Suecia relanza su ¡®ej¨¦rcito¡¯ de civiles para ayudar en la defensa ante una posible agresi¨®n extranjera
El pa¨ªs escandinavo, nuevo miembro de la OTAN, potencia la formaci¨®n de reservistas y el servicio militar obligatorio con la amenaza rusa en ciernes
Una veintena de hombres y tres mujeres se ponen de rodillas y apuntan con sus rifles a unos blancos de cart¨®n que representan a tropas enemigas. Todos son voluntarios de la Guardia Nacional de Suecia, y la mayor¨ªa ha tenido que esperar m¨¢s de 20 meses desde que solicitaron su ingreso en la fuerza de reserva. ¡°?Vaya grupo me ha tocado hoy, fresco y bueno!¡±, exclama uno de los instructores tras la primera r¨¢faga de disparos. Los flamantes reservistas que ensayan con temperaturas bajo cero en el campo de tiro de Kungs?ngen, 30 kil¨®metros al noroeste de Estocolmo, la capital, se suman a las decenas de miles de suecos que han mostrado inter¨¦s en aportar su granito de arena a la defensa total del pa¨ªs, un concepto que surgi¨® durante la II Guerra Mundial y ha resucitado con fuerza desde la invasi¨®n rusa de Ucrania.
¡°No dud¨¦ ni un instante. Cuando comenzaron los bombardeos en Ucrania, tuve claro que deb¨ªa alistarme¡±, asiente orgulloso Max Grimborg, de 23 a?os, el m¨¢s joven del grupo que recibe esta semana el curso de formaci¨®n en la base de la Regi¨®n Militar Central. El primer d¨ªa, los voluntarios recogen su equipamiento militar y asisten a unas clases te¨®ricas ¡ª ¡°sobre lo que implica la adhesi¨®n a la OTAN [formalizada el pasado jueves] y las amenazas que representa Rusia¡±, resume Grimborg¡ª. Las dos jornadas siguientes se centran en el manejo de armamento, y la ¨²ltima se dedica casi exclusivamente a la limpieza de las instalaciones.
¡°Han sido dos a?os de espera, pero me alegra mucho que por fin haya llegado el momento. Mi familia me ha apoyado en todo; mi novia, por miedo, no tanto¡±, subraya Grimborg, quien profesionalmente se dedica al sector de los videojuegos y a partir de ahora tendr¨¢ la obligaci¨®n de emplear al menos nueve d¨ªas al a?o en mejorar su preparaci¨®n en la Guardia Nacional, fuerza militar reservista. El joven, natural de Estocolmo, se siente c¨®modo en este ambiente. Como muchos otros de los miembros que han sido admitidos en la Guardia Nacional en los dos ¨²ltimos a?os, ya contaba con la experiencia del servicio militar obligatorio.
Magnus L¨¹ning, comandante de la Regi¨®n Militar Central, sostiene que la Guardia Nacional no tiene capacidad para aceptar a todos los ciudadanos que pretenden incorporarse. El capit¨¢n, sonriente, en¨¦rgico y con m¨¢s de 40 a?os de experiencia en la Armada, describe que faltan instalaciones, instructores y material para poder formar a la avalancha de voluntarios que se han inscrito en los ¨²ltimos 24 meses. En 2022 recibieron 29.000 solicitudes, un 700% m¨¢s que el a?o anterior.
El comandante incide, en su despacho en el cuartel de Kungs?ngen, en que, tras el colapso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, las Fuerzas Armadas de Suecia quedaron disminuidas al m¨ªnimo, el Ej¨¦rcito de Tierra se redujo en un 90% y sus fuerzas navales y a¨¦reas en casi un 70%. La inversi¨®n anual en defensa cay¨® del 3% del PIB a cerca del 1%. ¡°En los ¨²ltimos a?os se ha revertido por completo la tendencia, pero un giro de esta magnitud lleva su tiempo¡±, desarrolla L¨¹ning, quien constantemente muestra su satisfacci¨®n con el reciente ingreso en la Alianza Atl¨¢ntica.
