¡°Me siento c¨®mplice¡±: el dilema de un m¨¦dico israel¨ª que atendi¨® a presos de Gaza en un centro de detenci¨®n y tortura

Los presos, todos procedentes de Gaza y algunos gravemente heridos, permanecen todo el tiempo con los ojos tapados en posici¨®n supina, con las manos y los pies amarradas a la cama, desnudos y solo cubiertos por un pa?al, donde han de hacer sus necesidades, y una colcha. Hora y media de visita es suficiente para que un m¨¦dico concluya que el centro de detenci¨®n, interrogatorio y tortura de Sde Teiman del ej¨¦rcito de Israel, y su hospital de campa?a, deben dejar de existir.

EL PA?S ha entrevistado al cirujano israel¨ª que describe esa escena, un hombre que, a la sombra del juramento hipocr¨¢tico (c¨®digo profesional que defiende ante todo el bienestar del paciente), se siente ¡°c¨®mplice¡± y ¡°culpable¡± de las violaciones que all¨ª se cometen por parte de las autoridades de Israel. Pero que es consciente de que alguien deb¨ªa atender a esos detenidos en peligro de muerte.

En medio de la pol¨¦mica, el primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu pidi¨® este lunes al Tribunal Supremo que ese centro israel¨ª se mantenga para detenciones temporales antes del traslado de los presos a otras c¨¢rceles. La Fiscal¨ªa inform¨®, sin embargo, de que el ministro de Seguridad Nacional y m¨¢ximo responsable de las c¨¢rceles, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, est¨¢ entorpeciendo ese proceso de recolocaci¨®n de reclusos ¡ªhay 166 en estos momentos¡ª, informa el diario Haaretz. Ben Gvir propuso hace unos d¨ªas ejecutar a los prisioneros palestinos de ¡°un tiro en la cabeza¡±, seg¨²n un v¨ªdeo que se hizo viral.

El sanitario, que solicita durante la entrevista telef¨®nica que no se publiquen detalles que puedan llevar a su identificaci¨®n, fue autorizado a atender a uno de los internos, pero acabaron pidi¨¦ndole ayuda para que atendiera a otros dos. Los tres se encontraban graves tras haber recibido balazos de gran calibre en el abdomen y uno de ellos, adem¨¢s, en el pecho. Insiste sorprendido: ¡°No eran disparos de arma corta¡±. El personal militar que est¨¢ al frente no tiene la capacidad para hacerse cargo de ese tipo de pacientes, subraya.

El facultativo, que no es el ¨²nico que ha accedido a esas instalaciones, situadas en el desierto de N¨¦guev (en el sur del pa¨ªs, a una treintena de kil¨®metros de la frontera con Gaza), describe el hospital de campa?a como una gran carpa blanca que alberga entre 15 y 20 camas. Pese a que era pleno invierno cuando la visit¨®, estaba abierta al exterior. Al lado, varios contendores met¨¢licos de los que se emplean en el transporte mar¨ªtimo se utilizan para almacenar el material m¨¦dico, todo instalaciones ¡°provisionales¡±.

Reconoce que durante su visita no pudo comprobar de primera mano, pese a las repetidas denuncias en los ¨²ltimos meses, muestras o signos de torturas como descargas el¨¦ctricas o palizas en los cuerpos de los presos. Pero aclara que ¡°estar atado a una cama, incapaz de moverte, incapaz de ver, incapaz de hablar, incapaz de entender lo que est¨¢ pasando y con un pa?al¡­ Con mucho fr¨ªo. Y esto se prolonga durante d¨ªas y d¨ªas, durante semanas. Creo que eso ya es una forma de tortura¡±.

En medio de las constantes denuncias de abusos y muertes en esa prisi¨®n militar, crece la presi¨®n del Tribunal Supremo y de organizaciones humanitarias para que las autoridades echen el cierre. El ej¨¦rcito est¨¢ investigando 48 muertes de gazat¨ªes, de las que 36 han tenido lugar en Sde Teiman, seg¨²n el diario israel¨ª Haaretz. A principios de junio, el Estado inform¨® a ese tribunal de que todos los detenidos iban a ser transferidos a otros centros o devueltos a la franja de Gaza.

A preguntas de EL PA?S sobre si Sde Teiman ¡ªen una base militar del mismo nombre y cerca de la ciudad de Beer Sheva¡ª, en el sur de Israel, sigue en funcionamiento y con cu¨¢ntos presos, un portavoz castrense se limita a contestar que, a lo largo de la guerra, han pasado por all¨ª 4.700 detenidos. ¡°No podemos comentar m¨¢s¡±, concluye la escueta respuesta.

