Macron nombra su Gobierno m¨¢s conservador para salir del atolladero de los ¨²ltimos dos meses
El nuevo ejecutivo entrega las carteras de Interior, Agricultura, Sanidad, Cultura y Educaci¨®n Superior a ministros procedentes de la derecha
El todopoderoso secretario general del El¨ªseo, Alexis Kohler, compareci¨® a las 19.48 del s¨¢bado para desgranar el nuevo Ejecutivo. Ley¨® uno a uno los 39 nombres, 75 d¨ªas despu¨¦s de conocer el resultado de unas extravagantes elecciones legislativas, y volvi¨® a marcharse. No hubo preguntas, tampoco explicaciones. Francia, esa es la buena noticia, vuelve a tener gobierno. La mala es que nadie sabe por cu¨¢nto tiempo.
Francia tendr¨¢ su ejecutivo m¨¢s conservador en 12 a?os, desde el ¨²ltimo que dirigi¨® Fran?ois Fillon bajo el mandato de Nicolas Sarkozy. Macron entrega a la derecha carteras clave para su electorado como Interior, al frente de la cual situar¨¢ a Bruno Retailleau, miembro de Los Republicanos y con un historial pol¨ªtico m¨¢s a la derecha incluso que el partido donde milita actualmente. Este es un gui?o claro al Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, de quien depende la supervivencia del Ejecutivo. A pesar de este gesto de aproximaci¨®n, el presidente de RN, Jordan Bardella, advirti¨® un minuto despu¨¦s del anuncio que este Gobierno ¡°no tiene ning¨²n futuro¡±. Tambi¨¦n pasar¨¢n a la derecha ministerios vertebrales para la Rep¨²blica francesa, como el de Educaci¨®n Superior, que dirigir¨¢ a partir de ahora Patrick Hetzel (LR).
El entuerto en el que el presidente Emmanuel Macron meti¨® al pa¨ªs tras convocar elecciones en junio fue may¨²sculo (disoluci¨®n sorpresa de la Asamblea, elecciones, riesgo de acceso de la ultraderecha a la presidencia del Gobierno¡) y ha terminado configurando un escenario in¨¦dito: gan¨® la izquierda, pero el Consejo de Ministros se inclinar¨¢ a la derecha. Tras semanas de negociaciones, unos exitosos Juegos Ol¨ªmpicos y el nombramiento de un primer ministro de 73 a?os, como Michel Barnier, conservador y en las ant¨ªpodas de la renovaci¨®n radical que promovi¨® el macronismo a su llegada a las instituciones en 2017, cambia casi todo, menos la voz dominante del Ejecutivo: la del propio Macron. La presencia del presidente, sin embargo, quedar¨¢ m¨¢s diluida y gravemente condicionada por la voluntad de Le Pen y sus 126 diputados y 11 millones de votos.
El equilibrio que pretend¨ªa el presidente de la Rep¨²blica en el nuevo Ejecutivo, obviamente, favorecer¨¢ a su partido. El macronismo, que nombrar¨¢ tambi¨¦n a la portavoz del Gobierno, que estar¨¢ compuesto por 38 ministros con una divisi¨®n paritaria entre g¨¦neros. Solo 17 de esos ministros ser¨¢n de pleno ejercicio. Siete carteras ser¨¢n para la fuerza de apoyo mayoritaria, es decir, el partido de Macron. Los Republicanos (LR), la derecha cl¨¢sica francesa, post gaullista y envejecida, de la que procede el propio Barnier, tendr¨¢n tres carteras: y MoDem, un partido de centroderecha fundado por el exministro Fran?ois Bayrou, obtendr¨¢ otras dos (incluida la de Exteriores). A la lista se a?adir¨ªa un ministro del partido Horizons, del ex primer ministro ?douard Philippe; otro del partido centrista UDI y otros dos puestos a repartir entre un ministro procedente de la ¨®rbita de la derecha y otro de la izquierda.
El nuevo consejo de ministros estar¨¢ compuesto por perfiles discretos, sin grandes nombres o l¨ªderes de partido, m¨¢s centrados en la batalla de 2027 para las presidenciales. Pero dos propuestas generaron la irritaci¨®n entre los correligionarios del presidente: el titular de Interior y la de Familia: dos claros gui?os al ala m¨¢s conservadora y radical de la derecha. El primer ministro Barnier, viejo tah¨²r curtido en la negociaci¨®n del Brexit, utilizaba un farol para conservar la pieza que m¨¢s le importaba.
Dureza en inmigraci¨®n y seguridad
El nuevo primer ministro prometi¨® dureza en materia de seguridad y de inmigraci¨®n. Y la mostrar¨¢ ahora con el nombramiento al frente del Ministerio del Interior del jefe de Los Republicanos en el Senado. Bruno Retailleau. Los mensajes lanzados por el nuevo ministro en los ¨²ltimos meses no permiten dudar de su rigidez en la materia, y dio a entender que buscar¨ªa una reforma de la ley que regula hoy la inmigraci¨®n en Francia. Tambi¨¦n se opuso a la inscripci¨®n del derecho al aborto en la Constituci¨®n (ni siquiera Marine Le Pen se opuso a esta iniciativa hist¨®rica) y estaba en contra del matrimonio homosexual.
