El posible cese del jefe del ej¨¦rcito provoca un terremoto pol¨ªtico en Ucrania

La c¨²pula pol¨ªtica y militar en Ucrania est¨¢n librando una batalla de poder en el peor momento posible. En la tarde del lunes salt¨® la noticia, anunciada por medios de comunicaci¨®n y pol¨ªticos de la oposici¨®n, de que el jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni, iba a ser cesado esa misma noche por el presidente, Volod¨ªmir Zelenski. Las horas se suced¨ªan con m¨²ltiples fuentes an¨®nimas, pr¨®ximas al general y al mandatario, filtrando informaci¨®n sobre el posible relevo, hasta que el Ministerio de Defensa y el portavoz de Zelenski lo negaron. El da?o ya es irreparable, seg¨²n coinciden los analistas, porque se ha confirmado el distanciamiento entre ambos. El cisma, adem¨¢s, llega cuando Rusia vuelve a controlar el frente de guerra y Ucrania no tiene visos de poder recuperar territorio perdido.

Zelenski convoc¨® a Zaluzhni en la tarde del lunes para pedirle que dimitiera, seg¨²n informaron medios como ZN, el corresponsal de The Economist Oliver Carroll o el periodista Yuri Butusov, responsable del medio Censor Net y considerado un hombre de confianza del general. Estos y otros medios de comunicaci¨®n, adem¨¢s de figuras pol¨ªticas como el opositor Oleksii Goncharenko, aseguraron que el decreto del cese ya estaba sobre la mesa. Zaluzhni, seg¨²n ZN, se neg¨® a dimitir y replic¨® a Zelenski que si quer¨ªa relevarle, ten¨ªa que despedirlo. Butusov a?adi¨® que Zelenski tuvo que consultar la decisi¨®n con sus principales aliados internacionales.

La reputaci¨®n de Zaluzhni como l¨ªder militar es uno de los activos m¨¢s s¨®lidos con los que cuenta Ucrania ante sus socios en la OTAN. Pero m¨¢s importante es que la sociedad ucrania y las tropas lo consideran un h¨¦roe. Solo Zaluzhni compite en la m¨¢s alta popularidad en las encuestas con Zelenski. Y sobre todo, el ej¨¦rcito est¨¢ con ¨¦l. El jefe de las Fuerzas Armadas public¨® en sus redes sociales, en la noche del lunes, cuando ya se hab¨ªa negado oficialmente su destituci¨®n, una foto junto al tambi¨¦n teniente general Serhii Shaptala, jefe del Estado Mayor. La imagen fue interpretada como una se?al de que el estamento militar est¨¢ unido frente a la presidencia.

Discrepancias desde el inicio de la guerra

Las discrepancias entre Zelenski y Zaluzhni vienen de lejos, desde el inicio de la invasi¨®n, en febrero de 2022. Tres fuentes pr¨®ximas al general consultadas por este diario en los casi dos a?os de guerra explicaron que en las primeras semanas de la guerra, Zaluzhni discuti¨® acaloradamente con Zelenski y su mano derecha, Andrii Yermak, argumentando que era posible resistir al ataque ruso. La presidencia ten¨ªa dudas, y la prueba de ello, seg¨²n estas fuentes, se evidenci¨® en las dos primeras semanas de combates, cuando Zelenski todav¨ªa propon¨ªa negociar con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, un alto el fuego. Semanas antes de comenzar la invasi¨®n, Zaluzhni alert¨® a la c¨²pula pol¨ªtica de que la ofensiva rusa era inminente, pero Zelenski descart¨® hasta el ¨²ltimo momento que la amenaza fuera posible.

Desde entonces, han ido sucedi¨¦ndose diferencias de calado. Zelenski ha relevado a oficiales de confianza de Zaluzhni sin informarle, seg¨²n ha lamentado en p¨²blico el propio jefe de las Fuerzas Armadas. El debate sobre la futura ley de movilizaci¨®n de nuevas tropas tambi¨¦n ha sido motivo de discordia: el ej¨¦rcito pide medio mill¨®n de nuevos soldados, pero Zelenski quiere rebajar el n¨²mero por la impopularidad de la medida. Pocos hombres quieren ser reclutados en un momento en el que la guerra no tiene visos de acabar y en el que Rusia vuelve a avanzar.

El choque m¨¢s agrio entre los dos l¨ªderes se produjo el pasado noviembre, cuando Zaluzhni public¨® un ensayo y entrevista en The Economist en los que constataba un panorama sombr¨ªo para el futuro del conflicto: el frente de guerra estaba congelado, seg¨²n confirm¨®, Ucrania no ten¨ªa recursos suficientes para lanzar una nueva ofensiva en 2024. Zelenski desautoriz¨® p¨²blicamente a Zaluzhni, replicando que las tropas ucranias pod¨ªan continuar ganando terreno. La situaci¨®n en el campo de batalla ha demostrado que Zaluzhni ten¨ªa raz¨®n.

