨®metros de la guerra de Rusia contra Ucrania. Nafania, el distintivo de guerra del hombre al mando de la 40? Brigada de Fusileros Separada (Kodak), se?ala un boquete en el suelo donde los ¨¢rboles blanquean. Y otro m¨¢s all¨¢. ¡°Son restos de los rusos. Esta zona estuvo ocupada, ahora quieren volver¡±, masculla. Un zumbido precede al estallido de un misil. Atrona la lluvia de artiller¨ªa. Las posiciones rusas est¨¢n a menos de dos kil¨®metros. El Kremlin quiere cercar toda el ¨¢rea y no da descanso.
Rusia ha incrementado la ofensiva sobre el basti¨®n de Kupiansk, a unos 40 kil¨®metros de la frontera con Rusia, una ciudad que tom¨® sin apenas esfuerzo los primeros d¨ªas de la invasi¨®n y que el ej¨¦rcito ucranio recuper¨® en septiembre de 2022. Mosc¨² us¨® la localidad, de unos 60.000 habitantes antes de la invasi¨®n, y el resto de la zona como un importante centro log¨ªstico. Ahora quiere capturarla de nuevo y emplearla como palanca para hacerse con toda la regi¨®n de Lugansk (que ya mantiene ocupada casi por completo) y marchar desde ah¨ª hacia el norte de la regi¨®n de Donetsk. Tambi¨¦n busca usarla para avanzar hacia J¨¢rkov ¡ªantes de la guerra, la segunda ciudad m¨¢s poblada de Ucrania¡ª y lograr un mejor enfoque para castigar a esa localidad que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, codici¨® desde los primeros momentos de los ataques y que en los ¨²ltimos d¨ªas se afana en golpear con tormentas de misiles y drones.
Las tropas rusas centran en el frente de Kupiansk uno de sus principales esfuerzos de guerra, seg¨²n describen los analistas. En toda la l¨ªnea hasta la ocupada ciudad de Kremina operan las fuerzas especiales chechenas y varias unidades de fusileros motorizados rusos. Mosc¨² se prepara ahora, adem¨¢s, para reforzar su empuje con hasta 5.000 hombres m¨¢s, explican varios observadores militares ucranios. Rusia ha avanzado algunos metros ¡ª¡°marginales¡±, dicen los expertos¡ª desde que se lanz¨® de nuevo a la ofensiva en octubre para tratar, adem¨¢s, de distraer tropas ucranias de la contraofensiva hacia el sur, que ha terminado por fracasar.
¡°Lanzan asaltos constantes, intentan avanzar y si caen sus compa?eros ni siquiera vuelven a recoger sus cad¨¢veres¡±, dice Nafania. ¡°Todav¨ªa no logro entender cu¨¢l es su motivaci¨®n¡±, dice el militar, de 34 a?os, apodado como el personaje de una pel¨ªcula de animaci¨®n de la ¨¦poca sovi¨¦tica. La 40? Brigada de Fusileros Separada, formada como fuerzas de defensa territorial en los primeros compases de la invasi¨®n, se integr¨® en el ej¨¦rcito ucranio y ahora permanece junto a otras en la zona, sembrada de aldeas y bosques y rodeada de laberintos de trincheras.
Putin mantiene, dos a?os despu¨¦s, su objetivo de someter a Ucrania. ¡°Quiere ocupar todo el pa¨ªs, y ha lanzado una operaci¨®n a fondo para tomar Donb¨¢s, en el este¡±, dice Mijailo Samus, reputado analista militar ucranio. ¡°Est¨¢ tratando de abrirse paso en diferentes direcciones desde el norte, el este y el sur al mismo tiempo¡±, explica por tel¨¦fono. Samus duda de la importancia estrat¨¦gica de Kupiansk y de toda la zona para Mosc¨². ¡°Ocuparon esa ¨¢rea durante seis meses y no sirvi¨® de nada; adem¨¢s, si solo tienen ¨¦xito en una direcci¨®n no importa. Desde el punto de vista operativo es absurdo¡±, a?ade el experto, que describe los intensos asaltos lanzados por las tropas rusas para avanzar en el frente de Kupiansk con morteros, todo tipo de artiller¨ªa, drones y veh¨ªculos armados.
Para las fuerzas de Kiev, mientras, avanzar en esa zona hoy helada abrir¨ªa una puerta interesante para recuperar Lugansk. Adem¨¢s, en el caso de retroceder muchos metros, reconquistarlos luego ser¨ªa mucho m¨¢s complicado. Pero de momento, con un terreno complicado, falta de munici¨®n, armas sobrecargadas y necesidad de refuerzos, las tropas ucranias pugnan por mantener la l¨ªnea.
