¡°?La primavera asoma!¡±: el d¨ªa de la marmota en el a?o de la marmota de la pol¨ªtica estadounidense
Pensilvania celebra la tradicional fiesta meteorol¨®gica, asociada en el habla popular a la idea de la molesta repetici¨®n, al principio de una campa?a en la que la reedici¨®n del duelo Biden-Trump desalienta a los votantes
Primero, la noticia: la marmota Phil abandon¨® este viernes poco despu¨¦s del amanecer su letargo y no vio su sombra, as¨ª que, seg¨²n la simp¨¢tica tradici¨®n sin base cient¨ªfica y al menos en esta parte del mundo, la primavera se adelantar¨¢ este a?o.
Como cada 2 de febrero, d¨ªa de la Candelaria, unas 10.000 personas se reunieron en Punxsutawney (pron¨²nciese ponxotouni) para la predicci¨®n del tiempo m¨¢s famosa de Estados Unidos. Se remonta a 1887 y sirve a este pueblo perdido de Pensilvania para reclamar el t¨ªtulo de ¡°capital mundial de la meteorolog¨ªa¡±. Abrigados de pies a cabeza para pasar una noche a cero grados en mitad del bosque, curiosos llegados de todos los rincones del pa¨ªs y alguna que otra esquina del mundo aguardaron durante horas a que un tipo con levita y sombrero de copa alzara a las 7.22 al animal con cara de susto. A su lado, otro hombre ley¨® el veredicto del ¡°pronosticador de todos los pronosticadores¡±. ¡°?La primavera asoma!¡±, proclam¨®, y el p¨²blico estall¨® en j¨²bilo.
El D¨ªa de la Marmota siempre fue grande en Punxsutawney, pero este a?o ha batido su r¨¦cord de asistencia. El n¨²mero de visitantes no deja de crecer, seg¨²n explicaron el jueves tres amables mujeres que atienden el museo local sobre meteorolog¨ªa, desde el estreno en 1993 de Atrapado en el tiempo, obra cumbre de la comedia existencialista. En ella, un Bill Murray en la piel de un hombre del tiempo amargado se ve obligado a revivir una y otra vez la misma desalentadora jornada, en la que le toca cubrir el acto de intrusismo laboral de un roedor esciuromorfo. Pese a que casi todo el filme se rod¨® a 850 kil¨®metros al oeste, en Woodstock (Illinois), es el gran reclamo tur¨ªstico de Punxsutawney y logr¨®, tambi¨¦n en espa?ol, colar el nombre de la fiesta en el lenguaje popular como sin¨®nimo de un molesto d¨¦j¨¤ vu. En ingl¨¦s, Groundhog Day, es, seg¨²n el diccionario Merriam-Webster, ¡°una situaci¨®n en la que las mismas experiencias generalmente negativas o mon¨®tonas suceden una y otra vez sin que nada cambie¡±.
Por eso, el d¨ªa de la marmota cobraba en este bisiesto otro inter¨¦s, al celebrarse al principio del a?o de la marmota de la pol¨ªtica estadounidense, un a?o marcado por la m¨¢s que probable repetici¨®n del duelo electoral entre Joe Biden y Donald Trump.
Las encuestas confirman que a gran parte del electorado estadounidense se le ha quedado la misma cara que a Murray cuando suena por en¨¦sima vez la canci¨®n I Got You, Babe, de Sonny & Cher, que lo despierta cada ma?ana (la misma ma?ana) a las 6.00. (No es sino otra demostraci¨®n de que el cine raramente imita a la vida: si uno quiere coger un sitio decente en el bosque, tendr¨¢ que esperar a Phil desde las 3.00). Seg¨²n el ¨²ltimo sondeo, publicado a finales de enero por Reuters/Ipsos, el 67% de los encuestados confirm¨® su hast¨ªo ¡°al ver los mismos candidatos en las elecciones presidenciales¡±, as¨ª como el deseo de que hubiera ¡°alguien nuevo¡± en la papeleta.
De esa opini¨®n era, en la g¨¦lida noche de Punxsutawney, Bill, profesor retirado de 55 a?os. ¡°Este pa¨ªs est¨¢ atrapado en el tiempo¡±, dijo, antes de admitir que no ve ¡°m¨¢s opci¨®n¡± que la de Biden. ¡°Al menos s¨¦ lo que puedo esperar de ¨¦l. Trump me da miedo¡±. Zack, un estudiante de 20 a?os de Nueva York, lament¨® tener que estrenarse como votante ¡°en unas elecciones tan poco emocionantes¡±. ¡°A los j¨®venes no nos dan alternativas; nuestro sistema est¨¢ dise?ado para eso¡±, a?adi¨®. Y si al ¡°indeciso¡± Mark, de 54 a?os, que hab¨ªa llegado de las afueras de Chicago y vot¨® en 2016 por Trump y cuatro a?os despu¨¦s por Biden, le gustar¨ªa que hubiera otras opciones ¨Daunque entiende que nadie quiera el trabajo de presidente, un trabajo ¡°en el que te odia a muerte la mitad del pa¨ªs¡±¨D, Michelle , vecina de Allentown (Pensilvania) ve al menos la oportunidad de ¡°echar al tipo ese de la Casa Blanca¡±. ¡°Con Trump vivimos cuatro a?os de paz, y m¨ªranos ahora¡±.
