La guerra en Gaza fuerza a Arabia Saud¨ª a implicarse de nuevo en la causa palestina

Los t¨¦rminos elegidos por Arabia Saud¨ª para condenar el bombardeo israel¨ª del martes contra el campo de refugiados de Yabalia en Gaza fueron reveladores: el ataque fue ¡°inhumano¡± y la ofensiva sobre la ¡°asediada¡± Gaza, un ¡°ba?o de sangre¡± cometido por ¡°las fuerzas de ocupaci¨®n israel¨ªes¡±. Esa censura ha sido la ¨²ltima demostraci¨®n de que la firma del acuerdo para normalizar las relaciones de la gran potencia ¨¢rabe e Israel no solo ha dejado de estar en ciernes ¡ªRiad anunci¨® su congelaci¨®n el 13 de octubre¡ª, sino que el pacto se antoja imposible a corto plazo. Los bombardeos israel¨ªes contra objetivos civiles en la Franja se han llevado consigo las palabras que el pr¨ªncipe heredero saud¨ª, Mohamed bin Salm¨¢n, pronunci¨® el 20 de septiembre en una entrevista con Fox News: el hombre fuerte del r¨¦gimen saud¨ª afirm¨® que el acuerdo estaba ¡°cada d¨ªa m¨¢s cerca¡±.

Con m¨¢s de 9.000 gazat¨ªes masacrados, seg¨²n el Ministerio de Sanidad de Gaza, ni siquiera una monarqu¨ªa absoluta como la saud¨ª osa seguir adelante con una normalizaci¨®n anta?o descrita en el mundo ¨¢rabe como jiyanah (traici¨®n). Por el contrario, Riad encabeza ahora iniciativas como el comunicado conjunto divulgado la semana pasada por nueve pa¨ªses ¨¢rabes para denunciar ¡°las flagrantes violaciones contra la ley internacional¡± cometidas por Israel en Gaza.

La ofensiva militar israel¨ª no ha dejado a los saud¨ªes otra alternativa que tratar de recuperar ¡°su posici¨®n central en el mundo isl¨¢mico en un momento de sufrimiento musulm¨¢n en Gaza¡±, analiza por correo electr¨®nico Kristian Coates Ulrichsen, experto en Oriente Pr¨®ximo del Instituto Baker de la Universidad de Rice, en Houston. ¡°Los dirigentes saud¨ªes deben mantener un cuidadoso equilibrio entre su di¨¢logo con Estados Unidos e Israel (...) y los altos niveles de ira p¨²blica por la situaci¨®n en Gaza¡±, recalca este especialista. Arabia Saud¨ª, explica Ulrichsen, ¡°posee adem¨¢s autoridad religiosa como custodio de las mezquitas sagradas de La Meca y Medina [los dos principales lugares santos del islam]¡±.

La congelaci¨®n del di¨¢logo con Israel ha sido ¡°inevitable¡±, tambi¨¦n para la analista palestina Yara Hawari. Los saud¨ªes, afirma por correo electr¨®nico, ¡°no pod¨ªan establecer relaciones con los israel¨ªes mientras estos masacran a los palestinos en Gaza¡±. Un gran n¨²mero ¡ªal menos, 3.730¡ª de los palestinos que han perecido en la Franja simbolizan adem¨¢s la esencia de un civil inocente: eran ni?os.

Arabia Saud¨ª no ha condenado en ning¨²n momento a Ham¨¢s por el ataque contra Israel del 7 de octubre, que caus¨® 1.400 muertes y que precipit¨® la respuesta militar israel¨ª. Riad ha evitado llamar terrorista al grupo fundamentalista palestino, haciendo caso omiso a las presiones de Estados Unidos, reveladas por The Washington Post. En su reciente gira por Oriente Pr¨®ximo, el secretario de Estado, Antony Blinken, fue adem¨¢s objeto de un desaire por parte del heredero saud¨ª. El pr¨ªncipe le hizo esperar 10 horas antes de reunirse con ¨¦l el 15 de octubre.

Israel estableci¨® por primera vez relaciones diplom¨¢ticas con Emiratos ?rabes Unidos, Bar¨¦in y Marruecos, dentro de los llamados Acuerdos de Abraham de 2020, ensalzados por sus firmantes y su patrocinador ¡ªEstados Unidos¡ª como acuerdos ¡°de paz¡±, que, casi parad¨®jicamente, ten¨ªan entre sus contrapartidas ventajosos contratos de venta de armas estadounidenses y, para Marruecos, el reconocimiento por Washington de su soberan¨ªa sobre el S¨¢hara Occidental. Tambi¨¦n la normalizaci¨®n con Arabia Saud¨ª se presentaba como un pacto de paz ¡°hist¨®rico¡±, toda vez que ese pa¨ªs es la gran potencia sun¨ª, la pieza de caza mayor con la que el Gobierno israel¨ª aspiraba a dejar atr¨¢s definitivamente su aislamiento diplom¨¢tico en su regi¨®n, al tiempo que relegaba la cuesti¨®n palestina al caj¨®n de las causas perdidas.