Hay tambi¨¦n otra fuente de desconfianza entre ambos, el sabotaje del gasoducto submarino Nordstream entre Rusia y Alemania. Nordstream est¨¢ participado en un 51% por Gazprom, empresa estatal rusa, y en un 49% por empresas europeas. Una explosi¨®n destruy¨® en septiembre de 2022 la infraestructura. La justicia alemana, sueca y danesa han concluido que fue un sabotaje y, seg¨²n ha trascendido en la prensa alemana y estadounidense, apuntan a la autor¨ªa de una unidad de fuerzas especiales ucrania. The Washington Post public¨® el pasado noviembre parte del contenido de las investigaciones, tambi¨¦n con la colaboraci¨®n de los servicios de inteligencia estadounidenses. Seg¨²n esta informaci¨®n, los saboteadores actuaron bajo el mando directo de Zaluzhni y sin que Zelenski supiera nada de ello. El ataque contra Nordstream, una infraestructura energ¨¦tica en la UE, ha supuesto el conflicto de intereses m¨¢s grave entre Kiev y sus aliados europeos.

La oposici¨®n toma partido

Iuliia Mendel, antigua portavoz de Zelenski, escribi¨® el lunes en sus redes sociales que la ruptura con Zaluzhni es definitiva: ¡°Los rumores sobre el relevo del actual comandante en jefe del ej¨¦rcito ucranio han circulado durante meses, o incluso durante un a?o. Esto podr¨ªa suceder tarde o temprano. Existe una desafecci¨®n pol¨ªtica con el liderazgo militar¡±. El coronel Roman Kotsenko, diputado del partido de la oposici¨®n Holos, afirm¨® en Espresso que el Gobierno no fue tajante en negar la posibilidad del relevo y en apoyar a Zaluzhni. ¡°Hemos escuchado en varias ocasiones que el presidente quiere este cambio, se han filtrado los candidatos para sucederle [a Zaluzhni] e incluso se ha organizado una campa?a de descr¨¦dito¡±.

Las palabras m¨¢s duras contra Zaluzhni las emiti¨® la diputada independiente Mariana Bezhula, pr¨®xima al partido de Zelenski, Servidor del Pueblo. En un comunicado, Bezhula acus¨® al comandante en jefe de tener problemas de alcoholismo y de vivir alejado de la realidad de las tropas en el frente: ¡°El general chantajea amenazando con que, si es destituido, no continuar¨¢ en las Fuerzas Armadas. Eso acabar¨¢ sucediendo¡±. ¡°Cuanto antes suceda, en mi opini¨®n, mejor¡±, se?al¨® Bezhula, ¡°porque habr¨¢ m¨¢s opciones de evitar el infierno de destrucci¨®n en nuestra gente, no solo por parte de los rusos, sino por parte de nuestro desfasado ej¨¦rcito sovi¨¦tico¡±.

Las cr¨ªticas a Zaluzhni fueron la excepci¨®n porque sobre todo se dejaron o¨ªr sus defensores. Ilia Ponomarenko, uno de los analistas de defensa m¨¢s citados en Ucrania, carg¨® duramente contra Zelenski: ¡°El cese del general Zaluzhni no solo ser¨ªa un tiro en el pie, tambi¨¦n en la cabeza¡±. ¡°El general Zaluzhni tiene una reputaci¨®n de general de hierro y salvador de la naci¨®n, la encarnaci¨®n de las Fuerzas Armadas Ucranias que salvaron al pa¨ªs¡±, escribi¨® Ponomarenko, y explic¨® la l¨®gica del conflicto interno: ¡°Hay una discusi¨®n entre pol¨ªticos y generales sobre a qui¨¦n hay que culpar de la fallida campa?a de 2023 y la actual situaci¨®n. La oficina del presidente podr¨ªa estar pensando en alguien que no brille tanto al lado de Zelenski, pero no se lo pueden permitir. Zaluzhni es ahora demasiado grande como para que lo echen¡±.

Los partidos de la oposici¨®n a Zelenski, que son minor¨ªa parlamentaria, han activado en los dos ¨²ltimos meses el debate pol¨ªtico y las cr¨ªticas a la gesti¨®n del presidente. La pol¨¦mica con Zaluzhni ha sido una ocasi¨®n ideal para colocarse cerca del general y para pescar en aguas revueltas. Petr¨® Poroshenko, expresidente y fundador de la principal fuerza de la oposici¨®n, Solidaridad Europea, public¨® un duro comunicado en el que acus¨® a Zelenski de moverse por ¡°emociones y celos¡±. ¡°La dimisi¨®n de Zaluzhni ser¨ªa un tiro contra la unidad nacional. La unidad solo es posible en torno a las Fuerzas Armadas, y Valeri Zaluzhni es su personificaci¨®n. [...] En Bruselas est¨¢n en shock por estos rumores, y en Mosc¨² se ahogan de risa¡±, subray¨® el expresidente.

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