Christina Morina: ¡°Que los conservadores moderados den espacio a los ultras abre la puerta a abolir la democracia¡±

La fuerza de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en el este del pa¨ªs ha reavivado la pregunta de hasta qu¨¦ punto sigue siendo diferente la extinta Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) de sus vecinos del oeste 35 a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn. Y sobre el papel de la reunificaci¨®n en el hecho de que muchos de sus habitantes se decanten hoy por partidos populistas. El ataque con cuchillo la semana pasada en Solingen con tres v¨ªctimas mortales, que fue reivindicado por el Estado Isl¨¢mico, sirvi¨® para intensificar la sensaci¨®n de que el Gobierno estaba fracasando en dos cuestiones que preocupan especialmente a los votantes de AfD: la migraci¨®n y la delincuencia.

Christina Morina, historiadora y profesora de la Universidad de Bielefeld, analiza en su libro Tausend Aufbr¨¹che (Mil comienzos) ¡ªgalardonado con el premio al mejor libro de no ficci¨®n de Alemania 2024¡ª la democracia en Alemania antes y despu¨¦s de la ca¨ªda del muro. En conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S reflexiona sobre las diferencias entre las dos Alemanias y sobre el auge de AfD. Para Morina es importante recordar que en el este sigue habiendo un mayor apoyo a la idea de una democracia de base y directa y que el Gobierno tendr¨ªa que acomodarse a ella. La reflexi¨®n sobre las diferencias entre el este y el oeste y los motivos que llevan a muchos alemanes orientales a sentirse como ciudadanos de segunda clase cobra relevancia especialmente ante las elecciones de este domingo en los Estados de Sajonia y Turingia, donde los elevan a AfD como la primera fuerza.

Pregunta. M¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s de la reunificaci¨®n, los Estados del este son un basti¨®n de AfD. ?Qu¨¦ papel desempe?¨® la reunificaci¨®n en este ascenso?

Respuesta. Sin duda juega un papel el periodo anterior a 1989, pero tambi¨¦n los a?os de transformaci¨®n, los duros recortes, la adopci¨®n relativamente r¨¢pida y sin complicaciones y, por tanto, tambi¨¦n irreflexiva, de la educaci¨®n hist¨®rico-pol¨ªtica y la educaci¨®n democr¨¢tica del oeste al este. El hecho, por ejemplo, de que las pensiones no se igualaran hasta muy tarde, ha beneficiado durante mucho tiempo a la izquierda. Y los populistas de derechas han tomado ahora de alguna forma el relevo desde 2015. Tambi¨¦n me gustar¨ªa subrayar que la mayor¨ªa en Alemania del este no vota a AfD. M¨¢s del 70% vota a otros partidos.

P. Pero, ?cu¨¢les son las ra¨ªces de ese populismo de AfD en Alemania del Este?

R. Creo que hay varias razones. Hay un 10%, un 15% en Alemania oriental, que son abiertamente autoritarios, nacionalistas, que rechazan la migraci¨®n. Pero esas ideas tambi¨¦n existen en Alemania occidental y en otros pa¨ªses. Y tambi¨¦n hay mucha inseguridad, fatiga, que algunos colegas describen como fatiga de transformaci¨®n y una especial reticencia o escepticismo, incluso rechazo de las instituciones tradicionales de la democracia representativa, incluidos los partidos. Este no es un fen¨®meno nuevo. Existe una tradici¨®n populista de derechas en Alemania. Antes estaba en otros partidos, por ejemplo, en la Uni¨®n Cristianosocial (CSU) y tambi¨¦n hubo partidos neonazis como el NPD. A esto se sum¨® el auge de Pegida [un movimiento antiisl¨¢mico que surgi¨® en el este del pa¨ªs en 2015] contra la llegada de miles de refugiados. Esto se junt¨® con las caracter¨ªsticas espec¨ªficas de Alemania del Este y abri¨® una de ventana de oportunidad para AfD.

Siempre pensamos que la historia alemana podr¨ªa librarnos de este populismo, pero es una falacia, porque las ideas nacionalistas y racistas siguieron existiendo en las dos Alemanias incluso despu¨¦s de 1945. Cuando AfD dice ¡°Alemania primero¡± y diferencia entre alemanes de verdad y alemanes de pasaporte, tambi¨¦n influye el hecho de que la ¨¦poca nazi se haya analizado menos a fondo en el este de Alemania.