El mismo a?o de la firma de esos acuerdos, el mayor bar¨®metro de opini¨®n de Oriente Pr¨®ximo, el ?ndice de Opini¨®n ?rabe, situaba solo en un 6% los saud¨ªes que respaldaban la normalizaci¨®n con Israel. La encuesta arrojaba otro dato: el 79% de los saud¨ªes consideraba entonces que la cuesti¨®n palestina concierne a todos los ¨¢rabes; la ¡°simbiosis y solidaridad entre las causas ¨¢rabe y palestina¡± a la que alud¨ªa Edward Said en La cuesti¨®n palestina. Los reg¨ªmenes ¨¢rabes, carentes de legitimidad democr¨¢tica, han temido tradicionalmente la extensi¨®n a sus pa¨ªses del potencial revolucionario de la causa palestina. Expertos como el historiador Rachid Khalidi y otros analistas consideran adem¨¢s que la marginalizaci¨®n de la cuesti¨®n palestina en el di¨¢logo entre Riad y el Gobierno israel¨ª puede haber sido uno de los detonantes que precipitaron el ataque de Ham¨¢s.

El catedr¨¢tico de estudios ?rabes e Isl¨¢micos de la Universidad Complutense Ignacio ?lvarez-Ossorio sostiene por tel¨¦fono otro aspecto que puede haber pesado en la congelaci¨®n del di¨¢logo con Israel: el ¡°gran divorcio¡± entre la ¡°gerontocracia¡± que ha dirigido el reino de los Saud durante d¨¦cadas y los saud¨ªes j¨®venes. A sus 38 a?os, Bin Salm¨¢n, impulsor del acercamiento, pertenece a una generaci¨®n ajena al panarabismo en el que cuaj¨® la solidaridad con la causa palestina. Pero tras los ataques del 7 de octubre, hay indicios de que los sectores del poder que apoyan a Palestina, que giran en torno al rey Salm¨¢n, de 87 a?os, podr¨ªan haber impuesto sus puntos de vista.

Desarrollo econ¨®mico

Para el director de programas para Oriente Pr¨®ximo y Norte de ?frica de la ONG Crisis Group, Joost Hiltermann, en realidad, ¡°el principal impulso para la normalizaci¨®n entre Arabia Saud¨ª e Israel hab¨ªa venido de Israel y Estados Unidos¡±, no de los propios saud¨ªes que ¡°solo intentaban negociar un pacto, que no sabemos si habr¨ªa llegado a cerrarse¡±, explica por tel¨¦fono desde Bruselas. Riad hab¨ªa condicionado su firma a la obtenci¨®n de una garant¨ªa de protecci¨®n militar estadounidense y a la luz verde para un programa de energ¨ªa nuclear civil con apoyo de Washington.

Ese acuerdo ten¨ªa tambi¨¦n un objetivo estrat¨¦gico. Hiltermann sostiene que Riad aspiraba a avanzar hacia ¡°una regi¨®n estable para crecer econ¨®micamente. Y para eso, alg¨²n tipo de compromiso tanto con Ir¨¢n como con Israel era importante para ellos¡±. En 2016, el pr¨ªncipe heredero hab¨ªa presentado su proyecto estrella: la Agenda Visi¨®n 2030, una hoja de ruta para acabar con la dependencia del petr¨®leo, que pasa por diversificar la econom¨ªa del pa¨ªs, atraer inversiones y desarrollar sectores como el turismo ¡ªpor ejemplo, albergando grandes acontecimientos deportivos¡ªy la industria del entretenimiento. Esa liberalizaci¨®n de pan y circo sin apertura pol¨ªtica casaba mal con un enfrentamiento frontal con un pa¨ªs cercano y protegido por Washington como Israel.

La guerra de Gaza ha complicado notablemente estos planes de desarrollo saud¨ªes, sostiene Ulrichsen, que afirma que su realizaci¨®n ser¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil si el pa¨ªs se ve ¡°atrapado en el fuego cruzado de otra guerra regional¡±.

A Riad le inquieta especialmente el riesgo de escalada con Ir¨¢n a causa de la guerra de Gaza. El reino ¨¢rabe restableci¨® relaciones con Teher¨¢n en marzo, dentro de la misma l¨®gica de apaciguamiento regional que le llev¨® a dialogar con Israel. Ir¨¢n financia tanto a Ham¨¢s como a su aliado liban¨¦s, el partido milicia chi¨ª Hezbol¨¢, y a los rebeldes Huthi de Yemen, con quienes Arabia Saud¨ª trata de fraguar una paz definitiva que le permita acabar con su costosa implicaci¨®n en la guerra en ese pa¨ªs vecino. El 12 de octubre, Mohamed bin Salm¨¢n llam¨® por tel¨¦fono al presidente iran¨ª, Ebrah¨ªm Rais¨ª, para reafirmarle ¡°su compromiso inquebrantable con la causa palestina¡±. Si las ahora congeladas conversaciones con Israel se reanudan en el futuro, algo que los expertos consultados por este diario ven probable, Riad probablemente exigir¨¢ ¡°m¨¢s concesiones para los palestinos¡± de las previstas inicialmente, recalca Ulrichsen.

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