Israel mata a 14 palestinos en la peor operaci¨®n militar en Cisjordania en la guerra
El campo de refugiados de Nur Chams, arrasado, despide a las v¨ªctimas como m¨¢rtires en un gran funeral, entre las que no estaba el considerado principal objetivo de la operaci¨®n, recibido como un h¨¦roe
¡°Mi hijo Yihad ten¨ªa ciudadan¨ªa israel¨ª¡±, lamenta entre abrazos y muestras de respeto durante el funeral Zandik Niaz, de 40 a?os. El chaval cumpli¨® 15 a?os el s¨¢bado, el d¨ªa en el que un disparo de las tropas de ocupaci¨®n de Israel acab¨® con su vida, seg¨²n el relato del progenitor. ¡°Ya est¨¢ en el para¨ªso¡±, comenta aferrado a su fe como forma de aceptar que ¡°Al¨¢ ha querido llev¨¢rselo¡±. Yihad es uno de los 14 muertos que el ej¨¦rcito de Israel dej¨® como resultado de su incursi¨®n en el campo de refugiados palestinos de Nur Shams (Tulkarem), que comenz¨® a ¨²ltima hora del jueves y se alarg¨® durante 48 horas. Nur Shams ha quedado arrasado.
Es la operaci¨®n con m¨¢s v¨ªctimas mortales que lleva a cabo el Estado jud¨ªo en Cisjordania desde que comenz¨® la actual guerra el pasado 7 de octubre. Miles de hombres vestidos de negro han despedido este domingo en un gran funeral, entre disparos al aire, a los que consideran m¨¢rtires de la causa palestina. Para las autoridades de Israel, son terroristas.
Entre las 14 v¨ªctimas no est¨¢ el m¨¢ximo responsable de las conocidas Brigadas de Tulkarem, la resistencia armada frente a la ocupaci¨®n. Mohamed Jaber, apodado Ab¨² Shujaa, pese a que ha sido dado por muerte este fin de semana por diferentes medios de comunicaci¨®n. Es uno de los hombres m¨¢s buscados en Cisjordania por Israel, que ha tratado varias veces de asesinarlo.
Pero ha osado aparecer en Nur Shams durante las honras f¨²nebres, donde ha sido aclamado como un h¨¦roe y subido a hombros mientras permanec¨ªa rodeado de hombres armados. ¡°?Nosotros somos los hombres de Ab¨² Shajaa!¡±, gritaban cientos de personas al tiempo que se transportaban varios cad¨¢veres, como ha comprobado EL PA?S. Tambi¨¦n ped¨ªan a los que disparaban al aire que guardaran la munici¨®n para hacer frente a los israel¨ªes.
El escenario tras la retirada de las tropas recuerda al de un terremoto. O a las im¨¢genes de Gaza. Edificios de hasta tres plantas venidos abajo. Calles levantadas y sin asfalto. Monta?as de escombros removidas por excavadoras. Tendido el¨¦ctrico derribado. Saneamiento y tuber¨ªas reventadas. No hay suministro de agua, luz ni internet. Los veh¨ªculos del ej¨¦rcito y cientos de militares han destrozado casas, locales y todo cuanto ten¨ªan a su paso durante los dos d¨ªas. Tambi¨¦n han dejado numerosas paredes acribilladas a balazos. Adem¨¢s de Yihad, hay, al menos, otro adolescente entre los muertos. Se trata de Qais Fathi Nasrallah, de 16 a?os, que recibi¨® un disparo en la cabeza cuando circulaba por una calle con su patinete.
La operaci¨®n ha coincidido con los planes del Gobierno de Estados Unidos de sancionar al batall¨®n Netzah Yehuda del ej¨¦rcito israel¨ª, integrado por ultraortodoxos y uno de los desplegados en Cisjordania, por los abusos que cometen, seg¨²n una informaci¨®n desvelada por el medio Axios. ¡°Si alguien piensa que puede imponer sanciones a una unidad del ej¨¦rcito de Israel, lo combatir¨¦ con todas mis fuerzas¡±, ha prometido este domingo el primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu en un comunicado.
