Sunak descarta que haya deportaciones de inmigrantes a Ruanda antes de las elecciones
El primer ministro brit¨¢nico asegura que la oposici¨®n laborista persigue una ¡°amnist¨ªa¡± para todas las personas que lleguen a suelo brit¨¢nico
Rishi Sunak ha sido incapaz, horas despu¨¦s de sorprender a aliados y rivales con su anuncio de un adelanto electoral para el 4 de julio, de garantizar incluso el cumplimiento de su promesa estrella. El primer ministro ha admitido que no despegar¨¢ un solo vuelo con inmigrantes irregulares destino a Ruanda antes de esa fecha. ¡°Si me eligen a m¨ª los votantes, si sigo siendo primer ministro el 5 de julio, los aviones comenzar¨¢n a despegar, y pondremos en marcha el efecto disuasorio necesario para evitar que sigan llegando botes [a las costas de Inglaterra]. No hay otro modo de hacerlo¡±, ha asegurado en GB News. Junto a esa promesa arrojaba una acusaci¨®n a su rival laborista, Keir Starmer, que ha prometido desmontar el plan de deportaciones: ¡°[Starmer] Cree que deber¨ªamos ofrecer una amnist¨ªa a todos los inmigrantes ilegales. Quiere convertirnos en la entrada m¨¢s suave a territorio europeo¡±, ha afirmado el jefe de Gobierno brit¨¢nico.
Sunak afirm¨® en su d¨ªa que los primeros vuelos despegar¨ªan rumbo al pa¨ªs africano en julio, pero su equipo es consciente de que los desaf¨ªos ser¨¢n enormes. Nada impide que, cuando empiecen a movilizar a los inmigrantes seleccionados para su deportaci¨®n, un alud de recursos ante los tribunales vuelva a paralizar la operaci¨®n. Y nada garantiza tampoco que las cifras de embarcaciones que cruzan el canal de la Mancha aumenten cuando mejore el tiempo; desmintiendo as¨ª el pretendido efecto disuasorio que promete el Gobierno de Sunak. Conclusi¨®n: el primer ministro ha elegido para su campa?a una ret¨®rica del miedo antes que unos inciertos resultados.
Sunak ha hablado en una de las entrevistas que ha dado desde primera hora de este jueves, para explicar y defender la convocatoria electoral, una decisi¨®n que, a primera vista, carece de l¨®gica para muchos diputados conservadores. Todos hab¨ªan planificado sus proyectos pol¨ªticos y personales con la mirada puesta en unas elecciones en octubre y noviembre.
Mejor¡ imposible
Cuando el primer ministro convoc¨® este mi¨¦rcoles a sus ministros para anunciarles el adelanto electoral, que solo conoc¨ªa un reducido grupo de colaboradores cercanos, podr¨ªa haberles preguntado en voz alta la misma pregunta que lanza Jack Nicholson a los pacientes en la sala de espera del psic¨®logo en la pel¨ªcula Mejor¡ Imposible: ¡°?Y si esto es lo mejor que hay?¡±
Convencido de que la econom¨ªa o la inflaci¨®n, a pesar de la mejora de los datos, no van a ofrecer beneficios inmediatos a los votantes de aqu¨ª a final de a?o; resignado a mantener el plan de Ruanda m¨¢s como amenaza que como realidad, y consciente de que las encuestas no se mueven y dan al Partido Laborista una ventaja arrolladora, Sunak ha llegado a la conclusi¨®n de que su ¨²nica baza era el factor sorpresa: transmitir a los suyos la tensi¨®n electoral que hasta ahora no ten¨ªan, concentrar la atenci¨®n de los votantes ¡ªsobre todo de los conservadores¡ª para que decidan entre ¨¦l o Keir Starmer, e intentar apropiarse de la iniciativa en el debate. Arrastrar los pies hasta octubre, ha pensado, hubiera transmitido la imagen de un pol¨ªtico que se aferra desesperadamente al poder.
La sombra de Nigel Farage
Todo se habr¨ªa complicado a¨²n m¨¢s para Sunak ante la posibilidad de que el pol¨ªtico que m¨¢s ha agitado la escena brit¨¢nica en la ¨²ltima d¨¦cada, el populista Nigel Farage, hubiera decidido presentarse a estas elecciones. A trav¨¦s de un escueto comunicado, sin embargo, el principal impulsor del Brexit ¨Djunto a Boris Johnson¨D descartaba su participaci¨®n, y ped¨ªa el apoyo de los votantes al Reform UK, el partido populista que ¨¦l mismo contribuy¨® a poner en pie. Las encuestas sugieren que uno de cada cinco votantes conservadores podr¨ªa dar su apoyo a una formaci¨®n claramente populista, antieuropea y antinmigraci¨®n. La jugada de Sunak persigue, entre otras cosas, que sus rivales a la derecha tengan menos tiempo para seleccionar candidatos en todas las circunscripciones.
Para bien o para mal, el arriesgado movimiento del primer ministro ha logrado taponar cualquier conato de rebeli¨®n en el ala dura de su formaci¨®n, despu¨¦s de meses de rumores y conjuras. Sunak podr¨¢ presentarse a las urnas con un partido m¨¢s resignado que unido, pero sin ganas de desafinar en las pr¨®ximas semanas.
Por el ¡°cambio¡±
El Partido Laborista ya revel¨® el mi¨¦rcoles, nada m¨¢s conocerse el adelanto electoral, el eslogan que este jueves han presentado oficialmente: Change (Cambio). Keir Starmer ha demostrado, desde que tom¨® las riendas de la oposici¨®n, una disciplina para ajustarse al mensaje que requer¨ªa la estrategia de cada momento que, para sus cr¨ªticos, bordeaba el aburrimiento. Pero que ha resultado eficaz, seg¨²n las encuestas.
¡°Estas elecciones suponen una elecci¨®n entre diferentes pa¨ªses y futuros. Entre el declive y el caos, si siguen al mando los conservadores. O la reconstrucci¨®n que el Partido Laborista pondr¨ªa en marcha¡±, ha asegurado Starmer en su primer acto de campa?a. Ha escogido Gillingham, en el sureste de Inglaterra, una zona rica de tradici¨®n conservadora, para simbolizar su ambici¨®n de abarcar tanto voto de clase media como logr¨® Tony Blair en 1997. ¡°Vosotros ten¨¦is el poder del voto. Si quer¨¦is cambio, votad por el cambio. Si vot¨¢is al Partido Laborista, ayudar¨¦is a frenar todo este caos, a pasar p¨¢gina y a reconstruir el pa¨ªs¡±, promet¨ªa.
Los laboristas son conscientes de que no hay mayor trampa que la sensaci¨®n entre los electores de que el resultado de las urnas ya est¨¢ decidido. Su primer grito de guerra, nada m¨¢s comenzar la campa?a, ha sido el de pedir a los suyos que no prestaran atenci¨®n a las encuestas.
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