La larga sombra rusa a¨²n planea sobre Austria
Viena cambia su estrategia de seguridad para calificar de peligro a Rusia, pero mantiene una gran dependencia del gas ruso
La imagen de la profunda reverencia de la entonces ministra de Exteriores de Austria, Karin Kneissl, al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, dio la vuelta al mundo en agosto de 2018. Kneissl celebraba su boda en Gamlitz (Estiria, en el sur del pa¨ªs), con el l¨ªder ruso como invitado estelar. Este le regal¨® unos caros pendientes y bailaron juntos ante los invitados. La fotograf¨ªa ilustra la cercan¨ªa de Austria a Rusia en unos a?os en los que sus dirigentes pol¨ªticos manten¨ªan relaciones cordiales y se inter...
La imagen de la profunda reverencia de la entonces ministra de Exteriores de Austria, Karin Kneissl, al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, dio la vuelta al mundo en agosto de 2018. Kneissl celebraba su boda en Gamlitz (Estiria, en el sur del pa¨ªs), con el l¨ªder ruso como invitado estelar. Este le regal¨® unos caros pendientes y bailaron juntos ante los invitados. La fotograf¨ªa ilustra la cercan¨ªa de Austria a Rusia en unos a?os en los que sus dirigentes pol¨ªticos manten¨ªan relaciones cordiales y se intercambiaban frecuentes visitas, mientras flu¨ªan tambi¨¦n los negocios entre ambas partes. Kneissl vive hoy en Rusia.
La invasi¨®n rusa de Ucrania en febrero de 2022 fue un mazazo para toda Europa, pero en Austria (y Alemania) adem¨¢s descoloc¨® a muchos que consideraban que entend¨ªan a Putin y destacaban la neutralidad del pa¨ªs alpino, siempre con una mirada al Este, como un instrumento ¨²til para tender puentes con Rusia. Hace unas semanas, en v¨ªsperas de las elecciones generales del pr¨®ximo domingo, y tras la reciente divulgaci¨®n de varios casos de espionaje en los que se sospecha que diferentes ciudadanos austriacos espiaban para Mosc¨², el Gobierno acord¨® una nueva estrategia de seguridad que ve a Mosc¨² como un peligro (antes lo calificaba de socio estrat¨¦gico de la UE) y promete acabar con la enorme dependencia del gas ruso en 2027 (el objetivo marcado por Bruselas).
El Gobierno austriaco conden¨® sin paliativos la invasi¨®n ¨D¡±somos militarmente neutrales, pero no moralmente¡±, subraya el canciller conservador, Karl Nehammer¨D, el pa¨ªs ha acogido, como otros, a decenas de miles de ucranios huidos y adoptado las sanciones a Rusia, y si bien no participa en la entrega de armas a Kiev, no torpedea los acuerdos como la Hungr¨ªa de Viktor Orb¨¢n. No obstante, Nehammer a¨²n pretendi¨® mediar en abril de 2022, iniciada ya la guerra, cuando viaj¨® sorpresivamente a Mosc¨² y se entrevist¨® con Putin. Sali¨® cabizbajo y sin resultados.
¡°Debido a la historia, desde el final de II Guerra Mundial podr¨ªa decirse que la relaci¨®n entre Austria y Rusia es inusual para los est¨¢ndares de Europa occidental¡±, explica en su despacho Wolfgang M¨¹ller, profesor del Instituto de Historia de Europa del Este de la Universidad de Viena. El pa¨ªs, derrotado el r¨¦gimen nazi, estuvo ocupado por los vencedores hasta 1955, y ¡°la neutralidad fue el precio pol¨ªtico del acuerdo sovi¨¦tico de retirar sus tropas¡±, apunta. Mosc¨² despleg¨® a partir de ah¨ª ¡°una comunicaci¨®n pol¨ªtica muy h¨¢bil¡± para poner a Austria ¡°como ejemplo de lo buenas que pod¨ªan ser las relaciones entre la Uni¨®n Sovi¨¦tica y un pa¨ªs capitalista si se manten¨ªa neutral y no entraba en la OTAN¡±. Los austriacos acabaron vinculando ese estatus neutral con ¡°la paz y prosperidad¡± que sigui¨® a la guerra, pese a que ¡°esa conexi¨®n no existe en realidad¡±.
El deseo ¡°de las ¨¦lites pol¨ªticas¡± de mantener buenas relaciones con Rusia continu¨® incluso despu¨¦s de la anexi¨®n ilegal de Crimea por parte rusa en 2014. ¡°Cuando el presidente Vlad¨ªmir Putin vino a Viena por aquel entonces, fue cortejado por pol¨ªticos democristianos (?VP) y socialistas (SP?)¡±.
Pero al comenzar la invasi¨®n de Ucrania en 2022, los recelos en Europa sobre los intereses austriacos ligados a Rusia se incrementaron y varios ex altos cargos, tanto conservadores como socialistas, contratados por gasistas y petroleras rusas, empezaron a dejar esos puestos. Kneissl, que como independiente fue ministra por la cuota del ultraderechista FP? en el primer Gobierno de coalici¨®n del democristiano Sebastian Kurz, se considera perseguida por su afinidad con Putin y se ha mudado a Rusia, donde el l¨ªder ruso le ha encomendado, entre otras cosas, impulsar la protecci¨®n del tigre siberiano, seg¨²n medios austriacos. Desde la invasi¨®n de Ucrania tambi¨¦n han saltado varios casos de espionaje para Rusia dentro de Austria, uno especialmente grave porque implica a un miembro de los servicios internos de inteligencia.
