Gaza vuelve como principal escenario b¨¦lico tras enfriarse el riesgo de una escalada regional

Con el frente entre Israel e Ir¨¢n aparentemente congelado, al menos por ahora, la realidad de la guerra en Oriente Pr¨®ximo vuelve a recordar que el principal escenario del horror sigue abierto en Gaza. All¨ª, la posibilidad de un alto el fuego a corto plazo no se intuye. Las inc¨®gnitas flotan m¨¢s en torno a la decisi¨®n que finalmente tome el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, con respecto a la ciudad meridional de Rafah, cuya invasi¨®n por tierra anunci¨® de manera irremisible hace ya semanas. ?Llevar¨¢ a cabo esa operaci¨®n en contra del criterio incluso de su principal aliado, Estados Unidos? ?Escuchar¨¢ a la ONU y a las organizaciones humanitarias que consideran inviable desplazar al en torno al mill¨®n y medio de ciudadanos refugiados en esa zona?

¡°No quiero esperar al ¨²ltimo segundo, antes de la invasi¨®n israel¨ª de Rafah para irme¡±, cuenta a trav¨¦s de mensajes de voz Samir Zaqout, de 58 a?os, subdirector del Centro Al Mezan para los Derechos Humanos, que, por si acaso, ya ha escapado hacia la zona media de la Franja. ¡°Todos pensamos que esta es una guerra contra civiles y contra infraestructura civil, no contra Ham¨¢s. La gente piensa que va a ser asesinada o su casa destruida, sobre todo desde que Netanyahu se?al¨® Rafah¡±, recalca. Israel defiende que Rafah es el ¨²ltimo basti¨®n que le queda a Ham¨¢s.

El primer ministro israel¨ª tir¨® por la calle de en medio cuando, con el grueso de la comunidad internacional pidi¨¦ndole contenci¨®n, orden¨® el viernes un ataque medido y controlado contra Ir¨¢n, sin causar v¨ªctimas oficialmente ni da?ar su programa nuclear. Lo hizo en represalia por el lanzado por Teher¨¢n en la madrugada del domingo pasado, que no dej¨® v¨ªctimas mortales, aunque hiri¨® a una ni?a beduina. Israel ha sido el ¨²ltimo en atacar antes de este regreso a la calma y, de alguna manera, ha dejado la impronta de su superioridad.

Pero, en el campo de batalla gazat¨ª, Netanyahu no ha logrado sus objetivos, esencialmente, acabar con Ham¨¢s y traer de vuelta a los m¨¢s de 130 rehenes que siguen all¨ª, muchos de ellos ya muertos. Como cada s¨¢bado, Tel Aviv ha vuelto a ser escenario de una manifestaci¨®n de protesta contra el Gobierno y a favor de la liberaci¨®n de los secuestrados.

Por eso, la l¨®gica de lo ocurrido con el pulso iran¨ª y la posible influencia de la presi¨®n internacional para frenar un gran ataque, no puede aplicarse a la guerra en Gaza. La carnicer¨ªa de unos 1.200 muertos que Ham¨¢s perpetr¨® en Israel el 7 de octubre abri¨® la espita de la contienda y supone, m¨¢s de medio a?o despu¨¦s, una pesada losa bajo la que el primer ministro, cada vez m¨¢s impopular, ha de tomar decisiones.

En la Franja, donde las fuerzas israel¨ªes han matado desde entonces a m¨¢s de 34.000 personas, seg¨²n los datos del Ministerio de Sanidad, controlado por Ham¨¢s, son conscientes de que la apisonadora b¨¦lica sigue en marcha. Sin saber el cu¨¢ndo ni el c¨®mo ser¨¢ la operaci¨®n militar anunciada por Netanyahu, desde hace semanas hay ciudadanos que escapan de Rafah, junto a la frontera de Egipto, para tratar de ponerse a salvo en otras zonas de la Franja que creen m¨¢s seguras. Pero se acaban topando con la realidad de la contienda: de un infierno saltan a otro. No hay refugio ni nadie est¨¢ a salvo, como recuerdan las ONG que les atienden sobre el terreno.

Constante zumbido de los drones

Lo ha comprobado Samir Zaqout, el subdirector del Centro Al Mezan, que, tras varios meses acogido en Rafah por familiares, ha vuelto a huir, junto a su mujer. En una especie de diab¨®lico juego de ping-pong, se han dirigido m¨¢s al norte. Ahora est¨¢n instalados en Az Zawayda, entre Deir al Balah y el campo de refugiados de Nuseirat. All¨ª, a?ade, la vida sigue siendo ¡°horrible¡± y bajo un ¡°riesgo permanente¡± por los ataques de las tropas de ocupaci¨®n. Por eso ha decidido ¡ªy conseguido¡ª mandar a Egipto a su hijo Nada, de 15 a?os, y sus hijas, Salma, de 22, y Farah, de 32. El constante zumbido de fondo de los drones israel¨ªes acompa?a el testimonio de Zaqout. ¡°?Los escuchas?¡±, pregunta.