P. A veces parece como si la reunificaci¨®n en Alemania hubiera tra¨ªdo consigo nuevos problemas...

R. S¨ª, y le dir¨ªa que cualquier otra cosa ser¨ªa sorprendente. Ha sido un esfuerzo infinitamente complejo, dif¨ªcil y costoso integrar esta parte de Alemania y remodelarla econ¨®mica, cultural y pol¨ªticamente de tal modo que se corresponda con los ideales de un orden b¨¢sico liberal y libre, una econom¨ªa social de mercado, etc. Y durante mucho tiempo creo que la reunificaci¨®n fue una tarea dif¨ªcil. Hay que pensar en ciclos m¨¢s largos. La reunificaci¨®n alemana fue solo hace m¨¢s de 30 a?os. Sigue siendo un periodo relativamente corto comparado con lo que le precedi¨® en el siglo XX.

P. En su libro dice que la excanciller Angela Merkel deber¨ªa haber hecho m¨¢s para evitar el ascenso de AfD. ?A qu¨¦ se refiere?

R. Deber¨ªa haber abordado m¨¢s intensamente los problemas estructurales de la pol¨ªtica democr¨¢tica en el este de Alemania. El hecho de que los populistas fueran capaces de ganar en el este tambi¨¦n se debi¨® en gran medida a la debilidad de los otros partidos. La reticencia a afiliarse a partidos es mayor en Alemania oriental. Los alemanes del este est¨¢n estructuralmente infrarrepresentados en todas partes. Y eso lo sabemos desde hace a?os. Y puesto que la propia Merkel es del este y conoce especialmente bien esta situaci¨®n mixta y sabe que los alemanes del Este son m¨¢s esc¨¦pticos cuando se trata de compromiso pol¨ªtico, deber¨ªa haber incluido esto con m¨¢s fuerza en la agenda.

P. Dentro del auge de AfD, ?qu¨¦ importancia tiene el cord¨®n sanitario por el que el resto de fuerzas pol¨ªticas rechazan cualquier colaboraci¨®n con los ultras?

R. Depende de si tiene la oportunidad de ganar poder, si puede cogobernar o gobernar. Creo que es muy peligroso si partidos ajenos a AfD empiezan a considerar opciones de coalici¨®n como posibles. Me parecer¨ªa realmente desastroso tanto a nivel estatal como federal. Realmente depende de las fuerzas conservadoras del pa¨ªs. Los conservadores moderados tienen que saber las implicaciones de permitir a los ultras opinar sobre los fundamentos del pa¨ªs, sobre el sistema jur¨ªdico, sobre los medios de comunicaci¨®n, sobre cuestiones culturales... Al darles espacio, se abre la puerta a socavar y abolir la democracia tal y como la conocemos. Y si eso ocurre, estar¨¢n en condiciones, como demuestran en los casos en los que tienen poder, de empeorar sus pa¨ªses a largo plazo.

P. ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa si AfD llegara al Gobierno en Sajonia, Turingia o Brandeburgo?

R. No creo que eso ocurra, porque obviamente no pueden formar gobierno con el 30% de los votos. Se necesitar¨ªan socios de coalici¨®n. Y creo que si la CDU en Turingia, por ejemplo, empezara a hablar con AfD sobre una coalici¨®n, habr¨ªa una movilizaci¨®n masiva en las calles. Ser¨ªa muy dif¨ªcil instalar un gobierno as¨ª. As¨ª que yo no considerar¨ªa este escenario tan probable. Es m¨¢s bien una cuesti¨®n de c¨®mo conseguir un gobierno que funcione sin AfD. Desde luego, no creo que sea muy probable que AfD consiga un cargo ministerial all¨ª. El argumento de que tiene que gobernar el partido m¨¢s votado es un argumento populista. En una democracia liberal, quien puede organizar una mayor¨ªa en el Parlamento puede gobernar. Y si un partido no tiene la mayor¨ªa absoluta, entonces necesita socios.

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