El regreso de Johnson, Farage y Truss o la autodestrucci¨®n del Partido Conservador brit¨¢nico
Rishi Sunak, al que las encuestas pronostican una derrota frente a la oposici¨®n laborista, se enfrenta a la rebeli¨®n del ala dura de los ¡®tories¡¯
El Partido Conservador del Reino Unido, se?alan muchos de sus cr¨ªticos, ha entrado en un estado de alucinaci¨®n permanente que permite la resurrecci¨®n de los pol¨ªticos m¨¢s t¨®xicos de los ¨²ltimos a?os. Liz Truss, cuyo breve mandato de 49 d¨ªas hundi¨® la credibilidad econ¨®mica del pa¨ªs, presenta estos d¨ªas su libro Ten Years to Save the West (Diez a?os para salvar Occidente), y no descarta un nuevo intento de convertirse en l¨ªder de los tories: ¡°Tengo todav¨ªa asuntos por resolver, y creo que el Partido Conservador tiene asuntos por resolver¡±, ha dicho Truss esta semana a la cadena LBC. La ex primera ministra acusa al deep state (el Estado profundo, una teor¨ªa de la conspiraci¨®n que considera que los pa¨ªses y el mundo son controlados por fuerzas ocultas) de frustrar su intento de impulsar el crecimiento de la econom¨ªa brit¨¢nica, con una rebaja fiscal de m¨¢s de 50.000 millones de euros que hundi¨® la libra y la deuda p¨²blica del Reino Unido en octubre de 2022. En realidad, fueron el Banco de Inglaterra, el Tesoro y la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria los que pusieron freno a una locura que desestabiliz¨® en pocas horas los mercados y casi hunde el sistema privado de pensiones.
Truss se ha sumado ahora a una cohorte de personajes que sobrevuelan alrededor de un Rishi Sunak en horas bajas. El primer ministro, un tecn¨®crata que ha intentado imponer rigor en las cuentas del pa¨ªs mientras flirteaba con el populismo ¡ªcon un discurso duro contra la inmigraci¨®n o su empe?o en deportar a los reci¨¦n llegados a Ruanda, por ejemplo¡ª, no logra convencer a las bases conservadoras con ninguna de las dos estrategias. Apenas cuatro de cada diez votantes que respaldaron a la derecha brit¨¢nica en las elecciones de 2019 volver¨ªan a hacerlo si el candidato es Sunak, seg¨²n una reciente encuesta elaborada por Opinium para el diario The Observer.
Las pr¨®ximas elecciones generales no tienen a¨²n fecha fija, pero el propio primer ministro ha sugerido que ser¨¢n ¡°en la segunda mitad del a?o¡±, y la mayor¨ªa de los actores pol¨ªticos del Reino Unido apuestan por noviembre. Sin embargo, hay todav¨ªa muchos obst¨¢culos y retos en los pr¨®ximos meses que podr¨ªan alterar esos c¨¢lculos. El 2 de mayo se celebran unas macroelecciones municipales que abarcar¨¢n gran parte de Inglaterra ¡ªy que incluyen, entre otras, la lucha por la alcald¨ªa de Londres¡ª. Si el resultado acaba siendo catastr¨®fico para los conservadores, las presiones sobre Sunak para llamar a las urnas se incrementar¨ªan. El promedio de encuestas publicadas otorga al Partido Laborista una ventaja de 20 puntos. Todas pronostican una victoria tan arrolladora, o incluso m¨¢s, que la del Nuevo Laborismo de Tony Blair en 1997.
