Trump arrasa con el 99% de los votos en los ¡®caucus¡¯ de Nevada organizados por sus simpatizantes

-¡±Tres malditas horas para votar, ?tres!...¡±

El hombre que grita abre de golpe las puertas de la cafeter¨ªa del instituto Green Valley, en Henderson, Nevada. Al otro lado del umbral hay una escena en la que reina la confusi¨®n. Filas que no llegan a ninguna parte, personas que no pueden encontrar mesas de votaci¨®n, gente regalando boletas como si fueran volantes de propaganda. As¨ª se ven las elecciones organizadas por los simpatizantes de Donald Trump.

-¡±Joder, pensaba que los republicanos s¨ª sab¨ªan organizar unas elecciones¡±, dijo un hombre que no pod¨ªa hallar alguien que le diera informaci¨®n sobre su registro en el censo.

A pesar de los problemas, los caucus han arrojado el resultado que Trump deseaba. El expresidente arras¨® con el 99,1% de los votos. Sumar¨¢ los 26 delegados del Estado (m¨¢s de los que obtuvo en Iowa o New Hampshire). La agencia Associated Press declar¨® el abrumador triunfo del expresidente cuando cientos de sus simpatizantes a¨²n esperaban en largas filas para participar. Los caucus solo estuvieron abiertos dos horas, de cinco a siete de la tarde.

¡°Deben tener elecciones libres, justas y honestas¡±, asegur¨® Trump en un mitin de celebraci¨®n en el casino Treasure Island. Su bot¨ªn const¨® de 47.000 votos provistos por sus fieles seguidores, quienes toleraron el desorden de un proceso organizado por la facci¨®n de un partido que no ocult¨® por un minuto su favoritismo por el expresidente. ¡°Si gano este estado triunfar¨¦ f¨¢cilmente en noviembre¡±, asegur¨® a sus seguidores en el mitin. En 2020, Trump perdi¨® la entidad frente a Biden por menos de 3%.

El pol¨¦mico pol¨ªtico compiti¨® en solitario en un proceso interno en el que figuraban tres nombres. El suyo, el de Ron DeSantis, el gobernador de Florida, quien tir¨® la toalla el mes pasado, y el de Ryan Binkley, un pastor de Texas que ha osado a enfrentar al hombre fuerte del partido en uno de sus bastiones m¨¢s s¨®lidos en el Oeste. Binkley obtuvo 540 votos, el 0,9%.

¡°Seamos realistas, toda esta gente que est¨¢ formada va a votar por Trump¡±, afirma Linda Guglia. Esta corredora de bienes ra¨ªces de 45 a?os, estadounidense de primera generaci¨®n de or¨ªgenes austriacos e irlandeses, vot¨® en 2020 por Joe Biden. ¡°Ha sido uno de los m¨¢s grandes errores de mi vida¡±, confiesa Guglia, quien pretende corregir su r¨¦cord en las generales de noviembre. Dice que los dem¨®cratas est¨¢n obsesionados por el aborto, pero lo que en verdad preocupa a los votantes como ella son la econom¨ªa y la inmigraci¨®n.

Linda tuvo suerte. En el centro de votaci¨®n ubicado a las afueras de Las Vegas encontr¨® a Gareth, uno de sus compa?eros en la iglesia cristiana a la que acude. El hombre no ocultaba su fervor por otro de sus ¨ªdolos terrenales. Usaba una gorra blanca que dec¨ªa Team Trump Captain (Capit¨¢n del equipo Trump) en grandes letras doradas. En el pecho portaba con orgullo una estampa que dec¨ªa ¡°Caucus en favor de Trump el 8 de febrero¡±.

Estos representantes de la campa?a de Trump hicieron este jueves de observadores electorales. Algunos daban las boletas a los votantes y los guiaban a la mesa que les correspond¨ªa para introducir la papeleta en una diminuta caja de cart¨®n. ¡°Ha sido confuso porque no esper¨¢bamos una participaci¨®n tan alta, pero el objetivo de esto es hacer unas elecciones con integridad¡±, afirma Gareth. Binkley, en cambio, no ten¨ªa a nadie en el sitio.

El caos no fue exclusivo del instituto. A siete kil¨®metros al sur de all¨ª, en el exclusivo club privado Dragonridge, la escena era similar. Los simpatizantes de Trump esperaban con paciencia hasta dos horas para poder llegar a sus mesas y emitir sus votos, una acci¨®n que les tomaba 15 segundos. La prensa fue expulsada del lugar por el due?o del lugar, el empresario Rich MacDonald, un millonario desarrollador que es tambi¨¦n tesorero del Partido Republicano en Nevada.

