2024, a?o de la posible victoria laborista: Keir Starmer trata de vencer la apat¨ªa de los brit¨¢nicos

Confiesa Keir Starmer, el l¨ªder de la oposici¨®n brit¨¢nica al que todas las encuestas sit¨²an en Downing Street a finales de 2024, que lo que m¨¢s le aterra es el ¡°encogimiento de hombros¡± del votante frente a la urna, es decir, la idea generalizada de que todos los pol¨ªticos son iguales. La pregunta que muchos brit¨¢nicos todav¨ªa se hacen, a pesar de m¨¢s de 12 a?os de esc¨¢ndalos e ineficacia de los conservadores en el poder es: ?por qu¨¦ el laborismo va a ser distinto?

¡°El Reino Unido est¨¢ clamando desesperadamente por un cambio. Pero la confianza de los ciudadanos en la pol¨ªtica es tan baja, est¨¢ tan degradada, que nadie cree que sea posible marcar la diferencia¡±, admit¨ªa Starmer este jueves en su primer discurso del a?o. Eleg¨ªa la sede del Centro Nacional de Compuestos, en Bristol, un centro de investigaci¨®n y procesamiento de materiales compuestos avanzados que representa la cara m¨¢s tecnol¨®gica e industrial del Reino Unido. Entre robots como fondo de escenario, el l¨ªder laborista intentaba construir un discurso que en realidad era un circo de tres pistas; una cr¨ªtica al ¡°cinismo¡± y ¡°amiguismo¡± de la clase pol¨ªtica de Westminster ¡ªel nombre del palacio donde reside el Parlamento se refiere la jerga pol¨ªtica a la burbuja de poder londinense alejada del resto del pa¨ªs¡ª; una defensa de la pol¨ªtica como ¡°servicio p¨²blico¡±, necesaria para cambiar la situaci¨®n brit¨¢nica; y un contraste entre la leyenda que atribuye eficacia a los conservadores en la gesti¨®n de la econom¨ªa y la realidad de 12 a?os perdidos, entre el Brexit, la pandemia y los experimentos fallidos como la rebaja de impuestos de la ex primera ministra Liz Truss, que hundi¨® la credibilidad del Reino Unido.

¡°Lo que antes era su fortaleza, ahora es su debilidad. Se llamaban a s¨ª mismos el partido de los empresarios; ahora los odian [en referencia al ¡°fuck business!¡±, ?que se jodan los empresarios!, que dijo Boris Johnson ante las cr¨ªticas de la patronal al Brexit]. Presum¨ªan de bajar impuestos, ahora tenemos la presi¨®n fiscal m¨¢s elevada desde la Segunda Guerra Mundial. Alardeaban de su responsabilidad fiscal, y casi hunden la econom¨ªa [con el plan fallido de Truss]¡±, ha dicho Starmer. ¡°He le¨ªdo que los conservadores todav¨ªa pretenden combatir estas elecciones sobre ese terreno, convencidos de que sigue siendo su mayor baza (...). No solo esperamos que la contienda gire en torno a la econom¨ªa. Queremos que gire en torno a la econom¨ªa. Estamos preparados para la batalla, y queremos pasar ya p¨¢gina de toda esta tonter¨ªa neoliberal de los ¨²ltimos a?os¡±, proclamaba el l¨ªder laborista.

¡°Mi hip¨®tesis de trabajo es que tendremos unas elecciones generales en la segunda mitad de este a?o¡±, ha dicho este jueves a los periodistas el primer ministro, Rishi Sunak, durante una visita a la localidad inglesa de Mansfield. Era la pista m¨¢s concreta ofrecida hasta la fecha de cu¨¢ndo se convocar¨¢ a los brit¨¢nicos a las urnas.