En esa l¨ªnea, propuso tambi¨¦n en un primer momento tambi¨¦n al frente de un Ministerio de Familia a Laurence Garnier, diputada de su partido. Durante las horas que circul¨® su nombre, el ala socialdem¨®crata del partido de Macron amenaz¨® con una espantada si prosperaba su nombramiento. Finalmente, el ministerio pas¨® a manos de su compa?era de partido, Agn¨¨s Canayer, y Garnier ser¨¢ secretaria de Estado de Econom¨ªa. Los Republicanos tambi¨¦n se quedar¨¢n con dos ministerios especialmente sensibles en este momento: Agricultura, que dirigir¨¢ Annie Genevard, y el de Ultramar, que deber¨¢ gestionar Fran?ois-No?l Buffet en plenas revueltas en la Martinica y Nueva Caledonia.
Corta esperanza de vida
La composici¨®n del Gobierno ha estado tambi¨¦n marcada por la corta esperanza de vida que se le anuncia. Algunos de los perfiles sondeados para formar parte de ¨¦l, conscientes de que podr¨ªan arder pronto en la hoguera de una moci¨®n de censura, prefirieron rechazar la posibilidad de formar parte de ¨¦l. Tambi¨¦n un gran n¨²mero de nombres que ya piensan en las elecciones presidenciales de 2027 y no quisieron quemar sus posibilidades en un Ejecutivo expr¨¦s. Al frente del Ministerio de Econom¨ªa, que se dividir¨¢ para dar pie tambi¨¦n a la cartera de Gasto P¨²blico, estar¨¢ Antoine Armand, de 33 a?os y miembro del partido de Macron. El jefe del Estado se reserv¨® tambi¨¦n ¡ªpor las atribuciones que le otorga la Constituci¨®n¡ª el nombramiento de los titulares de Defensa y Exteriores, donde se nombrar¨¢ a S¨¦bastien Lecornu y Jean-No?l Barrot (MoDem), respectivamente. Adem¨¢s de Lecornu hay otros nombres que repiten, como la titular de Cultura y antigua ministra de Nicolas Sarkozy, Rachida Dati
El Nuevo Frente Popular, el gran bloque de izquierdas ganador de las elecciones con 193 diputados, se ha negado a participar en el Ejecutivo al no ser aceptada la candidata que propusieron. Lo mismo sucede con el RN, aunque por motivos distintos. Y ah¨ª van otros 126 diputados. La decisi¨®n de nombrar como primer ministro a Michel Barnier (LR), cuyo partido ni siquiera form¨® parte del llamado Frente Republicano ¨Dla alianza en la segunda vuelta de las elecciones entre el centro y la izquierda para frenar a la ultraderecha¨D, era la ¨²nica salida posible. Esa es la l¨ªnea que defiende el El¨ªseo, recordando el resultado de aquellos comicios. Tambi¨¦n a la negativa de la izquierda a aceptar al ex primer ministro Bernard Cazeneuve, exmiembro del Partido Socialista.
La composici¨®n del nuevo Gobierno, en cualquier caso, es una suerte de huida hacia adelante para no entregar las llaves de Matignon (sede de la oficina del primer ministro) a la izquierda que, siendo la ganadora de las ¨²ltimas elecciones, hab¨ªa propuesto a Lucie Castets como primera ministra. En este contexto, muchos de los macronistas inclinados a la socialdemocracia se han sentido inc¨®modos. Por ejemplo, la diputada de Loira Atl¨¢ntico, Sophie Errante, una de las primeras socialistas en unirse a Emmanuel Macron en 2017, anunci¨® el viernes su salida del grupo Ensemble pour la R¨¦publique (EPR), que agrupa a los diputados de Renaissance. ¡°La designaci¨®n de Michel Barnier y la composici¨®n del Gobierno marcan un claro giro a la derecha¡±, lamenta en un comunicado, en el que se?ala ¡°una ruptura profunda con las razones por las que me compromet¨ª al lado de Emmanuel Macron en 2017¡±. ¡°Es el ¨²nico pa¨ªs del mundo donde gobernar¨¢n quienes han perdido las elecciones¡±, lanz¨® Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder de La Francia Insumisa (LFI) desde una de las manifestaciones que recorrieron las calles de Francia este s¨¢bado.
El lunes se celebrar¨¢ el primer Consejo de Ministros del nuevo Ejecutivo. Pero ser¨¢ en la Asamblea Nacional y en la calle donde sus titulares podr¨¢n percibir el tiempo que tendr¨¢n para afrontar las urgencias de un pa¨ªs con varias crisis abiertas.
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