La oleada de agresiones a pol¨ªticos desata la alarma en Europa: ¡°Me atacaron de forma repentina e inesperada¡±
El eurodiputado alem¨¢n Matthias Ecke, que se recupera de una brutal paliza, asegura que los partidos ultras fomentan la violencia. Los ataques, que se reproducen a lo largo del continente, afectan a diversas fuerzas pol¨ªticas
Al eurodiputado socialdem¨®crata alem¨¢n Matthias Ecke le partieron literalmente la cara cuando pegaba carteles electorales en su ciudad, Dresde. Unas semanas antes, la socialista espa?ola Iratxe Garc¨ªa, a la que ya le hab¨ªan rajado las ruedas del coche, se despert¨® con su casa de la provincia de Valladolid rodeada de pintadas con insultos. La repetici¨®n de actos de violencia contra eurodiputados y otros pol¨ªticos nacionales y locales ¡ªde diverso signo pol¨ªtico¡ª est¨¢ haciendo saltar las alarmas en Bruselas y en el resto de Europa, especialmente a menos de un mes de unas elecciones europeas marcadas por una fuerte polarizaci¨®n. Lo sabe Ecke, que se recupera de la brutal paliza que sufri¨® el pasado 3 de mayo. ¡°Los voluntarios de partidos de izquierda eran su objetivo¡±, asegura a EL PA?S sobre sus agresores. El fen¨®meno tambi¨¦n afecta a Espa?a. El exalcalde de Ponferrada Olegario Ram¨®n, del PSOE, fue v¨ªctima de los ultras en abril. ¡°Se van a producir m¨¢s casos¡±, alerta.
Cuatro de las familias pol¨ªticas europeas, Socialistas y Dem¨®cratas (S&D), los liberales de Renew, los Verdes y La Izquierda emitieron esta semana una declaraci¨®n conjunta ¡°en defensa de la democracia¡± tras el ataque a Ecke y otros casos recientes: la agresi¨®n a un diputado ecologista alem¨¢n, Kai Gehring, actos violentos de la extrema derecha en Estocolmo o la quema de carteles electorales en la casa de un concejal socialista belga. Los firmantes, entre los que el gran ausente es el Partido Popular Europeo (PPE), condenan los ¡°crecientes casos de acoso, vandalismo, desinformaci¨®n, difamaci¨®n y discursos de odio de la extrema derecha en todos los Estados miembros para amenazar a pol¨ªticos, activistas, periodistas y ciudadanos europeos¡± y se comprometen a ¡°no cooperar jam¨¢s ni a formar una coalici¨®n con la extrema derecha ni con partidos radicales a ning¨²n nivel¡±.
Iratxe Garc¨ªa, presidenta de S&D y promotora de la declaraci¨®n pol¨ªtica, cree que la violencia pol¨ªtica actual es un fen¨®meno sin precedentes recientes: ¡°Siempre ha habido casos concretos, pero se est¨¢n intensificando. Lo hemos visto en Alemania, tambi¨¦n en Espa?a, en otros pa¨ªses de la UE est¨¢n ocurriendo cuestiones similares y tiene que ver con la polarizaci¨®n y con una agresividad por parte de aquellos que beben de los mensajes de odio de la extrema derecha¡±, analiza para EL PA?S. Le preocupa, se?ala, la negativa del PPE a firmar el texto por la inclusi¨®n de la extrema derecha en el mismo, que ve como una ¡°se?al pol¨ªtica del peligro¡± tras las elecciones europeas de junio ¡°en el caso de que la aritm¨¦tica parlamentaria d¨¦ posibilidades de construir mayor¨ªas entre la derecha y la extrema derecha¡±. La propia presidenta de la Comisi¨®n Europea y candidata por el PPE a repetir el puesto, Ursula von der Leyen, dej¨® durante el primer debate entre candidatos la puerta abierta a pactar tras el 9 de junio con formaciones m¨¢s a la derecha de su partido. ¡°Es preocupante una actitud del PPE, donde no est¨¢n respetando ese cord¨®n sanitario a la extrema derecha que ha sido una tradici¨®n en Europa¡±, subraya Garc¨ªa.
Aunque m¨¢s frecuentes ¨²ltimamente, los episodios de violencia y amenazas contra pol¨ªticos en Europa no se limitan a acciones de ultras contra la izquierda. Tras el ataque a Ecke, el eurodiputado conservador belga Pascal Arimont se solidariz¨® con su colega alem¨¢n. Tambi¨¦n ¨¦l, record¨®, fue atacado: a finales de 2021, desconocidos lanzaron un c¨®ctel molotov contra su casa y escribieron pintadas amenazadoras por pronunciarse a favor de la vacunaci¨®n contra la covid-19.
