Bruselas propone estrechar el control sobre las inversiones extranjeras que se realizan a trav¨¦s de filiales en Europa

Bruselas empieza a desplegar propuestas concretas para alcanzar la ¡°seguridad econ¨®mica europea¡± en un contexto geopol¨ªtico de creciente hostilidad entre potencias. Con ese objetivo, se ha planteado estrechar m¨¢s el control sobre las inversiones extranjeras para evitar que empresas estrat¨¦gicas caigan en manos no deseadas, principalmente chinas pero tambi¨¦n de pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo. De ah¨ª que la Comisi¨®n plantee, en un paquete de propuestas que lanza este mi¨¦rcoles, y al que ha tenido acceso EL PA?S, dar una vuelta de tuerca a la regulaci¨®n existente para controlar que esto no suceda a trav¨¦s de filiales en Europa de inversores extranjeros. El Ejecutivo de la Uni¨®n tambi¨¦n insiste en la necesidad de que se controlen las exportaciones de tecnolog¨ªa de doble uso (civil y militar) y vigilar las inversiones europeas en tecnolog¨ªas avanzadas en terceros pa¨ªses. En estos dos ¨²ltimos casos, la propuesta no est¨¢ madura y lo que plantea la Comisi¨®n es continuar el debate entre los Estados miembros.

El objetivo de extender el control a las inversiones indirectas y de plantear la homogeneizaci¨®n de las actuales normas nacionales busca ¡°proteger la seguridad econ¨®mica de la UE con un abanico de pol¨ªticas y herramientas¡±, explica el borrador de la comunicaci¨®n que va a estudiar el colegio de comisarios europeos. Al ampliar la definici¨®n, tambi¨¦n se intenta evitar que haya pa¨ªses dentro de la propia UE que puedan ser utilizados a modo de puerto franco de entrada en el continente, ya que hay Estados miembros que hasta ahora han tenido poco inter¨¦s en desplegar este tipo de mecanismos de control. Fuentes del Parlamento Europeo apuntan a Chipre y Malta, con marcos de inversi¨®n muy favorables.

La invasi¨®n de Ucrania, la pujanza de China, la situaci¨®n explosiva en el estrecho de Formosa e, incluso, la potencial vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca empujan a los Veintisiete a priorizar lo que se denomina ¡°seguridad econ¨®mica europea¡±. Es un concepto que complementa a otro que tambi¨¦n ha ganado protagonismo en los ¨²ltimos a?os, ¡°autonom¨ªa estrat¨¦gica¡±. Ambos forman parte de un objetivo y buscan definir una estrategia por la que la UE trata de reducir su dependencia de China ¡ªprincipal proveedor de tecnolog¨ªas clave en la transici¨®n ecol¨®gica y materias primas esenciales¡ª, la energ¨¦tica de Rusia o la tecnol¨®gica de Taiw¨¢n.

La Comisi¨®n ya esboz¨® sus planes para alcanzar la ¡°seguridad econ¨®mica europea¡± el pasado junio. En aquel documento, como en los actuales, no se se?ala a China ni a otros pa¨ªses que puedan considerarse un desaf¨ªo estrat¨¦gico o una amenaza. No obstante, es evidente sobre qu¨¦ Estados se pone el foco. Por ejemplo, en 2016 el debate se abri¨® por la compra de una empresa alemana de rob¨®tica avanzada, Kuka, lo que llev¨® a Berl¨ªn a rebajar los umbrales de control de inversiones extranjeras del 25% al 10% en 2018. Unos meses despu¨¦s entr¨® en vigor la regulaci¨®n europea de control de inversiones extranjeras en la UE, que permite a la Comisi¨®n dar su opini¨®n acerca de este tipo de movimientos corporativos si considera que suponen un riesgo, aunque la capacidad de adoptar medidas contra esas inversiones sigue recayendo en los Estados. Aunque eso no evit¨® que la Comisi¨®n haya intervenido en la toma de participaci¨®n del gigante asi¨¢tico en el puerto de Hamburgo, del que acab¨® comprando el 25% y no el 35% pactado inicialmente.

A pesar de que en los ¨²ltimos a?os ha bajado la inversi¨®n de China en la UE, el foco comunitario est¨¢ puesto sobre Pek¨ªn m¨¢s incluso que en la d¨¦cada pasada, ante los cambios geopol¨ªticos provocados por la invasi¨®n de Ucrania y el mayor acercamiento a Rusia. Seg¨²n Rodhium Group, consultora especializada en el gigante asi¨¢tico, Pek¨ªn ha pasado de invertir algo m¨¢s de 45.000 millones de euros en 2016 a 7.300 millones en 2022, contando el Reino Unido. Sin embargo, uno de los destinos m¨¢s atractivos hace dos ejercicios fue Hungr¨ªa, donde se instal¨® una gigafactor¨ªa de bater¨ªas.

Esa regulaci¨®n es la que ahora quiere enmendar la Comisi¨®n, siguiendo recomendaciones del Tribunal de Cuentas europeo, ¡°para evitar lagunas en el control de transacciones de riesgo, centrarse en los casos que presentan los mayores riesgos y garantizar una mayor responsabilidad dentro del sistema con respecto a las preocupaciones de seguridad u orden p¨²blico expresadas por los Estados miembros y/o la Comisi¨®n¡±.

El control de la inversiones es solo una de las patas sobre las que Bruselas plantea edificar esa ¡°seguridad econ¨®mica¡±. Es, de momento, la m¨¢s avanzada. Las otras lo est¨¢n bastante menos. En junio la Comisi¨®n ya planteaba aumentar la vigilancia sobre las exportaciones de doble uso (civil y militar) ¡ªalgo ahora prohibido con Rusia para much¨ªsimos productos por las sanciones impuestas por invadir Ucrania¡ª y extremar el cuidado con las inversiones en tecnolog¨ªas avanzadas estrat¨¦gicas que se hac¨ªan fuera del territorio de la Uni¨®n. En ambos casos, sin embargo, el planteamiento que hace el Ejecutivo de Ursula von der Leyen es cauteloso al plantear ¡°impulsar el debate¡± entre los Estados miembros con libros blancos para alcanzar el consenso antes de lanzarse a regular. Ese cuidado se justifica por la necesidad de buscar la unidad interna y tambi¨¦n para presentar proyectos m¨¢s maduros que, probablemente, vayan a levantar importantes cr¨ªticas fuera del continente e, incluso, respuestas similares en Estados terceros.

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