Con respecto a los 36 fallecidos y posibles resultados de las investigaciones, contestan que de las ¡°aproximadamente 70 investigaciones¡± abiertas, ¡°algunas se refieren a las muertes de palestinos, incluida la muerte de detenidos durante su traslado a centros de detenci¨®n militar o en las propias instalaciones, as¨ª como otras muertes ocurridas durante las operaciones en la franja de Gaza¡±. ¡°La mayor¨ªa de las investigaciones siguen en curso¡±, subrayan.

El testimonio del m¨¦dico entrevistado concuerda con el de otro que escribi¨® en marzo una carta a las autoridades que public¨® Haaretz. ¡°Justo esta semana, a dos prisioneros les amputaron las piernas debido a lesiones de las ataduras, lo que, por desgracia, es algo que ocurre de manera rutinaria¡±, denunci¨® en la misiva.

Dudas ¨¦ticas

Durante la conversaci¨®n con EL PA?S, el facultativo plantea varias veces dudas ¨¦ticas y deontol¨®gicas sobre su visita. ¡°Los m¨¦dicos no deber¨ªamos atender nunca a pacientes con los ojos tapados¡±, lamenta pese a que ¨¦l acab¨® haci¨¦ndolo. Lo que ocurre en Sde Teiman ¡°va contra cualquier c¨®digo m¨¦dico y contra (lo que estipula) la Organizaci¨®n Mundial de la Salud¡±, a?ade.

La ¨²ltima pol¨¦mica en torno a esas instalaciones la ha protagonizado la orden de liberaci¨®n del director del hospital m¨¢s grande de Gaza, Mohamed Ab¨² Salmiya, devuelto junto a medio centenar de prisioneros a la Franja el lunes y cuya excarcelaci¨®n ha provocado un choque dentro del Gobierno. El primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, ha pedido que se investigue la liberaci¨®n del director del hospital Al Shifa. ¡°Este hombre, bajo cuya responsabilidad nuestros rehenes fueron retenidos y asesinados, debe estar en prisi¨®n¡±, ha se?alado en un comunicado el mandatario israel¨ª.

Se refiere Netanyahu a unas grabaciones de c¨¢maras de seguridad difundidas por las autoridades de Israel en las que aparece en ese complejo hospitalario alguno de los capturados por Ham¨¢s en el ataque a Israel del 7 de octubre en el que los radicales palestinos asesinaron a unas 1.200 personas. Mientras, Defensa, servicios secretos y el servicio de prisiones esquivan responsabilidades por el regreso a territorio palestino de Salmiya.

El centro de Sde Teiman, dedicado en exclusiva a investigar a detenidos en Gaza, se puso en marcha con el inicio de la guerra el pasado octubre. Ante las ¡°violaciones de los derechos humanos¡±, el cirujano entiende que ¡°la ¨²nica soluci¨®n posible es cerrar el hospital de campa?a por completo y tratar a estos pacientes en hospitales de verdad¡±. Opina lo mismo la ONG israel¨ª Physicians for Human Rights, que recuerda que est¨¢ prohibida la presencia de personal m¨¦dico en esas instalaciones, seg¨²n un informe sobre los abusos presentado en abril. Denuncia que el hospital de Sde Teiman tuvo que abrirse despu¨¦s de que diferentes centros de Israel se negaran a atender a presos gazat¨ªes por considerarlos ¡°terroristas¡±.

¡°El personal m¨¦dico que trabaja en ese centro se enfrenta a un riesgo significativo de cometer violaciones graves de la ¨¦tica m¨¦dica¡±, alertan en el documento. Resaltan que la atenci¨®n a los detenidos de la Franja est¨¢ ¡°muy por debajo¡± de lo aceptable y se halla lejos de ¡°los protocolos establecidos y normas ¨¦ticas en muchos casos¡±. Physicians for Human Rights denuncia, adem¨¢s, injerencias pol¨ªticas en el proceso de decisiones del ¨¢mbito sanitario.

Las autoridades de Israel, calcula esta ONG, han detenido desde que comenz¨® la contienda en octubre a miles de hombres, mujeres, ni?os y ancianos en Gaza y los ha mantenido ¡ªy mantiene¡ª aislados. Los ha clasificado a menudo como ¡°combatientes ilegales¡±, lo que les priva de ser considerados prisioneros de guerra y les impide recibir visitas de abogados durante per¨ªodos prolongados, a?ade el informe.

Ante esta realidad, hay una ¨²ltima pregunta para el cirujano. ?Qu¨¦ siente tras haber atendido a pacientes en esas condiciones? ¡°Como m¨¦dico israel¨ª que trata a habitantes de Gaza en este tipo de condiciones, soy c¨®mplice. En el fondo, no importa por qu¨¦ lo hice, pero desde el momento en el que lo hice formo parte de esto. Por supuesto que me siento culpable¡±.

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