La crisis sanitaria ha sido uno de los detonantes de la explosi¨®n de violencia contra pol¨ªticos, algo que se vivi¨® de forma especialmente cruda en pa¨ªses como Francia, marcado durante meses por protestas antivacunas. Francia, que ya entre 2021 y 2022 registr¨® un 32% m¨¢s de ataques verbales o f¨ªsicos, sobre todo contra alcaldes, tambi¨¦n vivi¨® el a?o pasado otra inusitada oleada de violencia pol¨ªtica, en el marco de las protestas contra la reforma de las pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron ¡ªabofeteado por un hombre en 2021¡ª y tras la muerte de un adolescente por un disparo de la polic¨ªa en el suburbio parisiense de Nanterre.
En Alemania, donde los ataques a pol¨ªticos han crecido exponencialmente este a?o ¡ªmientras en todo 2023 se registraron un total de 27 agresiones f¨ªsicas a pol¨ªticos, en lo que va de 2024 ya suman 22¡ª, el principal objetivo son miembros de Los Verdes, seguidos de los del partido de extrema derecha Alternativa por Alemania (AfD), seg¨²n un informe del Parlamento federal. Esta misma semana, dos diputados regionales de AfD resultaron heridos leves en un ataque en Stuttgart.
A finales del a?o pasado, en Pa¨ªses Bajos, tambi¨¦n un pol¨ªtico de extrema derecha, Thierry Baudet, acab¨® en el hospital tras recibir un botellazo en la cabeza. Pa¨ªses como Suecia o Irlanda llevan tiempo denunciando la creciente hostilidad contra cargos locales y regionales, algo tambi¨¦n demasiado habitual en Italia, se?ala un estudio de la organizaci¨®n The Armed Conflict Location & Event Data Project (ACLED), que recopila datos sobre violencia pol¨ªtica y protestas de todo el mundo. Solo entre 2020 y 2022, ACLED registr¨® incidentes de violencia contra pol¨ªticos locales en al menos 16 de los 27 pa¨ªses de la UE. Seg¨²n su analista Andrea Carboni, aunque no se puede hablar de una ola de violencia ¡°uniforme¡± en toda Europa, s¨ª se ha constatado, como denuncian tambi¨¦n los diversos pa¨ªses, un incremento de casos sobre todo el ¨²ltimo a?o, especialmente en lo que respecta a ¡°agresiones f¨ªsicas¡± a responsables electos.
Ya en 2020, el Parlamento Europeo advert¨ªa del peligro del discurso del odio, al que vinculaba dos de los casos de violencia pol¨ªtica en Europa m¨¢s extremos de los ¨²ltimos a?os: el mortal apu?alamiento del alcalde centrista de la ciudad polaca de Gdansk, Pawel Adamowicz, en enero de 2019, y el asesinato del pol¨ªtico democristiano alem¨¢n Walter L¨¹bcke a manos de un neonazi en junio de ese mismo a?o. En 2016, en Reino Unido, la diputada laborista Jo Cox muri¨® tras ser tiroteada y apu?alada durante la campa?a del refer¨¦ndum del Brexit.
¡°La violencia nunca debe ser un medio para expresar una opini¨®n o combatir la de otros. La violencia siempre empieza con palabras. Tambi¨¦n en las redes y en los comentarios an¨®nimos¡±, advirti¨® el eurodiputado belga Arimont tras el ataque a Ecke.
El pasado oto?o, la violencia contra pol¨ªticos locales y regionales centr¨® uno de los debates del Consejo de Europa, en el que se advirti¨® de una peligrosa consecuencia de esta tendencia, que representa una ¡°amenaza a nuestras democracias¡±: el ¡°efecto desmotivador¡± para participar en la vida pol¨ªtica. Lo saben en lugares como la regi¨®n valona de B¨¦lgica, donde un sondeo indica que el 40% de los alcaldes duda si volver a presentarse a los comicios por la creciente violencia que sufren. El fen¨®meno se repite en Alemania, donde tambi¨¦n m¨¢s de uno de cada cuatro alcaldes ha pensado en retirarse de la pol¨ªtica por su propia seguridad, seg¨²n otra encuesta reciente.
