El fin de la guerra y la lista de presos estancan el di¨¢logo de alto el fuego entre Israel y Ham¨¢s
Las negociaciones de una segunda tregua encallan a pocos d¨ªas de que comience el mes sagrado de Ramad¨¢n. Los islamistas quieren garant¨ªas de que ser¨¢ indefinido e Israel, de que no recibir¨¢ por sorpresa numerosos rehenes sin vida
A pocos d¨ªas de que comience el mes sagrado de Ramad¨¢n, las negociaciones de una segunda tregua entre Israel y Ham¨¢s se han estancado justo cuando m¨¢s se repet¨ªa la palabra ¡°optimismo¡±. El di¨¢logo, que se retomar¨¢ el domingo, encalla en la desconfianza. Israel exige una lista de cu¨¢ntos de los 134 rehenes est¨¢n vivos y cu¨¢ntos no. Ham¨¢s quiere garant¨ªas de que el alto el fuego temporal se convertir¨¢ en definitivo ¨Dlo que rechaza Israel¨D y teme firmar un acuerdo por fases que se venga abajo tras entregar a los primeros secuestrados.
Las expectativas generadas desde hace semanas en torno a la posibilidad de pausar por segunda vez las hostilidades ¡ªcomo en la ¨²ltima semana de noviembre¨D para canjear rehenes israel¨ªes por presos palestinos eran altas. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lleg¨® a ponerle como fecha el lunes pasado. Al final, la comitiva israel¨ª ni siquiera lleg¨® a volar a El Cairo y la de Ham¨¢s se acab¨® retirando el jueves, tras cuatro d¨ªas sin avances con los mediadores: EE UU, Qatar y Egipto.
Los puntos b¨¢sicos de la primera fase est¨¢n claros: seis semanas de alto el fuego para canjear 40 (de los m¨¢s de 130) rehenes en la Franja por la excarcelaci¨®n de 400 presos palestinos y un incremento de la ayuda humanitaria a una Gaza hambrienta. Seg¨²n Biden, Israel la acepta y la pelota est¨¢ en el tejado de Ham¨¢s. En cambio, un alto cargo del movimiento islamista, Sami Abu Zuhri, ha culpado a Israel en unas declaraciones a la agencia Reuters de ¡°frustrar¡± los esfuerzos negociadores al negarse a poner fin a la ofensiva, retirar sus fuerzas y garantizar la libre entrada de ayuda y el retorno de los desplazados.
El problema est¨¢ en los detalles y en el horizonte. Estas son las principales divergencias que frenan el acuerdo:
Alto el fuego temporal o fin de la guerra
Tanto Israel como Ham¨¢s entienden que el eventual acuerdo no marcar¨ªa en negro sobre blanco el fin definitivo de las hostilidades. Las diferencias residen en si abrir¨¢ ese camino (como insiste el movimiento islamista) o no, como quiere Israel. Al abandonar El Cairo el jueves, los l¨ªderes de Ham¨¢s se quejaban de que las negociaciones estaban centradas solo en la primera fase: la liberaci¨®n de 40 rehenes: mujeres, hombres menores de 19 a?os y mayores de 50 y los enfermos.
Los islamistas querr¨ªan pasar justo despu¨¦s a una segunda fase y solo una vez que las partes acordasen, a trav¨¦s de los mediadores, ¡°los requerimientos necesarios¡± para poner fin a la guerra de forma definitiva. En esta segunda fase entregar¨ªa el resto de los rehenes con vida y a decenas de cad¨¢veres a cambio de la retirada completa del ej¨¦rcito de la Franja. Israel lo rechaza, por miedo a que la presi¨®n internacional le impida luego reinvadir Gaza y porque supondr¨ªa incumplir sus objetivos, al dejar activa una suerte de Gobierno de Ham¨¢s.
¡°Ham¨¢s estar¨¢ buscando las m¨¢ximas garant¨ªas a cambio de la liberaci¨®n [de los rehenes], porque cuando los libere se habr¨¢ quedado sin forma de presionar a Israel¡±, sostiene Mabel Gonz¨¢lez Bustelo, experta en mediaci¨®n internacional y resoluci¨®n de conflictos del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (Iceah). ¡°Las negociaciones de alto el fuego son muy dif¨ªciles, casi tanto como las del final de una guerra¡±, a?ade.