La sombra de sospecha que el trumpismo ha lanzado sobre las instituciones y los funcionarios electorales hizo que el Partido Republicano de Nevada celebrara unos caucus en paralelo a las primarias, que se llevaron a cabo el martes y fueron organizadas por el Gobierno estatal. El proceso de este jueves muestra las restricciones al voto que los miembros del partido desean imponer en los Estados. Se ha prohibido el voto por correo, excepto para un pu?ado de militares que podr¨¢n sufragar en ausencia. Solo era posible participar en persona aquellos que se registraron como republicanos antes del 9 de enero. Las primarias, en contraste, ofrecen m¨¢s de flexibilidad, permitiendo el registro el mismo d¨ªa de los comicios.

Las boletas son de papel y el escrutinio deb¨ªa hacerse, en teor¨ªa, en directo en los precintos para evitar trasladar las papeletas a otro sitio. Los caucus pretenden hacer transparente un proceso que la propia Nikki Haley, la ¨²nica rival de Trump en pie, considera fraudulento. ¡°No hemos gastado un centavo ni un gramo de energ¨ªa en Nevada. Decidimos desde hace mucho que no ¨ªbamos a dar 55.000 d¨®lares a una entidad de Trump para participar en un proceso que est¨¢ ama?ado para que gane¡±, dijo el lunes Betsy Ankney, la jefa de campa?a de Haley.

Haley sufri¨® una bochornosa derrota en las primarias del martes. No pudo imponerse en una elecci¨®n en la que Trump no compareci¨® y en cuya boleta a¨²n aparec¨ªan fantasmas de la carrera republicana, como Mike Pence y el senador Tim Scott. La aspirante qued¨® en segundo lugar con 22.000 votos, detr¨¢s de ¡°ninguno de los candidatos anteriores¡± (47.000 votos). El 60% de las boletas se marc¨® con esta opci¨®n, frente al 33% que opt¨® por Haley. La exgobernadora de Carolina del Sur fue superada en siete condados y en las zonas m¨¢s pobladas del Estado, las ciudades de Reno y Las Vegas. ¡°Humillante, embarazoso y abrumador¡±, fueron algunos de los calificativos que utiliz¨® la campa?a de Trump para describir el papel de Haley.

¡°Ninguno de los candidatos anteriores¡± era, en realidad, Trump. El expresidente evit¨® las primarias del martes, un proceso organizado por el Gobierno estatal y puesto en marcha por el anterior gobernador de Nevada, el dem¨®crata Steve Sisolak. En 2020, Joe Lombardo, un republicano, gan¨® el Estado. El mandatario local anunci¨® el martes que marcar¨ªa la casilla de ¡°ninguno¡± y este jueves ha apoyado a Trump, quien esta noche ha obtenido los mismos 47.000 votos que sac¨® ¡°ninguno de los candidatos anteriores¡±.

Los simpatizantes de Trump gastaban el tiempo en las largas filas con burlas hacia Haley. ¡°?Esto no es Nuevo Hampshire!¡±, bromeaba un hombre en uno de los precintos. La campa?a del pol¨ªtico conservador, sin embargo, se enfoc¨® en lograr una alta participaci¨®n para superar los votos que Haley obtuvo el martes y evitar mostrar debilidad rumbo a las internas de Carolina del Sur, que se llevar¨¢n a cabo el 24 de febrero.

¡°No se da cuenta lo rid¨ªcula que es. Su cerebro a estas alturas es tan bueno como el de Biden. No se ha dado cuenta de que la competencia ya ha terminado¡±, aseguraba Mike Shamamian, un jubilado de 77 a?os que le¨ªa un libro sobre Ava Gardner. El hombre asegura que vot¨® por el Partido Dem¨®crata desde 1968 hasta 2016, cuando apoy¨® e incluso ayud¨® a recaudar dinero para Bernie Sanders. Ahora est¨¢ seguro de que Donald Trump volver¨¢ a ser presidente. ¡°A los dem¨®cratas solo les interesa el dinero. Odian a Trump porque ¨¦l ya tiene dinero, pero ¨¦l solo quiere hacer buenas cosas¡±, afirma.

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