La izquierda populista y la extrema derecha presionan para que Alemania se aleje de Ucrania

El canciller socialdem¨®crata, Olaf Scholz, nota la presi¨®n. El democristiano Friedrich Merz, su principal oponente y aspirante a sucederle, tambi¨¦n. En Alemania, la extrema derecha y la izquierda populista cosechan ¨¦xitos electorales con un mensaje antibelicista y antioccidental. Empujan as¨ª a los principales partidos moderados a alejarse de Ucrania y a buscar la paz con la Rusia de Vlad¨ªmir Putin.

Scholz se resiste, pese a que en su partido, el SPD, hay un sector poco entusiasta con la pol¨ªtica de rearme militar y con el decidido apoyo a Ucrania que el canciller impuso tras la invasi¨®n de 2022. Para Merz, candidato de la CDU/CSU para las elecciones generales del 2025, tambi¨¦n es incuestionable el anclaje de Alemania en Occidente y la OTAN.

Este consenso, sin embargo, amenaza con agrietarse. En las recientes elecciones en tres Estados de la antigua Alemania Oriental, tradicionalmente m¨¢s pr¨®xima a Rusia, el partido de extrema derecha
para Alemania (AfD) y la nueva izquierda populista de Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) sumaron m¨¢s del 40% de votos. Seg¨²n los sondeos para las generales, estos partidos podr¨ªan rondar el 25% en todo el pa¨ªs.

En su programa de pol¨ªtica exterior, AfD defiende que Alemania ejerza ¡°un papel de puente y mediaci¨®n en la regi¨®n ruso-asi¨¢tica¡± y alude como modelo a Otto von Bismarck en el siglo XIX. BSW condena las sanciones a Rusia y su l¨ªder, la carism¨¢tica Sahra Wagenknecht, describe a Scholz como un ¡°vasallo¡± de EE UU.

¡°La pol¨ªtica exterior se ha vuelto un terreno en el que se puede usar un discurso populista, y esto es nuevo¡±, explica Jana Puglierin, jefa en Berl¨ªn del laboratorio de ideas European Council on Foreign Relations (ECFR). El debate se simplifica: o dinero para Ucrania, o dinero para reparar puentes en Alemania. Puglierin, coautora del informe Guerra, paz y populismo: c¨®mo los partidos extremistas de Alemania est¨¢n remodelando el debate de la pol¨ªtica exterior, resume: ¡°En tiempos de recesi¨®n y recursos m¨¢s escasos, hay un debate intenso sobre si invertir m¨¢s en Ucrania o en las infraestructuras alemanas¡±.

A diferencia de AfD, excluida del poder por un cord¨®n sanitario, BSW ha iniciado conversaciones con los grandes partidos moderados, SPD y CDU, para formar gobiernos en Turingia, Sajonia y Brandeburgo, los estados federados, o l?nder, que votaron en septiembre. Wagenknecht exige a socialdem¨®cratas y democristianos que en el acuerdo de coalici¨®n conste la negativa a nuevos env¨ªos de armas a Ucrania y la renuncia al estacionamiento de misiles estadounidenses en Alemania.

¡°Si la CDU y el SPD aceptasen, representar¨ªa un giro en la pol¨ªtica exterior que da?ar¨ªa gravemente la credibilidad de ambos partidos en toda Alemania¡±, ha advertido en el semanario Der Spiegel el historiador Heinrich-August Winkler. En su cl¨¢sico Der lange Weg nach Westen (El largo camino hacia Occidente), Winkler cuenta la historia de su pa¨ªs como el de una pugna entre las tendencias orientales y occidentales, que se resuelve con el anclaje occidental tras la reunificaci¨®n en 1990. Respecto al posible acuerdo en los l?nder orientales, escribe: ¡°Dar¨ªa al agresor Putin un triunfo en el que hasta no pod¨ªa ni so?ar. Estar¨ªa m¨¢s cerca de su objetivo estrat¨¦gico, provocar la ruptura de Alemania con el campo occidental¡±.

Los tres presidentes de los l?nder orientales, dos de democristianos y un socialdem¨®crata, publicaron hace unos d¨ªas un art¨ªculo en el Frankfurter Allgemeine Zeitung titulado Queremos un papel diplom¨¢tico m¨¢s activo de Alemania. Y se puso en marcha la m¨¢quina de las especulaciones: ?hab¨ªa logrado Wagenknecht torcer el brazo a los grandes partidos? ¡°Alemania puede y debe, como en d¨¦cadas pasadas hicieron pol¨ªticos como Helmut Kohl, Willy Brandt y Hans-Dietrich Genscher, actuar con m¨¢s fuerza como mediadora¡±, escribieron los presidentes Michael Kretschmer, Mario Voigt y Dietmar Woidke. Wagenknecht aplaudi¨®: ¡°Una contribuci¨®n inteligente y distinta¡±.

La idea del art¨ªculo era que exist¨ªa un consenso alem¨¢n, supuestamente el del socialdem¨®crata Willy Brandt, el democristiano Helmut Kohl y el liberal Hans-Dietrich Genscher, para mantener una cierta equidistancia entre Occidente y Rusia. Este consenso se habr¨ªa roto en 2022, cuando Scholz anunci¨® un aumento del gasto militar y acab¨® con la dependencia energ¨¦tica de Mosc¨². Seg¨²n Puglierin, del ECFR, el consenso que puede romperse es otro: el que, desde la reunificaci¨®n, imperaba en favor de la integraci¨®n europea y la OTAN.

¡°Ahora hay una situaci¨®n nueva¡±, dice Puglierin, ¡°en la que AfD, y en especial BSW, ofrecen una pol¨ªtica exterior que cuestiona este consenso fundamental, tanto en lo que se refiere al v¨ªnculo con Occidente ¡ªla OTAN y la relaci¨®n con EE UU¡ª como a la dimensi¨®n europea¡±.

Pese a las cr¨ªticas a Scholz por sus dudas en intensificar la implicaci¨®n militar, Alemania es el segundo pa¨ªs que m¨¢s ayuda a Ucrania, solo por detr¨¢s de Estados Unidos. ?Se romper¨¢ el consenso? Podr¨ªa romperse por Washington: mucho depender¨¢ de las elecciones de noviembre. Y las de septiembre en Alemania. Algo hay seguro: Ucrania ser¨¢ tema de campa?a.