El ej¨¦rcito de civiles que compone la Guardia Nacional es una de las muchas patas del sistema de defensa total. Kristina Syk, miembro de la Asociaci¨®n Sueca de Defensa, se ha dedicado durante los ¨²ltimos 15 a?os al desarrollo de la defensa total ¡ªo integral¡ª. ¡°Cuando comenc¨¦, era un concepto muerto. La base legal segu¨ªa vigente, pero nadie trabajaba en ello y la mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa hab¨ªa olvidado su existencia¡±, sostiene por tel¨¦fono. La experta agrega que en la segunda mitad del siglo pasado, ¡°toda la poblaci¨®n era consciente de que deb¨ªa involucrarse en caso de guerra¡±.
La defensa total comenz¨® a resurgir en 2014, el a?o en que Rusia se anexion¨® ilegalmente la pen¨ªnsula ucrania de Crimea y comenzaron los combates en la regi¨®n de Donb¨¢s. Tres a?os despu¨¦s se recuper¨® el servicio militar obligatorio para hombres y mujeres, aunque en la actualidad afecta a una peque?a proporci¨®n de los j¨®venes que cumplen la mayor¨ªa de edad, seleccionados cada a?o en funci¨®n de diversos criterios. Se prev¨¦, no obstante, que la cifra de reclutas aumente progresivamente hasta 2035.
Ministerio de Defensa Civil
El Gobierno de derechas que se form¨® en oto?o de 2022 dio un nuevo impulso a la defensa integral. Ulf Kristersson, el primer ministro conservador, declar¨® poco despu¨¦s de llegar al poder que ¡°los componentes civiles de la defensa total han ca¨ªdo en el olvido¡± y anunci¨® que su Ejecutivo fomentar¨ªa ¡°la resiliencia de la poblaci¨®n frente a las amenazas h¨ªbridas, como los ciberataques¡±. Claro ejemplo de ello fue la creaci¨®n del Ministerio de Defensa Civil, un caso ¨²nico en la Uni¨®n Europea y un paso que Kristina Syk describe como ¡°crucial¡±.
El ministro de Defensa Civil, Carl-Oskar Bohlin, de 38 a?os, ha insistido en que su objetivo es lograr que, en caso necesario, ¡°el conjunto de la sociedad se alinee con el esfuerzo de resistencia frente al agresor¡± para ¡°preservar la existencia del Estado¡±. A finales de enero, Bohlin anunci¨® que los j¨®venes con experiencia en el ¨¢mbito de los primeros auxilios o la producci¨®n y el transporte de electricidad deber¨¢n realizar unos cursos formativos para poder asistir a los gobiernos locales si estalla una guerra.
Kristersson, Bohlin y otros miembros del Gobierno sueco han reiterado en los ¨²ltimos tres meses que existe un riesgo real de enfrentarse a Rusia en los pr¨®ximos a?os. ¡°Si no est¨¢s dispuesto a defender a Suecia, no seas ciudadano sueco¡±, declar¨® el primer ministro en enero, antes de a?adir que ¡°la nacionalidad sueca no es solo un documento que te permite viajar por el mundo¡±. La l¨ªder de la oposici¨®n, la ex primera ministra socialdem¨®crata Magdalena Andersson, ha sido muy cr¨ªtica con los mensajes alarmistas del Gobierno que, seg¨²n ella, ¡°generan mucha ansiedad¡±, sobre todo, entre los menores de edad. ¡°La situaci¨®n es muy grave, pero debe quedar claro que no estamos al borde de entrar en una guerra¡±, manifest¨® Andersson.
Si Suecia sufriera una agresi¨®n extranjera, el Gobierno podr¨ªa legalmente movilizar a cualquier ciudadano de entre 16 y 70 a?os; la jornada laboral se extender¨ªa a 60 horas semanales, las vacaciones quedar¨ªan suspendidas, y ¨²nicamente se mantendr¨ªan en funcionamiento los servicios esenciales.
El Gobierno sueco tambi¨¦n ha anunciado que la inversi¨®n en las Fuerzas Armadas se elevar¨¢ un 30% este a?o, alcanzando el 2% del PIB, el objetivo m¨ªnimo de gasto fijado por la OTAN. Un estudio de opini¨®n realizado este a?o por el Ministerio de Defensa se?ala que el 81% de los suecos avalan el incremento del presupuesto militar. Adem¨¢s, distintas encuestas recientes sit¨²an a Finlandia y Suecia como los dos miembros de la UE en los que una mayor parte de la poblaci¨®n estar¨ªa dispuesta a ¡°luchar por el pa¨ªs¡± (en torno al 65%, m¨¢s del triple que en Alemania, Italia o Espa?a).
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.