Inc¨®gnitas de una escalada hist¨®rica
Al mostrarse invulnerable gracias a sus sistemas de defensa, Israel se anota una primera victoria de enorme trascendencia
Esta vez es un ataque directo, el primero desde la revoluci¨®n jomeinista. Pocas dudas puede haber de que tambi¨¦n tendr¨¢ como respuesta otro ataque directo de Israel contra territorio iran¨ª. Oriente Pr¨®ximo, en plena ebullici¨®n b¨¦lica desde el 7 de octubre pasado, acaba de entrar en una fase nueva e ins¨®lita de guerra abierta y directa entre dos potencias enemigas que se hab¨ªan golpeado duramente en numerosas ocasiones, siempre a trav¨¦s de agentes o ataques vicarios.
Hasta ahora, la guerra estaba encapsulada en Gaza, con ramificaciones todav¨ªa acotadas en el intercambio de cohetes en la frontera con L¨ªbano y en las costas de Yemen. Han sido ingentes los esfuerzos de Washington para evitar su extensi¨®n regional, a la vez que intentaba moderar al Gobierno de Netanyahu en su guerra contra Ham¨¢s. La m¨¢xima preocupaci¨®n se centraba en la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n, coraz¨®n del eje de la resistencia a Israel y patrocinador de todas las guerras por procuraci¨®n contra el Estado sionista, a trav¨¦s de Ham¨¢s en Gaza, Hezbol¨¢ en L¨ªbano o los hut¨ªes de Yemen.
Han podido m¨¢s las fuerzas de la polarizaci¨®n de ambos bandos, que han conseguido, finalmente, que Ir¨¢n abriera la caja de Pandora con el lanzamiento de m¨¢s de 300 drones y misiles contra territorio israel¨ª, en un ataque coordinado con Hezbol¨¢ y los hut¨ªes. Empezaron muy pronto las primeras intercepciones de misiles por parte de las fuerzas a¨¦reas aliadas de Israel, de Estados Unidos y Reino Unido, a las que siguieron los dispositivos de la C¨²pula de Hierro.
La guerra es el territorio del azar y de la incertidumbre. Desde sus primeros compases hay que procurar orientarse en mitad de la niebla que la caracteriza. En cuanto estallan las hostilidades, la ¨²nica seguridad es la escalada, la subasta de violencia en la que se ven comprometidos los contendientes, dispuestos a responder a cada ataque con otro ataque de mayor intensidad. El resto es el territorio de la confusi¨®n e incluso de las noticias falsas, que es lo que caracteriza los primeros compases del violento enfrentamiento abierto entre dos potencias militares dispuestas a sacarse los ojos.
Pronto se ver¨¢ la capacidad agresiva de Ir¨¢n y de respuesta destructiva de Israel. Al mostrarse invulnerable gracias a sus sistemas de defensa, Israel se anota una primera victoria de enorme trascendencia. Es pr¨¢cticamente imposible que Ir¨¢n consiga algo equivalente, vista la desproporci¨®n de fuerzas y sobre todo de tecnolog¨ªa, contando adem¨¢s con la participaci¨®n de las fuerzas aliadas. El destrozo y los objetivos alcanzados por Israel en Ir¨¢n tendr¨¢n tambi¨¦n un enorme significado respecto al futuro desarrollo de la guerra.
Es m¨¢ximo el peligro que contiene la voluntad agresiva de ambos contendientes, expresada en el ataque de Israel al consulado iran¨ª en Damasco, donde murieron siete destacados cuadros de la Guardia Revolucionaria iran¨ª, y en esta respuesta directa por parte de una potencia habituada a las respuestas por procuraci¨®n. Es el motor fundamental de la din¨¢mica de la escalada, dif¨ªcilmente controlable, incluso cuando lo quieren los contendientes, por el car¨¢cter expansivo de una contienda que compromete a otros pa¨ªses.
En esta se dibuja un eje militar que desborda incluso la regi¨®n, en el que Ir¨¢n se alinea junto a Rusia y Corea del Norte frente a Israel, Estados Unidos y numerosos pa¨ªses occidentales, casi todos los de la UE y la OTAN, con contadas excepciones y ciertamente muchos matices. Son los que surgen de una contradicci¨®n que afecta de lleno a Washington, defensor radical de la existencia y la seguridad de Israel, pero harto a la vez de las provocaciones de Benjam¨ªn Netanyahu. La tregua en Gaza, el intercambio de rehenes y el camino de la paz, que ya se ve¨ªan remotos, est¨¢n desapareciendo del horizonte.
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