M¨¢s de 100 muertos en Banglad¨¦s en las violentas protestas contra una pol¨¦mica norma de cuotas de empleo
El Gobierno impone un toque de queda, interrumpe las telecomunicaciones y anuncia el despliegue del ej¨¦rcito para sofocar las manifestaciones de j¨®venes que se oponen a la discriminaci¨®n laboral
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Banglad¨¦s, el octavo pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, ha interrumpido este viernes las conexiones de telecomunicaciones ¡ªincluidos los canales de noticias de televisi¨®n e internet, que funciona con alteraciones¡ª, tras una semana de violentas protestas estudiantiles, que han causado al menos 105 muertos, seg¨²n los datos de los hospitales, citados por varias agencias de noticias. A ¨²ltima hora del viernes, el Gobierno ha impuesto un toque de queda y ha anunciado el despliegue del ej¨¦rcito. Las manifestaciones, que han bloqueado las calles de Daca, la capital del pa¨ªs asi¨¢tico, se desencadenaron por la ira de los estudiantes ante la elevada tasa de paro juvenil y por la decisi¨®n del Tribunal Supremo de restablecer un sistema de cuotas que reserva el 30% de los empleos p¨²blicos a las familias de los combatientes en la guerra de independencia de Pakist¨¢n.
La violencia arrecia en 47 de los 64 distritos del pa¨ªs y m¨¢s de un millar de personas han resultado heridas. Las protestas tambi¨¦n han abierto viejas y delicadas fisuras pol¨ªticas, entre los que lucharon por la independencia de Banglad¨¦s de Pakist¨¢n en 1971 y los acusados de colaborar con Islamabad. Entre los primeros se encuentra el partido gobernante de Hasina, la Liga Awami, que tach¨® a los manifestantes de ¡°razakar¡±, un t¨¦rmino usado para describir a los colaboradores de esa ¨¦poca.
El ministro del Interior, Asaduzzaman Khan, afirm¨® a los medios de comunicaci¨®n a ¨²ltima hora del viernes que desde esta medianoche entrar¨¢ en vigor un toque de queda, aunque no precis¨® horarios, y anunci¨® el despliegue del ej¨¦rcito para ayudar a controlar la situaci¨®n.
Las autoridades ya hab¨ªan cortado el jueves algunos servicios de telefon¨ªa m¨®vil para tratar de sofocar los disturbios, pero la interrupci¨®n se ha ampliado a todo el pa¨ªs desde la ma?ana de este viernes. Las llamadas telef¨®nicas al extranjero est¨¢n interrumpidas, mientras que los sitios web de varios peri¨®dicos locales no se han actualizado. Las redes sociales tampoco funcionan. Los canales de televisi¨®n, entre ellos la estatal BTV ¡ªcuyas oficinas fueron atacadas el jueves¡ª dejaron de emitir su programaci¨®n regular, aunque los canales de entretenimiento funcionaban con normalidad, seg¨²n un testigo de Reuters. El Gobierno dijo estar dispuesto a mantener conversaciones con los manifestantes, pero estos se negaron, alegando, seg¨²n sus palabras, que la violencia policial y el debate ¡°no van de la mano¡±. Adem¨¢s, los sitios web oficiales del Banco Central, la Oficina de la Primera Ministra y la polic¨ªa parec¨ªan haber sido hackeados, pues al acceder a ellos aparec¨ªan mensajes como: ¡°Ya no es una protesta, ahora es una guerra¡± o ¡°Preparaos. La lucha por la justicia ha comenzado¡±.
La ONG Amnist¨ªa Internacional ha denunciado, a trav¨¦s de varios testimonios de manifestantes, que las protestas fueron pac¨ªficas hasta el 15 de julio, cuando miembros de la Liga Chatra, grupo afiliado a la Liga Awami, comenzaron a atacarlos. ¡°No ten¨ªamos nada en las manos, solo pancartas y banderas. Empezaron a arrojarnos ladrillos y luego barras de hierro... No distingu¨ªan entre hombres y mujeres. Dieron patadas a las mujeres en los pechos, en el est¨®mago y en la cabeza¡±, dec¨ªa un estudiante atacado en la Universidad de Daca. Otra alumna citada por la organizaci¨®n acusaba al Estado de ¡°lanzar¡± a la Liga Chatra contra ellos. ¡°Cada vez que nos manifestamos, ya sea en las protestas de 2018 o de este a?o, la utilizan como una fuerza para aplastarnos¡±.

Las protestas son las m¨¢s numerosas y violentas desde la reelecci¨®n de Hasina en enero de este a?o, para cumplir con un cuarto mandato consecutivo. Los manifestantes aseguran que la decisi¨®n del Tribunal Supremo de restablecer el sistema de cuotas, suspendido en 2018 por otras protestas multitudinarias, beneficia a los partidarios de la primera ministra. Hasina es hija de Sheikh Mujibur Rahman, considerado el fundador del Banglad¨¦s moderno y figura clave para la independencia del pa¨ªs de Pakist¨¢n en 1971.
Los campus universitarios han sido los principales escenarios de las protestas. Casi uno de cada cinco banglades¨ªes de entre 15 y 24 a?os est¨¢ sin trabajo ni estudios, seg¨²n las estad¨ªsticas oficiales de 2023. Los licenciados universitarios se enfrentan a tasas de paro m¨¢s elevadas que otros j¨®venes menos formados, y unos 650.000 licenciados se encuentran entre los m¨¢s de dos millones de j¨®venes que se incorporan al mercado laboral cada a?o. Los licenciados estudian cada a?o para el examen de la funci¨®n p¨²blica, para competir por los escasos puestos gubernamentales que prometen seguridad laboral, buenos ingresos y prestigio. En la convocatoria del a?o pasado, unos 346.000 candidatos compitieron por solo 3.300 puestos, seg¨²n los medios locales.
¡°El contexto de las protestas por la reforma de las cuotas tiene que ver con la precariedad o inseguridad persistente sobre el empleo y los ingresos a la que se enfrentan los j¨®venes¡±, afirma Rashed Al Mahmud Titumir, catedr¨¢tico de Estudios de Desarrollo de la Universidad de Daca y presidente del grupo de investigaci¨®n econ¨®mico Unnayan Onneshan. El experto se?ala que pese al buen dividendo demogr¨¢fico de Banglad¨¦s ¡ªpor su joven poblaci¨®n, que constituye casi una quinta parte de los 170 millones de habitantes¡ª, ¡°la crisis del empleo es una p¨¦rdida enorme¡±.
Un gran n¨²mero de mujeres se han unido a las manifestaciones. Las j¨®venes se encuentran en una situaci¨®n especialmente precaria en lo que respecta al acceso a la educaci¨®n y al trabajo, pues las encuestas del Gobierno muestran que el 27% de las de entre 15 y 24 a?os no tienen acceso a la educaci¨®n ni al trabajo, frente al 10% de los hombres j¨®venes.
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