Al contrario que en Suecia y Finlandia, que han entrado en la OTAN ante la amenaza rusa, los austriacos mantienen su neutralidad y los partidos no la someten a debate. Alrededor del 80% de la poblaci¨®n (unos nueve millones de habitantes) la apoya. El FP?, que encabeza las encuestas para ganar las elecciones parlamentarias del domingo, ¡±la ha incorporado a su ideolog¨ªa y se presenta como su m¨¢s firme defensor¡±, lo que aprovecha tambi¨¦n para acusar a la UE de belicista y rechazar las sanciones a Rusia.
En un Eurobar¨®metro de la pasada primavera, la mayor¨ªa de austriacos se mostraba en general satisfecho con la reacci¨®n de la UE a la invasi¨®n rusa, en l¨ªnea con la media de los Veintisiete, pero el apoyo es menor cuando se trata de la ayuda financiera a Kiev y las sanciones econ¨®micas.
El 83% del gas viene de Rusia
Uno de los posibles motivos es que la sombra rusa sigue siendo alargada, especialmente en la cuesti¨®n energ¨¦tica. Seg¨²n datos del pasado julio, el pa¨ªs a¨²n importaba el 83% de su gas de Rusia. ¡°Austria se ha hecho masivamente dependiente del suministro de gas ruso en las ¨²ltimas d¨¦cadas¡±, constaba en una nota el Ministerio para la Protecci¨®n del Clima y Energ¨ªa, cuya responsable, la ecologista Leonore Gewessler, consider¨® ¡°equivocada¡± la decisi¨®n de prorrogar en 2018 hasta 2040 el contrato de suministro de la austriaca ?MV con la rusa Gazprom. A la firma asistieron el entonces canciller Sebastian Kurz ¡°y tambi¨¦n Putin¡±, apunta el experto, quien critica que los gobiernos austriacos han dejado esta cuesti¨®n ¡°en manos de una sola empresa, ?MV¡±. ¡°Aqu¨ª se ha seguido una pol¨ªtica muy poco realista, ingenua y, de hecho, tambi¨¦n peligrosa para la seguridad. Ha sido una negligencia criminal de la pol¨ªtica de seguridad¡±, destaca.
El inicio de la dependencia austriaca viene de tan lejos como 1968, cuando ?MV firm¨® el primer contrato de un pa¨ªs occidental con la extinta Uni¨®n Sovi¨¦tica para recibir el gas ruso.
Gewessler ha impulsado una ley de diversificaci¨®n de las fuentes de suministro y la obligaci¨®n para las empresas de desvincularse paulatinamente del gas ruso, pero no ha logrado su aprobaci¨®n en esta legislatura ante las trabas de los democristianos del ?VP, el socio mayoritario de la coalici¨®n de Gobierno. El temor a la subida de precios y las quejas empresariales sobre ciertas medidas frenan el visto bueno conservador. Otra ley, de fomento del biog¨¢s, tampoco ha llegado a su conclusi¨®n a tiempo antes de las elecciones. En diciembre caduca el acuerdo de tr¨¢nsito del gas entre Ucrania y Mosc¨², y de momento no hay visos de una renovaci¨®n. Tal vez un cierre del grifo acelere las reformas.
El intercambio econ¨®mico desde la guerra se ha reducido. Antes, Rusia ¡°era un mercado importante para la econom¨ªa de Austria, con exportaciones por valor de casi 2.000 millones de euros en 2021¡å, seg¨²n el Ministerio de Econom¨ªa austriaco. Estas han ca¨ªdo hasta los 1.300 millones de euros en 2023. Wolfgang M¨¹ller destaca que ¡°en general, salvo en el caso del gas, se sobrestima la importancia econ¨®mica de Rusia para Austria¡±. En los mejores momentos, en torno a 2013, Mosc¨² era el d¨¦cimo socio comercial. La otra cara de la moneda es que ¡°ha habido varias oleadas desde 2014 en las que Rusia ha estado entre los mayores inversores extranjeros en Austria¡±, no como ¡°una estrategia estatal dirigida, sino m¨¢s bien por oligarcas que quer¨ªan sacar su dinero porque tem¨ªan que estallara una crisis econ¨®mica en Rusia¡±.
El n¨²mero de empresas con filiales o representaci¨®n en Rusia (650 antes de la guerra) tambi¨¦n ha retrocedido entre un 20% y un 30%. El Gobierno afirma que las leyes rusas dificultan cada vez m¨¢s la salida de empresas y la venta est¨¢ sujeta a permisos. Una de las firmas que ha tropezado con estos problemas es el grupo bancario Raiffeisen, focalizado en los pa¨ªses del Este y con un negocio jugoso en Rusia. Una resoluci¨®n judicial ha bloqueado en Mosc¨² la intenci¨®n de la entidad de vender su negocio ruso.
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