Entre los callejones de Nur Shams se suceden las escenas de familias de los muertos sentadas en la calle, mujeres a un lado, hombres a otro. Cerca de un centenar de personas consuelan a los allegados de Jafar Amar, de 20 a?os. En el lugar lucen dos banderas de Ham¨¢s, pero su t¨ªa Hana, de 40 a?os, no quiere entrar en facciones ni grupos armados. ¡°Jafar es palestino. Lo otro, una vez muerto, no importa¡±. Su marido, Moawya Amar, de 50 a?os, acusa a Israel de infligir a todo el campo de refugiados un ¡°castigo colectivo¡±. Cree que tienen capacidad de interceptar de manera individual a aquellos con los que quiere acabar. Se refiere en concreto a Ab¨² Shujaa.
Violencia disparada
En paralelo a la guerra en Gaza, la violencia se ha disparado en Cisjordania, donde las fuerzas de seguridad de Israel han detenido durante la actual contienda a m¨¢s 8.000 personas y matado a m¨¢s de 1.100. Un sanitario que trabajaba de voluntario con la Media Luna Roja fue asesinado el s¨¢bado cuando acud¨ªa a asistir a los heridos durante un ataque de colonos jud¨ªos en el sur de Nablus. Otros dos palestinos han muerto este domingo. Israel les acusa de haber pretendido atacar a sus tropas desplegadas cerca de Hebr¨®n. Todo, en el mismo d¨ªa en el que la guerra sigue su ritmo en la Franja, donde los servicios de emergencia palestinos han hallado una fosa com¨²n con decenas de cad¨¢veres en el patio del hospital Nasser de Jan Yunis, que fue asaltado hace semanas por el ej¨¦rcito de Israel.
Zandik Niaz fue detenido durante la incursi¨®n militar en Nur Shams, que comenz¨® al atardecer del jueves. Permanec¨ªa todav¨ªa en manos israel¨ªes cuando los militares mataron a su hijo Yihad. La familia, ¨¢rabe con nacionalidad israel¨ª y residente en Taybeh, hab¨ªa acudido a Cisjordania a pasar el fin de semana al campo de refugiados, donde reside el abuelo. Zandik, que tiene otros dos hijos y tres hijas, muestra su carn¨¦ de conducir del Estado jud¨ªo para corroborar su denuncia de que Israel ha matado a uno de sus ciudadanos, aunque ellos se consideran palestinos. Como la familia Zandik, hay unos dos millones de ¨¢rabes israel¨ªes, lo que supone el 20% de una poblaci¨®n de 10 millones.
¡°A los israel¨ªes no les importa, todos los ¨¢rabes merecemos la muerte¡±, se queja Zandik al tiempo que rompe a llorar con la llegada del grupo de amigos de su hijo, a los que se abraza entre l¨¢grimas. ¡°Yo pago mis impuestos con los que Israel mantiene su ej¨¦rcito¡±, a?ade mientras muestra los golpes y moratones en el pecho y la cadera del lado izquierdo, recuerdo del tiempo que ha permanecido detenido durante la operaci¨®n militar. ¡°No me importa¡±, asegura que le respondi¨® el oficial al que le mostr¨® sus papeles israel¨ªes tras ser arrestado.
Cisjordania acoge una veintena de campos de refugiados, descendientes de los palestinos expulsados de sus lugares de origen cuando Israel naci¨® como Estado en 1948. En Nur Shams, fundado con ciudadanos originarios de Haifa, en la costa mediterr¨¢nea israel¨ª, viven unas 13.500 personas, seg¨²n datos de 2022 de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). Estos campamentos, que con el paso de los a?os acogen ya viviendas de obra donde en su d¨ªa hubo tiendas de campa?a, son objetivo frecuente de las redadas de los militares de Israel. Adam Boulokos, responsable de esa instituci¨®n en Cisjordania, cree que estos ataques e incursiones forman parte de una ¡°nueva estrategia¡± de las Fuerzas Armadas de Israel para arrasar las infraestructuras de los campos de refugiados, viviendas, carreteras, calles o saneamiento, bajo la actual coyuntura b¨¦lica.
Varios empleados ayudan a ordenar y quitar el polvo a Yusef Gul en su farmacia. ?l muestra restos de proyectiles recogidos entre las estanter¨ªas de los medicamentos. ¡°Saben que esta farmacia da servicio a todo el campo¡±, lamenta sin perder la calma. Como la inmensa mayor¨ªa de los que van de un lado a otro en Nur Shams, da la impresi¨®n de ser inmune al horror que le rodea. Es como si los palestinos de Cisjordania ya se hubieran acostumbrado y estuvieran reparando todos los da?os conscientes de que, tarde o temprano, el ej¨¦rcito israel¨ª regresar¨¢.
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