El Parlamento brit¨¢nico cede ante Sunak y da luz verde a la deportaci¨®n de inmigrantes a Ruanda
El primer ministro asegura que ya est¨¢n preparados el aeropuerto, los vuelos y los responsables de seguridad del operativo, que comenzar¨¢ en julio
Rishi Sunak ha apostado su futuro pol¨ªtico, por mucho que las encuestas lo dibujen breve y sombr¨ªo, al plan de deportaciones a Ruanda. El primer ministro brit¨¢nico prometi¨® que los primeros vuelos con inmigrantes irregulares destinados a ese pa¨ªs africano despegar¨ªan en primavera. No ha conseguido cumplir ese plazo, pero Sunak ha logrado doblegar, despu¨¦s una larga jornada de tira y afloja, la resistencia de un grupo de lores en la C¨¢mara alta del Parlamento. La Rwanda Safety Bill (algo as¨ª como Ley para proclamar Ruanda un pa¨ªs seguro), el texto por el que se cercena pr¨¢cticamente la posibilidad de que una persona recurra su deportaci¨®n ante la justicia brit¨¢nica, quedaba aprobado finalmente en la madrugada de este martes.
¡°Puedo confirmar que ya tenemos preparado un aeropuerto, y hemos reservado vuelos comerciales ch¨¢rter con horarios comprometidos. Hemos entrenado a 500 personas para acompa?ar a los inmigrantes ilegales [sic] hasta Ruanda, e incorporaremos a otras 300 en las pr¨®ximas semanas¡±, anunciaba Sunak horas antes de que el Parlamento diera finalmente luz verde a la ley, pero dispuesto ya a aplicar toda la presi¨®n necesaria sobre diputados y lores hasta que saliera adelante el texto. ¡°El primer vuelo despegar¨¢ dentro de 10 o 12 semanas. Algo m¨¢s tarde de lo que quer¨ªamos, pero siempre dejamos claro que este procedimiento llevar¨ªa su tiempo¡±, admit¨ªa el primer ministro. Si se sale con la suya, las deportaciones comenzar¨¢n el pr¨®ximo julio.
El ¡°ping-pong¡± parlamentario
Lo ocurrido este lunes en el Parlamento brit¨¢nico tiene un nombre en la jerga pol¨ªtica brit¨¢nica: ¡°ping-pong parlamentario¡±. La C¨¢mara de los Lores enviaba sus enmiendas de la ley a la C¨¢mara de las Comunes, que proced¨ªa a devolv¨¦rselas sin tomarlas en consideraci¨®n. Hasta cuatro viajes de ida y vuelta. As¨ª hasta que alguien cediera.
El laborista Desmond Browne, que fue ministro de Defensa en el Gobierno de Tony Blair, hab¨ªa reclamado que todos aquellos afganos que colaboraron con las fuerzas brit¨¢nicas durante la ¨²ltima invasi¨®n de aquel pa¨ªs queden excluidos de las posibles deportaciones. El independiente David Anderson hab¨ªa logrado forjar una coalici¨®n de lores que reclamaba que la comisi¨®n independiente contemplada en la ley confirmara que Ruanda es realmente un pa¨ªs seguro, al que pueda delegarse la gesti¨®n de los inmigrantes irregulares, y que el ministro del Interior lo comunicara as¨ª al Parlamento antes de que el texto entrara en vigor.
Dos son las razones, o movimientos, por los que el bloqueo se ha levantado finalmente. En primer lugar, Sunak ha entendido que ten¨ªa que ofrecer alguna concesi¨®n. Andrew Sharpe, el miembro de la C¨¢mara de los Lores que ha representado al Gobierno en el debate, promet¨ªa finalmente que el Ministerio de Defensa revisar¨ªa los requisitos para ser deportado, con el objetivo de que ning¨²n afgano veterano y colaborador de las fuerzas brit¨¢nicas pudiera entrar en esa lista. ¡°No entrar¨¦ en una discusi¨®n sem¨¢ntica. Se trata sencillamente de la decisi¨®n correcta¡±, admit¨ªa Sharpe.
