Y el frente republicano resucit¨® en las elecciones francesas. ?Sobrevivir¨¢?
El ¨¦xito del cord¨®n sanitario contra Marine Le Pen revela un resorte profundo en parte de la sociedad francesa, pero su eficacia futura est¨¢ en duda
Hay como un resorte particular que salta en el interior de muchos franceses cada vez que ven acechar el peligro. Para ellos, el peligro es la extrema derecha, partidos como el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen. Y este resorte ¡ªalgo que viene de antiguo y que se mezcla con la convicci¨®n de que la democracia se defiende voto a voto¡ª les lleva a elegir a candidatos alejados de sus ideas. Con un solo fin: impedir que el RN llegue al poder.
Es el ¡°frente republicano¡±, un t¨¦rmino fundamental en el diccionario pol¨ªtico de la Francia contempor¨¢nea. En otros pa¨ªses lo llaman cord¨®n sanitario. En Francia designa la uni¨®n de todos los que se consideran republicanos ¡ªde izquierdas, de centro, de derecha¡ª ante quienes creen que amenazan la Rep¨²blica. Y ese frente republicano, en las elecciones legislativas del 7 de julio, ha resucitado.
Se le hab¨ªa dado por muerto varias veces. Con los a?os se hab¨ªa debilitado. Para algunos hab¨ªa dejado de tener sentido, pues el RN se presentaba como un partido tan republicano como los dem¨¢s. Y he aqu¨ª que el domingo se movilizaron ciudadanos de izquierdas que masivamente votaron a candidatos de centro y de derecha. Y ¡ªalgo menos, pero tambi¨¦n en masa¡ª votantes de centro, y algunos de derecha, que eligieron la papeleta de candidatos de izquierdas.
Todo, por evitar que la extrema derecha lograse una mayor¨ªa suficiente en la Asamblea Nacional. Y lo lograron. El RN de Le Pen, vencedor en la primera vuelta de las elecciones el 30 de junio y favorito en la segunda, qued¨® en tercera posici¨®n, por detr¨¢s del bloque centrista adscrito al presidente Emmanuel Macron, y del vencedor en esca?os, la coalici¨®n de izquierdas Nuevo Frente Popular.
Unos d¨ªas antes, los l¨ªderes del centro y la izquierda hab¨ªan ordenado que se retirasen de la contienda sus candidatos con menos posibilidades de ganar en las finales triangulares. Los votantes ¡ªdos tercios de los de izquierdas y la mitad de los del centro macronista¡ª siguieron la consigna y votaron, respectivamente, a candidatos de centro o derecha y a candidatos de izquierdas para que no se impusiera el del RN.
Hay una cr¨ªtica habitual al frente republicano, procedente del partido de Le Pen, pero no solo. Y es que el frente niega la representaci¨®n de millones de franceses. En estas legislativas, el RN fue el partido m¨¢s votado y, sin embargo, la uni¨®n de todos, o casi, en su contra, lo ha dejado de nuevo fuera del poder entre llamadas a defender la Rep¨²blica.
¡°La gente puede acabar viendo en ello la expresi¨®n, la clarificaci¨®n de las relaciones de las ¨¦lites con la democracia¡±, advert¨ªa, tras la primera vuelta, el polit¨®logo Dominique Reyni¨¦, del laboratorio de ideas liberal Fondapol. ¡°Es como decirles: ¡®La democracia est¨¢ bien, bajo la condici¨®n de que usted vote por m¨ª. Si no, es un problema¡±.
Una parte importante del electorado franc¨¦s, al menos un tercio, puede sentirse se?alado, con la sensaci¨®n de que se le veta la participaci¨®n en el juego democr¨¢tico. El riesgo del cord¨®n sanitario es que acabe alimentando el voto extremista, aunque haya vuelto a funcionar.