Prima la desconfianza. Una fuente del liderazgo de Ham¨¢s citada por la televisi¨®n Al-Mayadeen culpaba del estancamiento a la ¡°insistencia de la parte israel¨ª en no proveer respuestas claras¡±. Sucede a la inversa con Israel, que no se cree la afirmaci¨®n de Basel Naim, l¨ªder de Ham¨¢s, de que no saben cu¨¢ntos rehenes viven (no todos est¨¢n en sus manos) ni puede investigarlo sin una pausa en los bombardeos.
Avi Issajarof, comentarista de asuntos militares en el diario israel¨ª Yediot Aharonot, cree que el escondido l¨ªder de Ham¨¢s en Gaza, Yahia Sinwar, est¨¢ ¡°apost¨¢ndolo todo¡± a que, si Israel no acepta el fin de la guerra (que Ham¨¢s presentar¨ªa como una victoria), el mes de Ramad¨¢n ¡°marque un cambio¡±, con el estallido de una intifada multitudinaria a la que se sumen los palestinos de Cisjordania o con ciudadan¨ªa israel¨ª.
¡°A pocos d¨ªas de llegar a Ramad¨¢n se emplean m¨²ltiples medidas para presionar al otro y tratar de forzarlo a que cambie. Pero, al mismo tiempo, cuando se levantan de la mesa, la negociaci¨®n no finaliza. No solo se negocia en la mesa¡±, se?ala Gonz¨¢lez Bustelo. Este mes, en el que cualquier chispa puede incendiar la calle, comienza el domingo o el lunes. El jueves, el ministro del Interior de Israel, Moshe Arbel, y el jefe de los servicios de seguridad internos (Shin Bet), Ronen Bar, se reunieron con responsables de la comunidad ¨¢rabe israel¨ª. El ministro reconoci¨® que tienen por delante un ¡°desaf¨ªo¡±.
Regreso de los gazat¨ªes al norte
Ham¨¢s centra en principio sus exigencias en cinco puntos: intercambio de rehenes por presos, alto el fuego, retirada de las tropas y fin del cerco, entrada sin l¨ªmite de ayuda humanitaria y regreso de los desplazados a sus lugares de residencia, explic¨® uno de sus integrantes, Mahmud Mardawi, a la agencia palestina Quds News. El ¨²ltimo punto ha acabado convertido en uno de los principales escollos. Ham¨¢s exige que parte de los cientos de miles de residentes en el norte de Gaza que el ej¨¦rcito desplaz¨® al sur al principio de la guerra puedan regresar a ver el estado de sus casas. La mayor¨ªa est¨¢n da?adas o destrozadas.
El ej¨¦rcito israel¨ª teme que suponga la reorganizaci¨®n de los batallones de Ham¨¢s en el norte que, en su propia jerga, ya ha ¡°limpiado¡±. De hecho, pocas cosas causan m¨¢s conmoci¨®n en Israel que los ¨Dmuy puntuales¨D disparos de cohetes desde zonas de las que se han retirado las tropas o el v¨ªdeo que mostraba a los rehenes salir bajo tierra (para el primer canje) en una zona ya peinada. Ham¨¢s pide 500 familias por d¨ªa de alto el fuego, seg¨²n la televisi¨®n saud¨ª Al Arabiya. Israel no se cierra a la idea, pero solo quiere mujeres y ni?os. Una f¨®rmula a estudiar es incluir tambi¨¦n a varones de avanzada edad, es decir, que no tengan edad de combatir.
Presos con ¡°sangre en las manos¡±
Seg¨²n fuentes al tanto del di¨¢logo citadas por el diario israel¨ª Haaretz, Ham¨¢s pide en la primera fase la excarcelaci¨®n de 100 presos ¡°con sangre en las manos¡±, como se denomina en el pa¨ªs a los que han matado a israel¨ªes por motivos nacionalistas. El primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, viene usando una f¨®rmula ambigua al se?alar que no excarcelar¨¢ a ¡°cientos de terroristas¡± a cambio de los rehenes.
Otro tema peliagudo es qui¨¦nes. Ham¨¢s pide al recluso m¨¢s famoso: Marwan Barghouti, con cinco cadenas perpetuas y entre rejas desde 2002. Consciente de su debilidad en el campo de batalla, el Movimiento de Resistencia Isl¨¢mico (el nombre completo de Ham¨¢s) quiere sacar tajada del que supone el mayor n¨²mero de rehenes capturado nunca en la historia de Israel: m¨¢s de 240. Liber¨® a cerca de la mitad en el canje de noviembre. Ham¨¢s sabe que, una vez entregados, se habr¨¢ quedado sin su principal arma para exigir el fin de la contienda.
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