Un faro de esperanza palestino-israel¨ª
El ex primer ministro israel¨ª Ehud Olmert y el exministro palestino Nasser aI Kidwa reclaman en una tribuna conjunta el fin de la guerra en Gaza, la liberaci¨®n de los rehenes y la convivencia de los dos Estados con las fronteras de 1967 y sin soberan¨ªa sobre la ciudad vieja de Jerusal¨¦n
El pasado 7 de octubre de 2023 aconteci¨® un nuevo cap¨ªtulo trascendental en la historia de los encuentros violentos entre israel¨ªes y palestinos al lanzarse la guerra m¨¢s devastadora en la historia de estos dos pueblos.
Ahora, casi un a?o despu¨¦s de aquel horrible d¨ªa, demasiados miles de personas han perdido sus vidas en ambos lados. La franja de Gaza ha sido destruida, la mayor¨ªa de sus habitantes se han convertido nuevamente en refugiados, ahora hay alrededor de dos millones de residentes de Gaza sin hogar. Decenas de miles de israel¨ªes tambi¨¦n se han quedado sin casa, obligados a dejar sus hogares destruidos y quemados.
No nos conoc¨ªamos en el pasado, en tiempos que ambos desempe?¨¢bamos cargos oficiales al servicio de nuestros pueblos. Nuestros caminos profesionales no se cruzaron y no nos llevaron a trabajar juntos, hasta ahora.
En nuestra com¨²n b¨²squeda para ubicar un socio en el otro lado del conflicto hemos decidido trabajar juntos, con respeto mutuo, y con el prop¨®sito de encontrar un avance hacia el fin de la guerra en Gaza y as¨ª comenzar negociaciones renovadas entre Israel y la Autoridad Palestina con la aspiraci¨®n de alcanzar un acuerdo que ponga fin definitivamente al violento conflicto entre nuestros dos pueblos.
Sabemos que esto conducir¨¢ a la creaci¨®n de un frente, compuesto por Estados moderados de la regi¨®n, incluyendo a Arabia Saud¨ª y otros pa¨ªses musulmanes, junto con el Estado de Israel y el Estado de Palestina, haciendo que toda nuestra regi¨®n sea m¨¢s estable, m¨¢s segura y m¨¢s pr¨®spera para todos sus pueblos.
En nuestras sociedades, la israel¨ª y la palestina, existe una gran propensi¨®n a destruir a cualquier pol¨ªtico que se salga del c¨®modo consenso, a trav¨¦s de las m¨¢s extremas formas de criticar y ridiculizar. En tiempos de guerra, el consenso se une en torno a la bandera y cualquier desviaci¨®n del apoyo absoluto al esfuerzo b¨¦lico se compara con no menos que traici¨®n.
La sugerencia de un cambio radical de rumbo se considera una capitulaci¨®n o una concesi¨®n de la victoria al lado opuesto. Pero la verdadera prueba para l¨ªderes no es seguir a la opini¨®n p¨²blica, guiando sus palabras por encuestas sobre esta opini¨®n, sino m¨¢s bien determinando el mejor camino estrat¨¦gico para el futuro de su naci¨®n y presentarlo con valent¨ªa y sin temor.
Nosotros, dos exl¨ªderes que hemos servido fielmente a nuestro pueblo durante d¨¦cadas, nos hemos unido a trav¨¦s de una visi¨®n compartida y con una propuesta que desaf¨ªa nuestra tr¨¢gica realidad. Estas tienen el potencial de cambiar nuestras naciones, nuestra regi¨®n y, de hecho, el mundo entero.
Comencemos con lo m¨¢s b¨¢sico. La guerra en Gaza debe finalizar. Los rehenes israel¨ªes mantenidos en cautiverio por Ham¨¢s deben ser liberados y devueltos a sus familias. Israel, por su parte, tendr¨¢ que liberar una cantidad acordada de prisioneros palestinos y deber¨¢ retirarse de Gaza.
Los palestinos deben crear all¨ª una nueva entidad, leg¨ªtima y responsable, que no estar¨¢ compuesta por pol¨ªticos de ninguna de las facciones palestinas existentes y que estar¨¢ vinculada org¨¢nicamente a la Autoridad Palestina, pero ser¨¢ lo suficientemente independiente como para ganarse la aceptaci¨®n de los palestinos mismos, de los Estados ¨¢rabes vecinos y de la comunidad internacional.
La siguiente fase de nuestro plan describe los componentes de lo que permitir¨ªa ser una paz israel¨ª-palestina, sostenible a largo plazo. Debe basarse en la existencia de los Estados de Israel y de Palestina, viviendo uno al lado del otro, dentro de las fronteras del 4 de junio de 1967.
Estamos de acuerdo en que el 4,4% de Cisjordania, donde actualmente existen los principales bloques de asentamientos israel¨ªes, incluida la zona de Jerusal¨¦n, ser¨¢ anexado a Israel a cambio de un territorio israel¨ª de igual tama?o y que se anexar¨¢ al Estado de Palestina para adaptarse as¨ª a las realidades del terreno que son demasiado dif¨ªciles de restituir.
El coraz¨®n de nuestro conflicto es Jerusal¨¦n, para lo cual proponemos un plan que exima a la ciudad vieja de Jerusal¨¦n, el centro de los sitios religiosos, del control soberano exclusivo de Israel y Palestina. A pesar de que hemos abordado todos los temas centrales, este no es un plan completo con todos sus detalles. Hemos coincidido en los contornos dentro de los cuales debe basarse la paz genuina entre israel¨ªes y palestinos. En un futuro no muy lejano, una nueva generaci¨®n de l¨ªderes de ambos pueblos tendr¨¢ la tarea de negociar y transformar esta visi¨®n en una realidad.
Como parte de nuestro compromiso, estamos ahora invirtiendo nuestro esfuerzo y nuestro tiempo en generar apoyo para nuestra propuesta por parte de los pueblos israel¨ª y palestino, por medio de quienes influyen en la opini¨®n p¨²blica y a trav¨¦s de los l¨ªderes pol¨ªticos en la regi¨®n y m¨¢s all¨¢ de ella.
Estamos presentando la verdad inevitable, que este conflicto debe resolverse por medios diplom¨¢ticos para que podamos crear un rumbo para un ma?ana diferente. Trabajamos incansablemente para explicar nuestros planes y conseguir el mayor apoyo p¨²blico posible. En nuestra opini¨®n, este no es solo un documento, sino una visi¨®n viva de un futuro diferente para Israel, Palestina y el mundo.
En un periodo de oscuridad tan aterradora, hemos elegido hacer brillar una luz de esperanza y se?alar el camino que nuestros dos pueblos deben tomar.
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