A continuaci¨®n, abordamos el caso de dos pol¨ªticos agredidos que reflexionan sobre su propia experiencia y este fen¨®meno pol¨ªtico.
Matthias Ecke: ¡°Son ataques a la democracia¡±
Matthias Ecke, candidato socialdem¨®crata alem¨¢n para las europeas, nunca pens¨® que ser¨ªa objeto de un ataque en Dresde, la ciudad en la que vive con su mujer y sus dos hijas desde 2014. Nacido hace 41 a?os en la peque?a localidad sajona de Meerane, empobrecida tras el declive de la industria textil, conoce de primera mano los problemas sociales que vive el este de Alemania desde la reunificaci¨®n.
Curtido en las filas socialdem¨®cratas durante casi 20 a?os, se convirti¨® en eurodiputado del Parlamento en 2022. Ahora, el destino quiso que lo que ten¨ªa que ser una simple pegada de carteles electorales la noche del pasado 3 de mayo acabara con su ingreso en el hospital.
¡°Estaba pegando carteles para las elecciones municipales y europeas en un barrio de clase media de Dresde, junto con otro compa?ero, al igual que decenas de otros miembros del SPD y voluntarios de otros partidos aquella noche¡±, recuerda Ecke en una entrevista realizada a trav¨¦s de correo electr¨®nico debido a que a¨²n se encuentra convaleciente de la brutal paliza que recibi¨® por un grupo de cuatro j¨®venes de entre 17 y 18 a?os, que ya han sido identificados por las autoridades alemanas. ¡°El ataque se produjo de forma repentina e inesperada. Al parecer, los voluntarios de partidos de izquierda eran su objetivo¡±, explica sobre la agresi¨®n.
El eurodiputado fue trasladado al hospital con una fractura en el p¨®mulo y la cuenca del ojo y fue operado el pasado domingo. En su opini¨®n, no fue algo planeado contra ¨¦l: ¡°No creo que el ataque fuera contra m¨ª como pol¨ªtico europeo¡±, responde a la pregunta sobre si tem¨ªa que le atacaran en campa?a dado el incremento del ¨²ltimo a?o en el n¨²mero de agresiones contra pol¨ªticos. ¡°M¨¢s bien, la intenci¨®n era atacar a alguien que estuviera pegando carteles electorales para el SPD¡±. Sin embargo, reconoce que como pol¨ªtico del SPD recibe ¡°amenazas a menudo, sobre todo en las redes sociales¡±.
El incidente sacudi¨® a la sociedad alemana y dej¨® patente algo de lo que llevan tiempo alertando los expertos: la difusi¨®n de mensajes de odio y campa?as de desinformaci¨®n acaban teniendo consecuencias. As¨ª tambi¨¦n lo ve Ecke. ¡°Con sus palabras y ataques verbales, los extremistas de derechas crean una atm¨®sfera que fomenta estas agresiones. Quieren asegurarse de que los partidos de izquierda se sientan intimidados. Pero no lo conseguir¨¢n. No nos silenciar¨¢n¡±.
Seg¨²n el Gobierno alem¨¢n, en 2023 hubo un total de 35 agresiones con violencia contra pol¨ªticos socialdem¨®cratas y 293 delitos de ataques verbales. Pero si bien este tipo de incidentes no son nada nuevo para los partidos, algo ha cambiado en el pa¨ªs europeo. ¡°Estamos ante una desinhibici¨®n organizada con el objetivo de desestabilizar la democracia. Partidos como Alternativa para Alemania (AfD) lo intentan abiertamente y, por desgracia, con cierto ¨¦xito. Son ataques al principio mismo de las elecciones libres y, por tanto, a la democracia¡±, indica Ecke sobre unos incidentes que cada vez son m¨¢s frecuentes. En su opini¨®n, ¡°todos los partidos democr¨¢ticos deben contrarrestarlo¡± y recomienda ¡°no jugar al juego de la indignaci¨®n, de menospreciar a sus oponentes pol¨ªticos¡±. ¡°Cualquiera que adopte el lenguaje y los temas de la extrema derecha los est¨¢ haciendo aceptables¡±, avisa.
Muchos equipos encargados de pegar carteles electorales en Alemania informan de que apenas pueden pasar dos horas sin que les increpen o insulten. La brutal paliza a Ecke no ha hecho sino incrementar a¨²n m¨¢s el miedo y que se revivan ataques pasados como cuando en 2019, un neonazi asesin¨® de un disparo en la cabeza a quemarropa al diputado de Hesse Walter L¨¹bcke.