Memoria hist¨®rica
Hubo motivos inmediatos en esta movilizaci¨®n del domingo contra Le Pen: sus errores de campa?a y mensajes que reavivaron la identidad hist¨®rica de un partido con ra¨ªces en la ultraderecha xen¨®foba. Pero hay algo m¨¢s: lo que el polit¨®logo Vincent Martigny describe como ¡°una memoria hist¨®rica por el hecho de que la ¨²ltima vez que la extrema derecha estuvo en el poder fue durante la II Guerra Mundial¡±.
¡°Estoy sorprendido de lo bien que ha funcionado el frente republicano esta vez¡±, celebra Martigny, profesor en la Universidad de Niza. ¡°Ha funcionado mejor que nunca en su historia desde 2002¡å.
La fecha de 2002 fue el momento estelar del frente republicano. Jean-Marie Le Pen, padre de la actual l¨ªder del RN, se clasific¨® por sorpresa para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y elimin¨® al entonces primer ministro socialista, Lionel Jospin. Le Pen se enfrentaba al presidente Jacques Chirac, un conservador.
Millones de franceses de izquierdas creyeron que lo que estaba en juego era algo m¨¢s que las diferencias tradicionales entre la izquierda y la derecha. Lo que estaba en juego era la esencia de Rep¨²blica ante el ascenso de alguien como Le Pen, un ultra a la vieja usanza al que nunca le interes¨® el proceso de aseo ideol¨®gico en el que a?os despu¨¦s se embarcar¨ªa su hija.
As¨ª que la izquierda vot¨® por el conservador Chirac, y Chirac derrot¨® a Le Pen con un 82% de votos. Pasaron 15 a?os hasta que otra Le Pen, Marine, volvi¨® a clasificarse para una segunda vuelta. Y Macron la derrot¨® con un 66% de votos. En 2017 ya no eran tantos como en 2002, pero eran m¨¢s que en 2022, cuando Macron sali¨® reelegido, y ya no lleg¨® ni al 60%.
El frente republicano resucita en el momento en el que la llegada al poder del RN parec¨ªa m¨¢s veros¨ªmil. Pero hay una novedad, seg¨²n Martigny: ¡°Esta vez no solo ha beneficiado a la derecha como sucedi¨® en 2002, 2017 y 2022¡±. El experto identifica a Macron con la derecha, aunque el presidente siempre se ha presentado como un pol¨ªtico ¡°ni de izquierdas ni de derechas¡±.
¡°Para los electores de izquierdas¡±, contin¨²a el polit¨®logo, ¡°desistir [de su preferencia en favor de un candidato republicano] es una costumbre que casi forma parte de su identidad cuando consideran que la extrema derecha est¨¢ a las puertas del poder¡±.
¡°Pero ahora¡±, a?ade Martigny, ¡°por primera funciona en el otro sentido. Es decir, la izquierda se ha beneficiado de un traslado de votos desde el centro y la derecha en proporciones diversas, menos importantes que en el otro sentido, pero aun as¨ª...¡±.
?Funcionar¨¢ en el futuro ese frente republicano? ?O son estas elecciones su canto del cisne? ¡°No lo s¨¦¡±, responde Martigny. ¡°Hace a?os que se le da por muerto y enterrado, que se dice: ¡®Es la ¨²ltima vez, no volver¨¢ a funcionar¡±.
En v¨ªsperas de la segunda vuelta, el historiador Pierre Rosanvallon avisaba: ¡°Ahora los franceses se dan cuenta de que ya no basta con decir: ¡®Hay que poner una barrera [a la extrema derecha]¡¯. Todo el mundo ve que esta es la ¨²ltima vez en la que es posible expresarse con el lenguaje del frente republicano, y que ahora hay que hacer algo distinto¡±.
Porque s¨ª: el frente republicano ha mantenido a Le Pen fuera del poder, y en esto ha vuelto a ser eficaz. Pero no ha evitado que en estas d¨¦cadas suba y suba en cada elecci¨®n, hasta el d¨ªa que por su propia fuerza el cord¨®n quiz¨¢ se rompa para siempre.
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