La campa?a m¨¢s larga
A la falta de ilusi¨®n ante una segunda vuelta Biden-Trump hay que a?adir el tedio a?adido de que el enfrentamiento, con pocos precedentes en la pol¨ªtica estadounidense (hace m¨¢s de un siglo que dos inquilinos de la Casa Blanca no se vuelven a ver las caras), promete ser la campa?a electoral m¨¢s larga que se recuerda. El proceso de primarias, que arranc¨® a mediados de enero en Iowa con una victoria aplastante de Trump sobre sus contrincantes en la designaci¨®n republicana, continu¨® en New Hampshire con otra paliza, esta vez a Nikki Haley, la ¨²ltima rival en pie, que, todo es posible, pero tambi¨¦n muy poco probable, a¨²n puede remontar. Si las primarias quedan resueltas tan pronto como parece, quedar¨¢n a¨²n cinco meses para la convenci¨®n republicana; medio a?o para la de los rivales.
La siguiente parada en el lado dem¨®crata es este fin de semana en Carolina del Sur, donde se da por hecho otro triunfo de Biden, que ya vapule¨® en New Hampshire a un poco conocido candidato, Dean Philips, pese a que el presidente ni siquiera figuraba en las papeletas. El s¨¢bado, seg¨²n el agregador de encuestas Five Thirty Eight, se lo llevar¨¢ por delante con un 68% de los votos (frente a un 5% para su contrincante).
El argumento de Philips, congresista por Minnesota y exitoso hombre de negocios, es que Biden ha sido un buen presidente, pero el peor candidato posible, sobre todo, por su avanzada edad: tendr¨¢ 82 a?os al revalidar su alquiler en la Casa Blanca y 86 cuando acabe su mandato. Es esa una idea extendida entre los sectores dem¨®cratas m¨¢s a la izquierda, que se une a otras, como el temor de que su apoyo a la guerra en Gaza le reste apoyos entre los ¨¢rabes y los j¨®venes, y el descontento del votante negro. En el partido nadie ha sabido llevarle la contraria, pese a su debilidad f¨ªsica y de imagen (solo cuenta con una aprobaci¨®n del 39%), y han esperado con indolencia hasta que ya era demasiado tarde para presentar una alternativa, mientras se entreten¨ªan con teor¨ªas sin base como un paso al frente de Michelle Obama.
La pereza tambi¨¦n fue el pecado capital se?alado por el analista neoconservador Robert Kagan en un largo ensayo publicado en The Washington Post que agit¨® en diciembre el debate en la capital. Llevaba por t¨ªtulo Una dictadura de Trump es cada vez m¨¢s inevitable. Deber¨ªamos dejar de fingir, y se?alaba que la oportunidad de armar un frente contra ¨¦l se hab¨ªa esfumado confiando en que la justicia har¨ªa su trabajo: el magnate se enfrenta a 91 delitos en cuatro juicios separados, y hay en marcha una operaci¨®n jur¨ªdica para inhabilitarlo en funci¨®n de una poco usada cl¨¢usula de la decimocuarta enmienda, sobre la que decidir¨¢ pronto el Tribunal Supremo.
¡°As¨ª que salvo una crisis de salud de Trump o Biden, la revancha es inevitable¡±, considera en un correo electr¨®nico el profesor de la Universidad de Georgetown Michael Kazin, cuyo ¨²ltimo libro es una historia del Partido Dem¨®crata. ¡°Haley permanece en la carrera con la vana esperanza de que alguno de esos l¨ªos judiciales ponga a los votantes de su partido en contra de Trump, o tal vez porque quiere sentar las bases para 2028¡å. Kazin opina tambi¨¦n que ¡°es demasiado tarde para que los dem¨®cratas cambien de candidato, a menos que Biden no pueda continuar por alguna raz¨®n. Las fechas l¨ªmite para presentar solicitudes para muchas primarias han pasado, y se necesita tiempo para recaudar dinero, contratar personal, recabar apoyos... En este punto, un desaf¨ªo serio solo dividir¨ªa y debilitar¨ªa las posibilidades del partido de ganar en noviembre. Podr¨ªa haber sido una buena idea que Biden dijera, hace aproximadamente un a?o, que no se presentar¨ªa. Pero ya no¡±.
A la celebraci¨®n del D¨ªa de la Marmota acudi¨® de madrugada una estrella dem¨®crata en ascenso, de esas que podr¨ªan haber dado un paso al frente: el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro. Derrot¨® con facilidad en 2022 a Doug Mastriano, trumpista radical. Los dem¨®cratas se agarran a eso en un Estado bisagra esencial, por la cantidad de delegados que aporta. Biden lo necesita si quiere seguir en el cargo. Se lo llev¨® en las elecciones de 2020, pero las ¨²ltimas encuestas se lo dan a Trump el pr¨®ximo noviembre.
Aunque a nueve meses de la cita con las urnas, hasta los gur¨²s demosc¨®picos aconsejan tomarse los sondeos con cautela, del mismo modo que la estad¨ªstica recomienda tambi¨¦n hacer con las predicciones de la marmota: acierta cuatro de cada 10 veces. Por cierto, en 2020 ¨Da?o en el que, por seguir con los d¨¦j¨¤ vus, la Super Bowl tuvo los mismos contrincantes: Kansas City Chiefs contra San Francisco 49ers¨D Phil tambi¨¦n pronostic¨® que la primavera se adelantar¨ªa.
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