¡°Muchos tendr¨¢n una sensaci¨®n de inquietud¡±, reconoce el pol¨ªtico sobre si sus compa?eros de partido est¨¢n m¨¢s asustados o preocupados tras su ataque. ¡°La seguridad de los militantes y voluntarios es, por supuesto, la m¨¢xima prioridad. Pero tambi¨¦n percibo un esp¨ªritu de lucha en mi partido, ahora m¨¢s que nunca¡±.
Olegario Ram¨®n: ¡°La ultraderecha en las instituciones supone un retroceso en derechos y libertades¡±
Olegario Ram¨®n, exalcalde socialista de Ponferrada, sal¨ªa el pasado 11 de abril de la sede de su partido en la localidad leonesa cuando fue agredido por un manifestante de extrema derecha. El ahora concejal rememora esos momentos de tensi¨®n, grabados por otros compa?eros del PSOE, que se tradujeron en golpes y heridas. ¡°El agresor y su grupo derivan toda la responsabilidad al agredido con mentiras zafias y siguen concentr¨¢ndose diariamente frente a la Casa del Pueblo Socialista, molestando a los vecinos. Por otro lado, el clima general de tensi¨®n no se ha relajado en absoluto¡±, lamenta en una conversaci¨®n telef¨®nica.
Pese a lo duras que han sido estas semanas para ¨¦l y su familia, ha decidido continuar con su labor pol¨ªtica. ¡°Mi hijo me pregunt¨® si me merece la pena¡±, recuerda. La respuesta fue afirmativa. Tanto Ram¨®n como su pareja han decidido no dejarse amedrentar por los violentos.
El grupo socialista de Ponferrada recuerda que desde que se convocan concentraciones azuzadas por la derecha contra la sede del PSOE en Madrid y en otras ciudades de Espa?a, un grupo de manifestaciones se re¨²ne cada tarde ante el local socialista de Ponferrada para lanzar exabruptos. Aquel 11 de abril, Ram¨®n sal¨ªa de una reuni¨®n cuando, yendo hacia su coche, un individuo empez¨® a insultarlo. El exalcalde sac¨® su m¨®vil para filmar los hechos y entonces recibi¨® los empujones y los golpes en las manos y varias patadas en las piernas por parte de un hombre de 67 a?os envuelto en la bandera de Espa?a. El agresor fue identificado y detenido al d¨ªa siguiente, pero despu¨¦s qued¨® en libertad.
¡°A mis hijos mayores les han surgido dudas sobre si merece la pena continuar. Mi mujer me anima a seguir, est¨¢ muy comprometida con las posibilidades de cambiar las cosas¡±, afirma. ¡°En todo caso todos me piden prudencia. Yo les tranquilizo y tomo algunas precauciones desde entonces. He tenido alg¨²n incidente desagradable tras la agresi¨®n, pero nada parecido a lo de entonces¡±, responde.
Ram¨®n mira con preocupaci¨®n el futuro inmediato, con varias elecciones importantes en las pr¨®ximas semanas, en las que teme el ascenso de partidos extremistas: ¡°Estamos ante una verdadera encrucijada hist¨®rica: las elecciones en Estados Unidos y las europeas. La posibilidad de que gobierne Donald Trump y que la derecha europea, tradicionalmente moderada, pacte con la ultraderecha es real y de consecuencias nefastas¡±.
El ahora edil insiste en la responsabilidad de la derecha tradicional. Considera que el hecho de que el PP abrace el lenguaje y las medidas extremistas favorece este clima de agresividad hacia el adversario. ¡°La llegada de la ultraderecha a las instituciones y la pelea del PP por recuperar ese espacio claramente supone un retroceso en derechos y libertades¡±, a?ade.
Para ello es fundamental el influjo de Vox, liderado en Castilla y Le¨®n por Juan Garc¨ªa-Gallardo, quien conden¨® los golpes sobre Ram¨®n, pero hab¨ªa participado en concentraciones frente a sedes socialistas en Madrid o Valladolid: ¡°Ha actuado como un hooligan fascista, es el bombero que intenta apagar el fuego que ¨¦l mismo ha encendido¡±.
El exregidor se muestra pesimista sobre la posibilidad de un descenso de la crispaci¨®n. ¡°Se van a producir m¨¢s casos, mientras la derecha del PP no se implique activamente en bajar el nivel de tensi¨®n, la soluci¨®n se me antoja muy dif¨ªcil¡±, concluye.
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