La coalici¨®n de Alemania trata de mostrar unidad con un acuerdo presupuestario en pleno se¨ªsmo europeo por la ultraderecha
Scholz y sus socios aparcan las luchas pol¨ªticas para sacar adelante unas cuentas a¨²n por definir que respetan el estricto l¨ªmite al endeudamiento
La situaci¨®n, dentro y fuera de Alemania, es demasiado complicada como para no ponerse de acuerdo y sumir a la primera econom¨ªa de la UE en semanas o meses de incertidumbre. La coalici¨®n de Gobierno alemana ha aparcado sus muchos desencuentros para sacar adelante un proyecto de presupuestos que pone fin a meses de luchas pol¨ªticas internas. Los tres socios (socialdem¨®cratas, verdes y liberales) han cedido para acordar unas cuentas que ayuden a los alemanes a superar ¡°tiempos turbulentos y dif¨ªciles¡±, ha dicho el canciller, Olaf Scholz. El pacto, anunciado este viernes en Berl¨ªn tras convocar a los medios con pocas horas de antelaci¨®n, da un respiro a un tripartito muy debilitado tras los desastrosos resultados de las elecciones europeas.
Scholz present¨® las l¨ªneas maestras de las cuentas de 2025 como una respuesta a las fuerzas de extrema derecha, que viven un auge en Alemania ¨DAfD se coloc¨® como segunda fuerza en los comicios del 9 de junio, por delante del SPD¨D, la vecina Francia y otros pa¨ªses europeos. ¡°Asisto con preocupaci¨®n a la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia, despu¨¦s de que estas fuerzas [la ultraderecha] ya hayan llegado al poder en Holanda, B¨¦lgica y dos pa¨ªses escandinavos¡±, asegur¨®.
La presi¨®n ante la negociaci¨®n de los presupuestos era m¨¢xima despu¨¦s de que la oposici¨®n conservadora exigiera nuevas elecciones. Esta vez Scholz y sus socios no pod¨ªan permitirse lo que sucedi¨® el a?o pasado, cuando la presentaci¨®n de las cuentas se retras¨® meses entre noticias casi diarias de peleas internas por los recortes. La coalici¨®n lo ha conseguido: hay acuerdo. Pero no se ir¨¢n de vacaciones tranquilos porque las negociaciones no han terminado. Se conocen las grandes cifras, pero falta ir al detalle, a las partidas de las que habr¨¢ que recortar para ajustarse a la condici¨®n ineludible que puso el ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner: el respeto al freno de la deuda, el l¨ªmite constitucional al endeudamiento.
El presupuesto total asciende a 481.000 millones de euros, con un endeudamiento neto de 44.000 millones y la cifra r¨¦cord de 57.000 millones en inversi¨®n. Las cuentas van acompa?adas de una serie de medidas, llamadas ¡°paquete dinamizador¡± que, seg¨²n el Gobierno, conseguir¨¢n ara?arle medio punto porcentual adicional al crecimiento en 2025; es decir, el equivalente de 26.000 millones de euros. Entre las medidas se contempla incentivar a los asalariados a trabajar m¨¢s all¨¢ de la edad de jubilaci¨®n para hacer frente a la escasez de mano de obra cualificada y ayudar a los inmigrantes y refugiados a incorporarse al mercado laboral.
El pacto respeta el freno de la deuda, el mecanismo introducido en 2009 en la Constituci¨®n alemana que impone l¨ªmites de endeudamiento m¨¢s r¨ªgidos que los que exige Bruselas, pese a que tanto los socialdem¨®cratas como, sobre todo, los verdes, hab¨ªan pedido suavizarlo para evitar recortes en partidas sociales y apuntalar la inversi¨®n. El tripartito se ha asegurado, seg¨²n Scholz, de aportar la suficiente financiaci¨®n al Ej¨¦rcito, para que Alemania siga cumpliendo el objetivo de la OTAN del 2% del PIB y para seguir apoyando con armamento a Ucrania. Sin embargo, el ministro de Defensa, Boris Pistorius, hab¨ªa demandado 6.500 millones de euros extra, y percibir¨¢ apenas 1.200, lo que complica sus planes para adquirir el armamento necesario para modernizar las capacidades de defensa del pa¨ªs.
La popularidad del Gobierno de Scholz ha ido cayendo progresivamente a medida que avanzaba la legislatura. La pandemia, la invasi¨®n rusa de Ucrania, la crisis energ¨¦tica y el estancamiento de la econom¨ªa germana han impactado en el coste de la vida y muchos alemanes buscan soluciones en fuerzas extremistas, tanto de derechas como de izquierdas. ¡°Alemania necesita crecimiento econ¨®mico y unas finanzas s¨®lidas en medio de cambios econ¨®micos y sociales en todo el mundo que nos desaf¨ªan¡±, asegur¨® el canciller. ¡°Esta incertidumbre se refleja muchas veces en el crecimiento de fuerzas de derecha populista y extremista en muchos pa¨ªses europeos y s¨ª, incluso aqu¨ª en Alemania¡±, a?adi¨®.
La poderosa industria alemana ha acogido con ciertas reservas el pacto. Por un lado, reconoce que el hecho de alcanzarlo ¡°a pesar de las considerables diferencias pol¨ªticas env¨ªa al menos una se?al alentadora de la capacidad del Gobierno para actuar en tiempos dif¨ªciles¡±. Por otro, ¡°el presupuesto proporciona un impulso moderado para el crecimiento y las inversiones, pero no refuerza de forma sostenible las fuerzas de crecimiento¡±, critica Tanja G?nner, directora general de BDI, la federaci¨®n de industrias alemanas.
El compromiso entre los socios, al que llegaron despu¨¦s de una larga noche de negociaciones en Berl¨ªn, se aprobar¨¢ en el consejo de ministros el d¨ªa 17. Para entonces los detalles tendr¨¢n que estar ya m¨¢s definidos. Despu¨¦s de la pausa de verano, el proyecto pasar¨¢ al Bundestag, la C¨¢mara baja del Parlamento alem¨¢n.
Lindner afirm¨® que el Gobierno ha hecho todo lo posible por ahorrar, pero defendi¨® que no se trata ¡°en absoluto¡± de un presupuesto de austeridad. ¡°El nivel de inversi¨®n lo demuestra¡±, subray¨®. En las pr¨®ximas semanas se conocer¨¢n detalles sobre esos recortes, necesarios porque el l¨ªder de los liberales tampoco ha querido aumentar los impuestos. Pese a ello, el Gobierno asegura que va a gastar m¨¢s dinero en atender a las familias, en la polic¨ªa, en la creaci¨®n de vivienda¡ ¡°Parece que Olaf Scholz ha ganado la loter¨ªa¡±, ironiz¨® en la televisi¨®n p¨²blica el analista Jannik Pentz: ¡°Pero [¡] todav¨ªa no ha contado de d¨®nde va a sacar el dinero¡±.
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