Guerra electromagn¨¦tica
Vuelta al puesto avanzado de la 40? Brigada de Fusileros Separada, es hora del almuerzo. Uno de los varios Dmitris, el cocinero de turno, ha hecho borsch, una sopa ucrania de remolacha que templa el cuerpo tras la guardia por las trincheras nevadas. Otro Dmitri, antiguo analista financiero, revisa el equipamiento de un dron y consulta en su ordenador port¨¢til. Es uno de los encargados de la parte t¨¦cnica de las aeronaves no tripuladas que la brigada ha incorporado, y que se han demostrado esenciales para la batalla. Sobre todo con unos arsenales tan menguados en los que escasea la munici¨®n. Dmitri, ahora el t¨¦cnico, cuenta que ha logrado detectar y reparar una falla que permit¨ªa a las tropas rusas atraer drones y hacerse con ellos a trav¨¦s de herramientas de guerra electromagn¨¦tica, que el Kremlin despliega para tratar de contrarrestar la proliferaci¨®n de aeronaves no tripuladas en las brigadas ucranias.
Muchos de los militares de la 40? nunca hab¨ªan estado en el este del pa¨ªs, explica un tercer Dmitri, alias Doc, especialista en electr¨®nica que siempre quiso ser doctor. La mayor¨ªa de ellos son de las regiones de Zaporiyia, en el sur, o Dnipropetrovsk, en el centro del pa¨ªs. ¡°En 2014, cuando empez¨® la guerra de Donb¨¢s, pens¨¦ que quedaba lejos, que no era algo que me afectara¡±, dice pausado. ¡°No hice nada, no fui a ning¨²n sitio. Ahora creo que deber¨ªa haber hecho m¨¢s. As¨ª que cuando empezaron a bombardear nuestras ciudades el 24 de febrero de 2022, me alist¨¦¡±, dice. Y ah¨ª est¨¢, alternando su tiempo entre el puesto avanzado y la trinchera en medio de la nieve. Cuando puede, dibuja paisajes, iglesias, a sus hijos, su casa de campo. Muestra sus dibujos en la pantalla del m¨®vil. Es un buen pintor. ¡°Esto ayuda mucho para la moral, para desconectar la mente¡±, confiesa encogi¨¦ndose de hombros.
Nafania y los tres Dmitris llevan meses sin ir a casa. No hay reemplazo. La mayor¨ªa de quienes no est¨¢n ya en trincheras como esa, en la que han tenido una gran plaga de ratones que todav¨ªa se escabullen de los tres gatos que viven con la brigada, han perdido el sentido de urgencia existencial. No quieren ir a la guerra. Ucrania se divide ahora en dos: la de los frentes de batalla ¡ªtrincheras con lodo, nieve y ratones bajo la lluvia de artiller¨ªa rusa¡ª y la que vive una nueva normalidad, alterada de cuando en cuando por bombardeos. Quiz¨¢ tres Ucranias, con las zonas ocupadas por el Kremlin. Las tropas y la ciudadan¨ªa est¨¢n exhaustas en todas partes.
Pero cuando el pa¨ªs invadido va a entrar en su tercer a?o de guerra, con un 2024 extremadamente desafiante en el que muchos dudan de si el apoyo occidental resistir¨¢, otros en el bosque nevado de Kupiansk recuerdan que Rusia esperaba recorrer cientos de kil¨®metros a trav¨¦s de Ucrania y triunfar en unos d¨ªas. Que ese febrero de 2022 los mandos militares rusos hab¨ªan pedido a los oficiales empacar sus uniformes de gala, que esperaban usar en desfiles victoriosos en Kiev. Nada sali¨® como Putin esperaba. Han pasado casi 700 d¨ªas y Rusia mantiene el 20% del territorio ucranio ocupado y empuja por conquistar Donb¨¢s y el sur, mientras desangra su pa¨ªs.
Con los ¨²ltimos ataques a¨¦reos sobre las grandes ciudades ucranias, desde J¨¢rkov, en el este, a Kiev, la capital, o incluso Lviv, en el oeste, Putin est¨¢ tratando no solo de acabar con las reservas de material de defensa a¨¦rea de Ucrania. Tambi¨¦n quiere que el mundo se olvide de que Rusia afronta la mayor cat¨¢strofe humana y estrat¨¦gica desde el colapso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Y trata de jugar la carta de la paciencia al creer que sus aliados terminar¨¢n por cansarse y dejar sola a Ucrania.
Cae la tarde en el frente de Kupiansk y densas nubes brotan en el cielo. Los drones que Rusia despliega para vigilar y atacar tienen menos visibilidad. Sigue lluvia de artiller¨ªa. ¡°Esto es duro, es dif¨ªcil, pero me alegro de poder estar aqu¨ª para asegurar nuestro futuro¡±, dice Doc. ¡°M¨¢s lejos quiz¨¢ no sienten la guerra como en las trincheras, pero eso es porque nosotros estamos aqu¨ª. Si nos retir¨¢ramos, todos estar¨ªan de rodillas¡±.
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