El peligro de los bombardeos y la crisis humanitaria complican la supervivencia en cualquier ¨¢rea del enclave mediterr¨¢neo palestino. ¡°Paso la mayor parte del tiempo tratando de conseguir agua¡±, comenta Zaqout, pues las autoridades municipales solo logran facilitarles el suministro un rato y apenas sin presi¨®n cada 12 o 14 d¨ªas. A eso hay que unir otros problemas ¡ªgraves, pero convertidos en cotidianos¡ª como la falta de electricidad, que, explica, repercute tambi¨¦n en que los alimentos frescos, como el pollo o la leche, no pueden conservarse porque las neveras no funcionan. ¡°Comer alimentos envasados durante tantos meses est¨¢ matando a la gente¡±, concluye mientras a?ade que la comida escasea y su precio se ha disparado.

Tras los ataques israel¨ªes a las infraestructuras m¨¦dicas, la asistencia sanitaria y la obtenci¨®n de medicinas son otros problemas convertidos en parte de esa carrera de obst¨¢culos para sobrevivir, as¨ª como la creciente dificultad para conseguir dinero en efectivo. ¡°Aunque tengo dinero, hace tres meses que no tengo acceso a mi banco¡±, denuncia el subdirector de Al Mezan. Su situaci¨®n, destaca, no es tan complicada como la de miles de familias empobrecidas en Gaza, no solo por la actual guerra, y que dependen de las remesas que les llegan de sus familiares en el extranjero.

¡°La ¨²nica manera de detener la hambruna es mediante un acceso regular y sostenido [de la ayuda] y un alto el fuego humanitario¡±, alert¨® el jueves el Programa Mundial de Alimentos (PMA) a trav¨¦s de la red social X (antes Twitter). Esta organizaci¨®n, dependiente de la ONU, denuncia que el n¨²mero de camiones que Israel permite acceder a Gaza sigue siendo insuficiente. En lo que va del mes de abril, 392 camiones entraron con alimentos, lo que supone casi lo mismo que en marzo, pero la mitad que en enero, a?ade la misma fuente.

Alto el fuego atascado

Si la escalada con Ir¨¢n ha sido frenada, tambi¨¦n parecen atascadas las negociaciones para un alto el fuego en Gaza. El l¨ªder pol¨ªtico de Ham¨¢s, Ismail Haniya, fue recibido este s¨¢bado por el presidente de Turqu¨ªa, Recep Tayyip Erdogan. El mandatario turco, islamista como el grupo fundamentalista palestino, no forma parte del n¨²cleo duro de pa¨ªses mediadores (Estados Unidos, Qatar y Egipto), pero trata de mover hilos hacia el fin del conflicto.

Mientras, la denominada Flotilla de la Libertad, que agrupa organizaciones de varios pa¨ªses, pretende zarpar desde Turqu¨ªa a Gaza con m¨¢s de 5.000 toneladas de ayuda humanitaria y la intenci¨®n de romper el bloqueo israel¨ª. Erdogan se mostr¨® seguro de que ¡°alg¨²n d¨ªa Israel pagar¨¢ el precio¡± por ¡°la opresi¨®n que inflige a los palestinos¡± y explic¨® a Haniya que Turqu¨ªa est¨¢ ¡°haciendo todos los esfuerzos posibles para establecer un Estado de Palestina independiente¡± y lograr ¡°una paz permanente¡± en la regi¨®n, informa Andr¨¦s Mourenza. Tambi¨¦n pidi¨® al l¨ªder de Ham¨¢s que los palestinos ¡°act¨²en en unidad¡± en referencia a los fracasados intentos de lograr un Gobierno conjunto con las dem¨¢s facciones pol¨ªticas de Gaza y Cisjordania. Turqu¨ªa ha incrementado sus contactos diplom¨¢ticos en las ¨²ltimas semanas para tratar de evitar una mayor escalada de la tensi¨®n en Oriente Pr¨®ximo, ejerciendo de intermediario entre Ir¨¢n y Estados Unidos, y en reuniones con los pa¨ªses vecinos y Ham¨¢s.

La reacci¨®n de Israel al encuentro entre Erdogan y Haniya ha venido por parte del ministro de Exteriores, Israel Katz, en su cuenta de X (antes Twitter): ¡°Los Hermanos Musulmanes: violaci¨®n, asesinato, profanaci¨®n de cad¨¢veres y quema de beb¨¦s. Qu¨¦ verg¨¹enza, Erdogan¡±. Siete familiares de Haniya (tres hijos y cuatro nietos) fueron asesinados en un bombardeo israel¨ª en Gaza el 10 de abril.

Ham¨¢s est¨¢ sopesando abandonar Qatar como su base pol¨ªtica en el extranjero, seg¨²n el diario estadounidense The Wall Street Journal, lo que, seg¨²n medios israel¨ªes, podr¨ªa alterar los contactos para el cese de las hostilidades.

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