Rebeldes contra ¡°el Estado-ni?era¡±
Hay una sensaci¨®n general en el Partido Conservador de que la derrota es inevitable, y la batalla interna se centra ya en saber qui¨¦n liderar¨¢ las ruinas. Como ha ocurrido antes con otras muchas formaciones pol¨ªticas, la respuesta ante la agon¨ªa es incrementar la dosis de veneno, y proliferan las voces que acusan a Sunak de haber abandonado el verdadero conservadurismo, haber sido blando a la hora de poner en pr¨¢ctica el Brexit o desplegar una pol¨ªtica pusil¨¢nime. Fueron muchos los diputados conservadores ¡ª157, entre abstenciones y rechazos¡ª que este martes votaron en contra de la propuesta del Gobierno para prohibir la venta de tabaco a todos aquellos nacidos a partir de 2008. Es una estrategia de salud desplegada ya en otros pa¨ªses, y que cuenta con el apoyo de la oposici¨®n laborista. Sin embargo, el ala dura de los tories considera la medida una demostraci¨®n clara del ¡°Estado-ni?era¡± impulsado por el actual primer ministro, que pone cortapisas a la libertad individual.
Todos estos rebeldes resucitados tienen un punto en com¨²n: su continuo flirteo y su apoyo sin disimulos al candidato presidencial estadounidense, Donald Trump. ¡°El mundo est¨¢ en el umbral de una era de graves conflictos, y necesita m¨¢s que nunca unos Estados Unidos fuertes¡±, ha dicho Truss. ¡°[Con Trump en la presidencia] el mundo fue un lugar m¨¢s seguro¡±, ha dicho.
Nigel Farage, el populista que impuls¨® m¨¢s que ning¨²n otro pol¨ªtico la victoria del Brexit, entrevist¨® de nuevo a su amigo Trump en el programa que presenta en GB News, una especie de altavoz de la derecha brit¨¢nica m¨¢s extrema, similar a la estadounidense Fox News. Farage ha descartado presentarse como candidato del ¨²ltimo partido que en su d¨ªa contribuy¨® a crear, el Reform Party (heredero de UKIP o del Partido del Brexit), pero se mantiene en primera l¨ªnea del debate pol¨ªtico y no ha descartado dar la batalla por el liderazgo del Partido Conservador cuando, como pronostican todas las encuestas, pase a la oposici¨®n.
Finalmente, est¨¢ Boris Johnson. El pol¨ªtico que m¨¢s contribuy¨® en los ¨²ltimos a?os a hundir el prestigio internacional del Reino Unido y que m¨¢s divisi¨®n ha provocado entre los brit¨¢nicos, sigue siendo objeto de a?oranza entre muchos de los afiliados y votantes conservadores. Johnson arrastra rencillas profundas contra Sunak, al que considera principal causante de su ca¨ªda como primer ministro, y no pierde ocasi¨®n de lanzar cr¨ªticas y ataques contra el actual inquilino de Downing Street.
Durante una visita reciente a Canad¨¢, Johnson ¡ªa quien no se puede negar su capacidad para la frase ocurrente¡ª calificaba de ¡°absoluta locura¡± la ley antitabaco de Sunak. ¡°Es de locos que el partido de Winston Churchill proh¨ªba los puros¡±, ironizaba.
M¨¢s delicada era su cr¨ªtica contra el Gobierno ante la idea reclamada por otros conservadores de suspender la venta de armas a Israel, despu¨¦s del ataque que acab¨® con la vida de los siete cooperantes de World Central Kitchen, la organizaci¨®n del cocinero espa?ol Jos¨¦ Andr¨¦s. Johnson calificaba la propuesta de ¡°demente¡± y ¡°vergonzosa¡± en su habitual columna del Daily Mail: ¡°?Queremos entregar la victoria a un mont¨®n de asesinos y violadores [en referencia a Ham¨¢s]? Nos piden que llevemos a cabo una repudiaci¨®n completa de Israel despu¨¦s de que el pa¨ªs haya sufrido la mayor y m¨¢s terrible masacre del pueblo jud¨ªo desde la II Guerra Mundial¡±, denunciaba el ex primer ministro, con una exageraci¨®n en el tono que parec¨ªa acusar de d¨¦bil a Sunak, ya de por s¨ª bastante firme en su respaldo al Gobierno de Netanyahu. Un ejemplo revelador del estado actual de los conservadores, para los que nada es lo suficientemente radical para evitar el hundimiento que les pronostican los sondeos.
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