Indignaci¨®n entre los compa?eros de la activista turco-estadounidense muerta por un balazo israel¨ª : ¡°Fue un disparo para matarla¡±
Los colegas de Aysenur Ezgi niegan la versi¨®n del ej¨¦rcito de un impacto ¡°involuntario¡± en un homenaje en el pueblo cisjordano de Beita
El rostro de una mujer joven asoma por todos lados en el pueblo de Beita, en el territorio palestino ocupado de Cisjordania. En las paredes, en las puertas de las casas, en los troncos de los olivos, en las verjas¡ Son retratos de Aysenur Ezgi, la activista antiocupaci¨®n turco-estadounidense de 26 a?os que muri¨® por el disparo de un militar israel¨ª de un balazo en la cabeza hace una semana. Este viernes, varias decenas de personas, la mayor¨ªa palestinos de todas las edades ¡ªno hab¨ªa ninguna mujer¡ª y una decena de activistas internacionales le han rendido homenaje en el lugar de los hechos rodeados de fuerzas de seguridad israel¨ªes. El acto ten¨ªa lugar mientras el cuerpo de la activista aterrizaba en Turqu¨ªa, donde recibir¨¢ sepultura.
En Beita hay tambi¨¦n un peque?o altar con dos fotos de Ezgi, banderas de Palestina y de Turqu¨ªa ¡ªno de Estados Unidos¡ª instalado bajo el olivo donde recibi¨® el disparo. Fue su primera y ¨²ltima misi¨®n sobre el terreno en Cisjordania como voluntaria del Movimiento de Solidaridad internacional (ISM, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s). Varios de sus camaradas de causa se acercan respetuosos al lugar. Ezgi es la v¨ªctima mortal n¨²mero 18 ¡ªlos dem¨¢s son 17 palestinos¡ª desde que, en 2021, comenzaron los actos de protesta en esta colina pr¨®xima al asentamiento jud¨ªo de Eviatar, ilegal como las otras decenas que salpican Cisjordania. Algunos carteles les recuerdan con fotos de todos ellos junto a las de la voluntaria extranjera.
Entre los activistas presentes se encuentra el israel¨ª Jonathan Pollack, que recogi¨® el cuerpo de Aysenur Ezgi tras recibir el balazo. Una y otra vez niega la versi¨®n ofrecida por el ej¨¦rcito israel¨ª. Los militares explicaron que la muerte fue ¡°involuntaria¡± en una investigaci¨®n tras haber acusado a la activista turco-estadounidense de arrojarles piedras. Pollack cree que esa investigaci¨®n es ¡°un blanqueo¡± de lo ocurrido porque solo han preguntado a los propios soldados israel¨ªes, afirma indignado a pocos metros de la casa desde donde el militar dispar¨®, a unos 200 metros del olivo donde se hallaba Ezgi. ¡°A esta distancia, Aysenur no supon¨ªa un peligro en ning¨²n caso. Fue un disparo para matarla. Y nada m¨¢s¡±, recalca.
A pesar de la nutrida presencia de militares y polic¨ªas de fronteras de las fuerzas de ocupaci¨®n israel¨ªes, este viernes no ha habido incidentes de gravedad. Eso s¨ª, los uniformados no han permitido acceder a realizar la oraci¨®n del viernes al jard¨ªn habilitado para ello a los m¨¢s j¨®venes, que, tras extender unas alfombras, han rezado en medio de la carretera acompa?ados por un grupo de sanitarios palestinos desplazados hasta el lugar en varias ambulancias por si era necesaria su actuaci¨®n. Seguidamente, delante de la barrera de agentes que les obligaba a recular, los chavales han elevado c¨¢nticos a Al¨¢, contra la ocupaci¨®n e, incluso, han coreado el nombre de Yahia Sinwar, el l¨ªder de Ham¨¢s y uno de los hombres m¨¢s buscados por Israel.
Una de las activistas que participa en el acto de este viernes es Um Jaber, una palestina de 59 a?os llegada desde Jerusal¨¦n que fue testigo desde unos 20 metros de la muerte de Ezgi la semana anterior. Su relato coincide con el de otros testigos: ¡°Tras la oraci¨®n los j¨®venes lanzaron piedras y los agentes respondieron con botes de humo, mientras nos ech¨¢bamos hacia atr¨¢s. Entonces, la situaci¨®n se calm¨® mientras est¨¢bamos all¨ª abajo. Entonces, un rato despu¨¦s, empezaron a lanzar m¨¢s botes de humo y algunas balas de fuego real¡±.
Por el momento, no hay m¨¢s investigaci¨®n que la del ej¨¦rcito que se ha atribuido la muerte de forma accidental, aunque sin intenci¨®n de que sus hombres paguen por los hechos. Turqu¨ªa va a llevar una a cabo. No as¨ª estados Unidos. La familia, el ISM y las autoridades de Turqu¨ªa exigen que los responsables rindan cuentas. La realidad es que, tras el asesinato en Yen¨ªn (Cisjordania) 2022 de la reportera de Al Jazeera, tambi¨¦n estadounidense, Shireen Abu Akleh, y en Gaza de otros dos activistas del ISM de EEUU y Gran Breta?a en 2003, ning¨²n militar israel¨ª ha sido condenado. Tampoco tras el bombardeo en Gaza este a?o en el que mataron a siete empleados de la ONG World Centras Kitchen (WCK), del chef hispano-estadounidense Jos¨¦ Andr¨¦s, de los que seis eran extranjeros.
M¨¢s de 700 muertos en Cisjordania
Frente a los m¨¢s de 41.000 muertos causados por los ataques israel¨ªes en Gaza desde que estall¨® la guerra el pasado 7 de octubre, la violencia se ha desbocado tambi¨¦n en Cisjordania, donde las tropas de ocupaci¨®n han acabado con la vida de m¨¢s de 700 personas, seg¨²n las autoridades sanitarias locales.
Pollack es concluyente y, a escasos metros de los militares israel¨ªes, a?ade: ¡°Si alguien tiene alguna duda del mensaje que Israel quer¨ªa lanzar la semana pasada cuando dispar¨® contra Aysenur Ezgi, este es el mensaje. Es un mensaje muy claro, el de que no van a tolerar que ning¨²n palestino se resista ante la ocupaci¨®n y el colonialismo. No importa que est¨¦n con ellos activistas internacionales. En cuanto a nuestro mensaje para ellos es que seguiremos apoyando a los palestinos hasta la liberaci¨®n, hasta que sean libres¡±.
Junto al infausto olivar de Beita, en una tertulia improvisada, varios vecinos y reporteros comentan lo ocurrido bajo la marquesina de la vivienda de Mahmud Fara, de 43 a?os, uno de los que la atendi¨® cuando cay¨® desplomada y que afirma que ha declarado como testigo. ¡°El viernes pasado, cuando la mataron, no hab¨ªa ni un periodista¡±, recalca con cierto tono de reproche. Junto a ¨¦l, otro vecino, Montaser Khadair, de 36 a?os, vaticina que, con tanto reportero presente, ¡°hoy los soldados no van a disparar¡±.
Todos describen como algo sin soluci¨®n el hecho de vivir en el mismo lugar donde han visto morir a 18 personas en los tres ¨²ltimos a?os. Es entonces cuando un periodista local aporta su punto de vista: ¡°Matan a 10.000 elefantes en ?frica y se monta la mundial. Pero a nosotros nos consideran menos que animales¡±.
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