En segundo lugar, como en otras ocasiones, la C¨¢mara alta ha entendido que no pod¨ªa recaer sobre ella la responsabilidad final de frenar un texto legal que contaba con el respaldo mayoritario de la C¨¢mara de los Comunes, el principal cuerpo legislativo del Reino Unido. Por eso, la segunda de las enmiendas, la que exig¨ªa una ¨²ltima confirmaci¨®n sobre la seguridad de Ruanda ¡ªla que los lores m¨¢s se hab¨ªan resistido a retirar¡ª ha desaparecido del debate ya de madrugada. ¡°Es hora de que esta c¨¢mara reconozca la supremac¨ªa de la C¨¢mara de los Comunes¡±, reconoc¨ªa el principal proponente de la moci¨®n, Lord Anderson. ¡°Les aseguro que esta ley es profundamente moral y patriota e intenta defender las fronteras de nuestro pa¨ªs¡±, aseguraba Sharpe en nombre del Gobierno, en los ¨²ltimos minutos de debate, en un intento de imponer algo de conciliaci¨®n en una discusi¨®n que hab¨ªa sido larga y agria por momentos.
Al retirar la C¨¢mara alta la ¨²ltima de sus enmiendas, el texto quedaba aprobado. La Oficina Nacional de Auditor¨ªa brit¨¢nica ha calculado un coste de unos 627 millones de euros por los 300 primeros migrantes que sean deportados a Ruanda, es decir, en torno a los dos millones por solicitante de asilo.
Sunak hab¨ªa culpado indirectamente por la ma?ana a los lores de bloquear una ley respaldada por la mayor¨ªa del electorado conservador. ¡°Durante casi dos a?os, nuestros rivales han intentado usar todos los trucos posibles para bloquear los vuelos [a Ruanda] y permitir que los botes [con inmigrantes irregulares] siguieran llegando a nuestras costas. Se acab¨®. No m¨¢s enga?os. No m¨¢s retrasos. El Parlamento se reunir¨¢ hoy y votar¨¢ sobre este asunto, sea lo tarde que sea. Se acabaron los peros. Estos aviones partir¨¢n hacia Ruanda¡±, hab¨ªa advertido el primer ministro.
Sunak vincul¨® el ¨¦xito de su mandato, a los pocos d¨ªas de entrar en Downing Street, con la promesa de poner freno a la inmigraci¨®n irregular. El eslogan Stop the boats (Detengamos los botes, en referencia a las embarcaciones con personas que intentaban cruzar el canal de la Mancha) presid¨ªa cada comparecencia del primer ministro para abordar un asunto que, seg¨²n todos los sondeos, se hab¨ªa convertido en una obsesi¨®n de los votantes conservadores.
En junio de 2022, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos suspendi¨® en el ¨²ltimo minuto el primer vuelo destinado a Ruanda, al que apenas hab¨ªan embarcado media docena de personas despu¨¦s de una avalancha de recursos que dej¨® en tierra a muchos de los inmigrantes que el Gobierno brit¨¢nico pretend¨ªa deportar.
Poco despu¨¦s, fueron los propios tribunales del Reino Unido ¡ªun tribunal de apelaci¨®n, primero, y finalmente el Supremo¡ª los que declararon ilegal un plan que planteaba muchas incertidumbres respecto a la seguridad de los deportados.
Presionado por el ala dura de su partido, que reclamaba incluso al Gobierno que ignorara la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos en materia de inmigraci¨®n, Sunak sac¨® de la chistera un nuevo texto legal (Rwanda Safety Bill). Adem¨¢s de proclamar legalmente, con un tono voluntarista, que Ruanda es un lugar seguro, para calmar as¨ª las posibles dudas de los jueces, el Gobierno brit¨¢nico cortaba en seco cualquier posibilidad de que los inmigrantes irregulares que fueran a ser deportados pudieran recurrir la decisi¨®n ante la justicia. Solo aquellos que se enfrentaran a un ¡°riesgo real, inminente y probable de sufrir un da?o grave e irreversible¡±, que padecieran unas dolencias graves, f¨ªsicas o mentales, que hubieran sido v¨ªctimas de torturas o que tuvieran tendencias suicidas, pod¨ªan ser excluidos.
Sunak necesitaba desesperadamente la victoria parlamentaria que ha logrado. El 2 de mayo se celebran elecciones municipales por toda Inglaterra. Los sondeos vaticinan un nuevo descalabro de los tories, que podr¨ªan llegar a perder hasta 500 representantes locales.
Aunque el primer ministro ha reiterado su voluntad de que no haya elecciones generales hasta el pr¨®ximo oto?o, una derrota superior a la prevista encender¨ªa los ¨¢nimos internos en el Partido Conservador. La idea de tener que afrontar una nueva moci¨®n de censura en el grupo parlamentario, como las que derrotaron a Theresa May, Boris Johnson o Liz Truss, podr¨ªa f¨¢cilmente llevar al primer ministro a la decisi¨®n de convocar por adelantado las urnas.
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