Rebeldes tuaregs y yihadistas infligen una dura derrota a los mercenarios rusos en el norte de Mal¨ª

El Ej¨¦rcito maliense y sus aliados rusos han sufrido el primer traspi¨¦ serio en su ofensiva conjunta para la recuperaci¨®n del territorio controlado por los independentistas tuaregs, que comenz¨® en 2023. Rebeldes tuaregs del Marco Estrat¨¦gico Permanente para la Defensa del Pueblo de Azawad (CSP-DPA, por sus siglas en franc¨¦s) y yihadistas del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM, por sus siglas en ¨¢rabe) han infligido una severa derrota al Ej¨¦rcito maliense y los mercenarios rusos de la empresa Wagner que lo apoyan en la localidad de Tinzaouaten, en el norte de Mal¨ª cerca de la frontera con Argelia. Tres d¨ªas de intensos combates se saldaron con decenas de muertos malienses y rusos, y la captura de veh¨ªculos y material b¨¦lico, seg¨²n confirman diversas fuentes.

Sin dar cifras, la propia empresa Wagner ha reconocido, en un comunicado publicado este lunes, haber sufrido bajas en los combates, entre ellas la del comandante Sergu¨¦i Shevchenko, alias Pond. ¡°El primer d¨ªa, el grupo de Pond acab¨® con la mayor¨ªa de los islamistas y puso al resto en desbandada¡±, seg¨²n la nota divulgada por el grupo de mercenarios a trav¨¦s de Telegram, ¡°sin embargo, una tormenta de arena permiti¨® reagruparse a los radicales y aumentar su n¨²mero hasta los 1.000 hombres¡±. El ¨²ltimo mensaje procedente de esta columna militar, seg¨²n informa Reuters, fue el 27 de julio y revela la amplitud de la derrota: ¡°Quedan tres de los nuestros. Seguimos combatiendo¡±.

Existen discrepancias sobre el n¨²mero de fallecidos. El Ej¨¦rcito de Mal¨ª tan solo reconoce dos muertos y 10 heridos entre los suyos. Sin embargo, la columna militar, que fue totalmente destruida, estaba integrada por decenas de soldados malienses y contratistas rusos. Un comunicado de JNIM habla de 50 miembros de Wagner y 10 militares malienses asesinados. Por su parte, el CSP-DPA apunta a ¡°decenas de muertos y heridos¡± sin especificar.

Los combates estallaron el pasado 25 de julio cuando una columna ruso-maliense integrada por al menos una docena de veh¨ªculos se dirig¨ªa hacia la localidad de Tinzaouaten, un importante cruce de caminos comercial en la regi¨®n de Kidal, junto a la frontera de Argelia. Ante el temor de los habitantes del lugar a ser v¨ªctimas de abusos y asesinatos, tal y como ha ocurrido en otras localidades, parte de la poblaci¨®n civil comenz¨® a huir al pa¨ªs vecino. El Ej¨¦rcito argelino bloque¨® entonces el paso fronterizo y los combatientes del CSP-DPA decidieron hacer frente al convoy militar cuando se encontraba a pocos kil¨®metros de Tinzaouaten.

En las primeras horas, la columna militar logr¨® resistir la ofensiva de los rebeldes tuaregs e incluso avanzar, pero una intensa tormenta de arena dificult¨® el uso de medios a¨¦reos y fren¨® el combate, lo que permiti¨® la llegada de refuerzos de miembros del CSP-DPA. Al d¨ªa siguiente se reanudaron las hostilidades y la superioridad num¨¦rica y el conocimiento del terreno de los separatistas frente a un convoy aislado logr¨® inclinar la balanza a su favor. En vistas de la derrota, los restos de la columna ruso-maliense iniciaron una retirada hacia Kidal, pero cayeron en una emboscada del grupo yihadista JNIM, aguantando hasta el 27 de julio. En las horas siguientes, soldados y mercenarios rusos desperdigados tras la batalla se entregaban a los rebeldes tuaregs para evitar caer en las manos de los radicales, seg¨²n diversas fuentes.

La batalla de Tinzaouaten, difundida casi en tiempo real a trav¨¦s de v¨ªdeos que circularon en las redes sociales, es una importante victoria propagand¨ªstica para los separatistas del norte de Mal¨ª, agrupados en el CSP-DPA. Por primera vez, los mercenarios de Wagner aparecen muertos en combate o como prisioneros, una visi¨®n muy diferente a las triunfantes im¨¢genes de la toma de Kidal de noviembre de 2023, cuando los contratistas fueron decisivos en la recuperaci¨®n de dicha ciudad por parte del Ej¨¦rcito maliense. El conflicto entre rebeldes tuaregs y el Ej¨¦rcito maliense se reactiv¨® el verano pasado, coincidiendo con la retirada de la misi¨®n de Naciones Unidas del norte de Mal¨ª. Las Fuerzas Armadas y sus aliados rusos iniciaron entonces una ofensiva para ocupar las bases militares del norte, all¨ª donde la rebeli¨®n tuareg hab¨ªa logrado establecerse tras los acuerdos de paz de Argel de 2015, logrando imponerse a los separatistas.

Desde entonces, bajo las ¨®rdenes del l¨ªder de la junta militar golpista que gobierna en Mal¨ª, el coronel Assimi Go?ta, el Ej¨¦rcito y sus aliados rusos fueron ocupando localidad tras localidad del norte del pa¨ªs sin encontrar gran resistencia. En este avance, soldados y mercenarios han cometido todo tipo de abusos contra la poblaci¨®n civil, sobre todo de etnia tuareg y ¨¢rabes, seg¨²n los testimonios de las decenas de miles de personas que han huido hacia Mauritania y que hoy residen all¨ª como refugiados, tal y como ha revelado ACNUR, agencia de la ONU para los refugiados.

Sin embargo, el norte de Mal¨ª tambi¨¦n es uno de los feudos m¨¢s importantes de otro grupo armado, el JNIM liderado por el terrorista Iyad Ag Ghali. Esta coalici¨®n de grupos yihadistas vinculada a Al Qaeda tambi¨¦n est¨¢ en guerra contra el Ej¨¦rcito maliense y sus aliados rusos, y hostiga con frecuencia a sus unidades militares con ataques, atentados y colocaci¨®n de minas al paso de sus columnas militares. Aunque se trata de grupos armados diferentes, los radicales y los separatistas comparten un enemigo com¨²n y pueden llegar a colaborar puntualmente o incluso formar alianzas estrat¨¦gicas, como se pudo comprobar hace unos d¨ªas en la batalla de Tinzaouaten y como ya ocurri¨® en 2012 durante la toma del norte de Mal¨ª.

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