Calendario electoral

Con la ley en la mano, los conservadores pueden aferrarse al poder hasta el 28 de enero de 2025. Esa ser¨ªa la fecha l¨ªmite para apurar el mandato de cinco a?os. En los ¨²ltimos meses, sin embargo, corri¨® en los mentideros pol¨ªticos londinenses la idea de que habr¨ªa adelanto a la primavera. En torno a mayo. Starmer exigi¨® a los suyos que tuvieran listo el programa electoral antes de febrero. Sunak sugiere ahora que prefiere apurar algo m¨¢s los plazos, despu¨¦s de un a?o de inflaci¨®n, crecimiento plano y rebeli¨®n interna en el partido por parte del ala dura, descontenta con la fallida pol¨ªtica de Downing Street para controlar la inmigraci¨®n irregular.

¡°Quiero seguir adelante, para enderezar la econom¨ªa y bajar impuestos. Y tambi¨¦n para controlar la inmigraci¨®n irregular y cumplir con los compromisos contra¨ªdos con los ciudadanos brit¨¢nicos¡±, ha defendido Sunak.

La media de las encuestas sit¨²a al Partido Laborista y a su candidato Starmer 18 puntos porcentuales por delante de los conservadores. La ventaja se ha mantenido inalterada durante casi un a?o, y ha logrado extender la idea de que el pr¨®ximo Gobierno ser¨¢ de izquierdas. En 1992, tambi¨¦n con un pa¨ªs agotado despu¨¦s de 13 a?os de thatcherismo, los laboristas confiaban en la victoria, y el conservador John Major logr¨® dar la vuelta a los pron¨®sticos. Es cierto que la ventaja de los sondeos era m¨¢s estrecha que la actual, pero los tories se aferran ahora a ese giro de ¨²ltima hora, convencidos de que Starmer sigue siendo un personaje anodino para muchos de los votantes.

El actual l¨ªder laborista ha logrado deshacerse, a lo largo de cuatro a?os, de todo resto de corbynismo. El equipo que rodeaba a Jeremy Corbyn, el antiguo l¨ªder laborista, veterano izquierdista, ha salido de escena. Excepto el propio Starmer, que tambi¨¦n formaba parte de esa guardia pretoriana que ha logrado quitarse de en medio. Su imagen agrada a los empresarios. Sus propuestas econ¨®micas presumen de responsabilidad y rigor, hasta el punto de haber rebajado la ambici¨®n del plan verde (m¨¢s de 32.000 millones de euros prometidos) para evitar un mayor endeudamiento; o de evitar cualquier compromiso de bajada de impuestos, a pesar de criticar constantemente la presi¨®n fiscal de los gobiernos conservadores.

Ambig¨¹edad con la inmigraci¨®n

Starmer sabe que la inmigraci¨®n irregular se ha convertido en uno de los asuntos que m¨¢s preocupa a los brit¨¢nicos. Los laboristas se cuidan muy mucho de criticar en t¨¦rminos humanitarios los planes de deportaci¨®n a Ruanda de inmigrantes del Gobierno de Sunak. Prefieren centrarse en criticar la ineficacia de los conservadores en atajar el problema. Quien fuera durante a?os jefe de la Fiscal¨ªa de la Corona [similar al fiscal general del Estado espa?ol], asegura que ¨¦l s¨ª ser¨¢ capaz de poner fin a las mafias que trafican con personas en el canal de la Mancha, aunque no descarta la soluci¨®n de externalizar el proceso de acogida de los inmigrantes.

¡°Hay una clara diferencia entre la idea de gestionar en un tercer pa¨ªs las peticiones de asilo y deportar a las personas a lugares como Ruanda. Ya se ha hecho en algunos casos, como por ejemplo con el programa de acogida de ciudadanos de Ucrania. Estoy abierto a soluciones cre¨ªbles frente a un problema complejo, pero defiendo mi idea central de que puede acabarse con las mafias¡±, ha defendido Starmer.

Quedan pocos meses por delante para que el l¨ªder laborista termine de convencer a los brit¨¢nicos de que es la alternativa seria ante el declive de los conservadores, y elimine la idea a¨²n viva de que se trata de un pol¨ªtico con ganas de agradar a todo el mundo y sin terminar de comprometerse ante nada.

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