El rey Carlos de Inglaterra reanudar¨¢ el martes la actividad p¨²blica tras el tratamiento de su c¨¢ncer
El monarca visitar¨¢ un centro m¨¦dico de investigaci¨®n oncol¨®gica y recibir¨¢ en junio a los emperadores de Jap¨®n en visita de Estado
El Palacio de Buckingham respira aliviado y se aferra a la primera buena noticia en muchos meses. ¡°Su Majestad el Rey se reincorporar¨¢ en breve a sus actividades presenciales de cara al p¨²blico, despu¨¦s de un periodo de tratamiento y recuperaci¨®n, tras el reciente diagn¨®stico de c¨¢ncer que recibi¨®¡±, ha asegurado en un comunicado, difundido este viernes por la casa real brit¨¢nica.
Carlos III, acompa?ado de la reina consorte Camila, visitar¨¢ el martes que viene un centro de tratamiento del c¨¢ncer, donde se reunir¨¢ con m¨¦dicos especialistas y pacientes. ¡°Se tratar¨¢ del primero de una serie de compromisos externos que atender¨¢ Su Majestad en las pr¨®ximas semanas¡±, asegura el texto. De todas esas pr¨®ximas actividades, la m¨¢s relevante ser¨¢ la visita de Estado de los emperadores de Jap¨®n ¨DNaruhito y su esposa Masako¨D que tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo mes de junio por invitaci¨®n expresa del Gobierno brit¨¢nico.
El tratamiento al que est¨¢ sometido el monarca, de 75 a?os, a¨²n no ha concluido, pero ¡°su equipo m¨¦dico se muestra optimista ante el progreso logrado hasta ahora y permanecen optimistas sobre la recuperaci¨®n¡±, ha dicho un portavoz de la casa real, que ha se?alado que ¡°los actos p¨²blicos venideros se adaptar¨¢n, cuando sea necesario, para minimizar cualquier riesgo a la continua recuperaci¨®n de Su Majestad¡±.
¡°A medida que se acerca la fecha del primer aniversario de la Coronaci¨®n, Sus Majestades permanecen profundamente agradecidos por todas las muestras de bondad y de buenos deseos que han recibido desde todos los rincones del mundo a lo largo de las alegr¨ªas y desaf¨ªos de los ¨²ltimos doce meses¡±, finaliza el comunicado.
Desde que fue diagnosticado con ¡°una forma de c¨¢ncer¡± a principios de febrero, Carlos III ha estado sometido a un tratamiento que el equipo de comunicaci¨®n de la casa real ha evitado especificar, si bien resultaba obvio que se trata de alg¨²n tipo de quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia. Lo que s¨ª dejaron claro desde un principio es que no ser¨ªa sometido a ninguna operaci¨®n quir¨²rgica.
Durante todo este tiempo, el monarca se ha dejado ver de modo constante a trav¨¦s de comunicados escritos o grabados, fotos y v¨ªdeos, para transmitir la idea de que sus capacidades se manten¨ªan plenas y de que era capaz de seguir el d¨ªa a d¨ªa de los asuntos de Estado.
El 31 de marzo, Domingo de Pascua, Carlos III acudi¨® a la capilla de San Jorge, en el recinto del castillo de Windsor, para participar en el tradicional servicio religioso. Era la primera vez en mucho tiempo que el monarca participaba de modo presencial en un acto p¨²blico. Entonces, recorri¨® a pie varios metros, acordonados en el exterior, donde esperaban centenares de ciudadanos, y se dej¨® hacer fotos con muchos de los que aguardaban all¨ª desde primera hora de la ma?ana. Un gesto interpretado por muchos como un intento de recuperar cierta apariencia de normalidad en la actividad del rey.
El palacio de Buckingham acert¨® con la tecla correcta al informar inmediatamente ¡ªaunque de manera limitada¡ª a principios de febrero, en cuanto se supo el diagn¨®stico, del estado de salud de Carlos III. No ocurri¨® lo mismo con la princesa de Gales, Kate Middleton, cuyo estado de salud y paradero desat¨® una marea de especulaci¨®n y rumores en las redes sociales y en la prensa de todo el mundo. Middleton se recuperaba de una operaci¨®n complicada de ¡°cirug¨ªa abdominal¡±, a la que fue sometida a mediados de enero, que le imped¨ªa mostrar normalidad.
La conmoci¨®n del c¨¢ncer descubierto a la princesa de Gales, precisamente durante esa intervenci¨®n, y la necesidad derivada de llevar a cabo un tratamiento de quimioterapia, se juntaron con la urgencia de que se recuperase de la operaci¨®n a la que la hab¨ªan sometido antes de comenzar esa nueva y delicada fase. A todo ello se sumaba que hab¨ªa tres ni?os de 10, 8 y 5 a?os para los que hab¨ªa que elegir el momento preciso de comunicarles ¨Dy ayudarles a entender¨D una noticia que iba a alterar profundamente la estabilidad interna de la familia. La princesa y su equipo de comunicaci¨®n optaron por no revelar p¨²blicamente su diagn¨®stico hasta que la presi¨®n social y medi¨¢tica, incrementada por el episodio de la foto familiar manipulada que denunciaron las principales agencias de fotograf¨ªa, llev¨® al palacio de Kensington a cambiar de estrategia.
En un v¨ªdeo, la propia Middleton dio a conocer al mundo que ten¨ªa c¨¢ncer. Fue precisamente una conversaci¨®n con el rey, quien ahora ha anunciado su reincorporaci¨®n a la vida p¨²blica, la que convenci¨® a la princesa de que la mejor estrategia era contar la verdad a la opini¨®n p¨²blica. A partir de ese momento, comenz¨® a recibir las mismas muestras de apoyo y solidaridad que le hab¨ªan sido dedicadas a su suegro desde el primer minuto.
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