Macron salva su apuesta
Aunque el presidente liberal ya no ser¨¢ el protagonista absoluto de la pol¨ªtica francesa, ha evitado el fracaso en las legislativas que casi todo el mundo, incluso muchos de los suyos, cre¨ªan irreversible
Hay pol¨ªticos que ya pueden dar mil volteretas, caminar por la cuerda floja e incluso saltar al precipicio: siempre caen de pie. Emmanuel Macron no ha ca¨ªdo exactamente de pie tras este mes en el que ¨¦l, y Francia, vivieron peligrosamente. Sale magullado. Su partido ha perdido 77 diputados. ?l ya no ocupar¨¢ en solitario el lugar central que ocupaba en la pol¨ªtica francesa. Pero ha salvado una apuesta que casi todo el mundo, incluso muchos de los suyos, cre¨ªa perdida.
La extrema derecha, aunque reforzada, est¨¢ derrotada. El centro, su centro, no se ha hundido. Y ser¨¢ decisivo para una posible gran coalici¨®n de Gobierno. Macron puede volver a estar en el centro del juego, aunque sea con otro papel. Esta vez, como ¨¢rbitro y mediador entre las sensibilidades que existen, desde la izquierda socialdem¨®crata a la derecha moderada.
Al disolver la Asamblea Nacional el 9 de junio, sin consult¨¢rselo ni siquiera a su primer ministro, Gabriel Attal, Macron aboc¨® a Francia a lo desconocido. La extrema derecha de Marine Le Pen acababa de ganar por goleada las elecciones europeas y de humillar a la candidatura macronista. Si se repet¨ªa este resultado en las legislativas anticipadas, los ultras ten¨ªan muchos n¨²meros para conquistar el poder. Y todo esto, en v¨ªsperas de los Juegos Ol¨ªmpicos, con los ojos del mundo fijados en Francia. ¡°Si el 26 de julio de 2024, d¨ªa de la apertura de los JJ OO, la ceremonia tiene lugar con un Gobierno del Reagrupamiento Nacional¡±, dec¨ªa hace solo unos d¨ªas el historiador Patrick Boucheron, ¡°se ver¨¢ en el mundo entero y la gente se acordar¨¢ por los siglos de los siglos.¡±
Se consider¨®, y se escribi¨®, que Macron hab¨ªa ¡°jugado a la ruleta rusa¡±. Que su decisi¨®n era ¡°un suicidio¡±. El acto de un ¡°narcisista¡± que colocaba no solo a Francia, sino tambi¨¦n a la Uni¨®n Europea, en el precipicio. Macron defendi¨® su decisi¨®n con dos argumentos. El primero era que, despu¨¦s de la derrota en las europeas, no pod¨ªa seguir igual y deb¨ªa preguntar a los franceses qui¨¦n quer¨ªan que les gobernase. Una foto del pa¨ªs. El segundo argumento era que, desde las legislativas de 2022, la polarizaci¨®n se hab¨ªa adue?ado de la Asamblea Nacional, adem¨¢s de que la falta de mayor¨ªa dificultaba gobernar con tranquilidad.
Junto a estos argumentos p¨²blicos, circularon otros por Par¨ªs. La disoluci¨®n de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones anticipadas iba a llegar de todos modos en oto?o, pues la oposici¨®n en bloque preparaba una moci¨®n de censura. La idea de Macron, seg¨²n esta teor¨ªa, era: mejor precipitar las elecciones que verse forzado a convocarlas. Y otra teor¨ªa m¨¢s: mejor precipitar ¨¦l mismo la llegada del RN al Gobierno, algo que tarde o temprano pensaba que pod¨ªa ocurrir, que esperar a llegada de Le Pen, no al Gobierno, sino a la presidencia de la Rep¨²blica en 2027. Adem¨¢s, de haber llegado al poder y con un primer ministro biso?o como el delf¨ªn de Le Pen Jordan Bardella, Macron podr¨ªa demostrar la incompetencia de este partido¡ y evitar, como hizo Barack Obama cuando Donald Trump lleg¨® a la Casa Blanca en 2017, verse obligado a entregarle las llaves del El¨ªseo a su n¨¦mesis, Le Pen.
Pocos entendieron la decisi¨®n de Macron. Los que menos, los macronistas. Sus diputados se lanzaron a hacer campa?as escondiendo su imagen. Pesos pesados de su formaci¨®n, como el ministro de Econom¨ªa y Finanzas, Bruno Le Maire, o su exprimer ministro ?douard Philippe, escenificaron en p¨²blico la ruptura con el jefe.
Esta noche, Macron puede sentirse en parte reivindicado. Quer¨ªa una clarificaci¨®n, y raramente los franceses han votado tanto como este domingo y han dicho con tanta precisi¨®n qu¨¦ es lo que quer¨ªan. Y ahora, cuando parec¨ªa amenazado con caer en la irrelevancia del pato cojo, Macron resucita. Ya no acaparar¨¢ tanto poder y tendr¨¢ que compartirlo. Es el fin del macronismo tal como se hab¨ªa conocido ¨Del presidente omnipotente, el J¨²piter que todo lo decide, el Napole¨®n¨D, pero probablemente esta noche ha nacido un nuevo Macron. No ha ca¨ªdo del todo de pie, pero sobrevive.
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