Michel Barnier presenta su Gobierno a Macron tras semanas de negociaci¨®n pol¨ªtica
El nuevo primer ministro, tras las primeras discrepancias con el presidente de la Rep¨²blica, ha armado un Ejecutivo de centroderecha que no ha sido confirmado todav¨ªa
La paciencia general empezaba a agotarse y Michel Barnier, nuevo primer ministro de Francia, notaba la presi¨®n para formar un Gobierno. Los primeros intentos fracasaron e incluso fueron rechazados por el presidente de la Rep¨²blica, Emmanuel Macron. Barnier reinici¨® el jueves las consultas con los grupos pol¨ªticos ¨Dadvirti¨®, a modo de ultim¨¢tum, que ser¨ªan las ¨²ltimas¨D y convoc¨® a todos sus interlocutores de los ¨²ltimos d¨ªas a una reuni¨®n despu¨¦s de comer en vista de ¡°la formaci¨®n r¨¢pida de un Gobierno¡±, se?alaron fuentes cercanas al primer ministro. Antes de cenar, a las siete de la tarde, volvi¨® al El¨ªseo para dar cuenta del dise?o definitivo de su Ejecutivo, marcado por una clara identidad de centroderecha. Los nombres deber¨¢n ahora ser confirmados por el jefe del Estado y pasar el filtro de la Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida P¨²blica antes de ser anunciados antes del domingo.
En un comunicado, Matignon, sede de la oficina del primer ministro, ha calificado de ¡°constructivo¡± el intercambio entre Barnier y el presidente. ¡°El primer ministro ha presentado la arquitectura y la composici¨®n de su Gobierno, que respeta el equilibrio. Ser¨¢ presentado antes del domingo, tras los controles ¨¦ticos habituales¡±, detalla el texto.
Barnier hab¨ªa encontrado una fuerte oposici¨®n en las ¨²ltimas horas a una posible subida de impuestos, insinuada tras declarar alarmado que las cuentas del pa¨ªs se encuentran en una situaci¨®n ¡°muy grave¡±. Parad¨®jicamente, el partido que m¨¢s enfri¨® la posibilidad de formar un Gobierno de forma r¨¢pida, fue Ensemble, la formaci¨®n que lidera el ex primer ministro Gabriel Attal y que, en el fondo, controla Macron. Las reuniones del jueves limaron algunas de las asperezas generadas estos d¨ªas y Attal asegur¨® a la salida que Barnier le hab¨ªa prometido que no subir¨ªa los impuestos a las clases medias y trabajadoras. El propio Attal fue quien desvel¨® primero los rasgos del Ejecutivo.
El nuevo Gobierno, de perfil conservador, pese a que las ¨²ltimas elecciones las gan¨® el bloque de izquierdas, estar¨¢ compuesto por 38 ministros con una divisi¨®n paritaria entre g¨¦neros. El equilibrio entre formaciones tambi¨¦n estar¨ªa ya configurado. Solo 16 de esos ministros ser¨ªa de pleno ejercicio. Siete carteras ser¨ªan para la fuerza de apoyo mayoritaria, es decir, el partido de Macron. Los Republicanos (LR), la derecha cl¨¢sica francesa de la que procede el propio Barnier, tendr¨ªa tres carteras: y MoDem, un partido de centroderecha fundado por el exministro Fran?ois Bayrou, tendr¨ªa otras dos. A la lista se a?adir¨ªa un ministro del partido Horizons, del ex primer ministro ?douard Philippe; otro del partido centrista UDI y otros dos puestos a repartir entre un ministro procedente de la ¨®rbita de la derecha y otro de la izquierda.
El problema es que el Ejecutivo nacer¨¢ tocado de muerte. Adem¨¢s de no representar la pluralidad real de la Asamblea Nacional, en la que el bloque de izquierdas tiene m¨¢s diputados que ning¨²n otro, ser¨¢ sometido con casi toda seguridad a una moci¨®n de censura. Nadie duda de que el Gobierno caer¨¢ y deber¨¢ volver a disolverse la Asamblea en el plazo de un a?o, el m¨ªnimo que permite la ley tras unas elecciones. La continuidad del Ejecutivo est¨¢ en manos del Nuevo Frente Popular (NFP), la alianza constituida para las ¨²ltimas elecciones entre el Partido Socialista, los Ecologistas, La Francia Insumisa y el Partido Comunista, y del Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen. La ¨²nica duda es cu¨¢ndo querr¨¢n tumbarlo.
Durante la reuni¨®n con los responsables de las fuerzas pol¨ªticas y los grupos parlamentarios, Michel Barnier record¨® las expectativas de los franceses y la urgencia de responder a ellas. El primer ministro tambi¨¦n reafirm¨® sus prioridades: ¡°Mejorar el nivel de vida de los franceses y el funcionamiento de los servicios p¨²blicos, especialmente la educaci¨®n y la salud; garantizar la seguridad, controlar la inmigraci¨®n y promover la integraci¨®n; apoyar a nuestras empresas y agricultores, y fortalecer la atracci¨®n econ¨®mica de Francia; controlar nuestras finanzas p¨²blicas y reducir la deuda ecol¨®gica¡±. Barnier, en todo caso, deber¨¢ presentar su declaraci¨®n pol¨ªtica en la Asamblea Nacional el pr¨®ximo 1 de octubre. Y no ser¨¢ hasta ese momento cuando algunas fuerzas pol¨ªticas, como el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, tomar¨¢n una decisi¨®n sobre su futuro.
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