La Europa de los l¨ªderes que se convierten en ¡®patos cojos¡¯
La UE afronta meses decisivos en la guerra en Ucrania o ante el posible cambio en la Casa Blanca con los dirigentes de Francia y Alemania debilitados
Hay un vac¨ªo en el n¨²cleo de Europa y llega en un momento cr¨ªtico. Olaf Scholz y Emmanuel Macron, los l¨ªderes de los dos pa¨ªses m¨¢s poderosos, son hoy pol¨ªticos con una influencia menguante y al frente de gobiernos divididos. La supervivencia pol¨ªtica de ambos es una inc¨®gnita. El continente afronta unos meses decisivos en la guerra en Ucrania, y la hip¨®tesis de un regreso en Estados Unidos de Donald Trump al poder, con dos patos cojos al frente de Alemania y Francia.
Los efectos se notan dentro y fuera de las fronteras europeas. Ya hace meses que la Uni¨®n Europea se resiente de los cortocircuitos del motor franco-alem¨¢n, la relaci¨®n que ha impulsado al club comunitario durante d¨¦cadas, pero que lleva a?os averiada. Ahora, se a?ade, adem¨¢s de la debilidad de los gobiernos en los dos mayores socios, el golpe que les infligi¨® la extrema derecha en las elecciones europeas de junio. Todo esto, con un horizonte geopol¨ªtico delicado y lo que algunos dirigentes consideran una crisis existencial.
¡°Europa est¨¢ muy mal organizada para reaccionar a los acontecimientos en el Oeste y en el Este¡±, sentencia Fran?ois Heisbourg, consejero del centro de an¨¢lisis Fundaci¨®n para la Investigaci¨®n Estrat¨¦gica, y autor de Un mundo sin Am¨¦rica reci¨¦n publicado en franc¨¦s (editado por Odile Jacob). Heisbourg alude a las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre y las dificultades de Ucrania ante la agresi¨®n rusa. ¡°Hay un v¨ªnculo entre ambos¡±, aclara, y se refiere a la posibilidad de que Trump retire el apoyo al pa¨ªs agredido y busque un acuerdo con Vlad¨ªmir Putin: ¡°Si Ucrania sufre reveses mayores o si se la somete a presiones fuertes por parte de una pareja Trump-Putin, es evidente que los europeos tendr¨ªan problemas¡±.
Francia y Alemania no est¨¢n en buena forma. Tampoco Pa¨ªses Bajos, con un Gobierno en coalici¨®n liderado por la extrema derecha. Y hay turbulencias en Polonia, con choques entre el Gobierno conservador de Donald Tusk y el presidente ultraconservador Andrzej Duda. Esto ¡°ralentiza¡± los debates en los Veintisiete de temas como el modelo de la Europa de la defensa, y de d¨®nde sacar financiaci¨®n para desarrollarlo, se?ala un veterano diplom¨¢tico. Y, con la potencia franco-alemana estancada, est¨¢ avanzando la ultraderechista italiana Giorgia Meloni, quien lidera uno de los gobiernos m¨¢s estables, se est¨¢ alzando como la voz dominante en materia migratoria, y marca la agenda de un club comunitario cada vez m¨¢s derechizado, sigue el diplom¨¢tico.
Francia, la primera potencia geopol¨ªtica y militar de la UE, tiene un presidente sin mayor¨ªa parlamentaria desde las legislativas anticipadas del pasado junio, con una extrema derecha m¨¢s fuerte que nunca y una capacidad de maniobra reducida en casa y en el extranjero. Le quedan dos a?os y medio de mandato hasta las pr¨®ximas presidenciales, a las que no puede volver a presentarse. Esto, suponiendo que no acabe dimitiendo ante las dificultades para gobernar. Antes, en todo caso, puede haber nuevas legislativas y un nuevo cambio de Gobierno. Macron encaja con la definici¨®n, habitual en EE UU, del pato cojo: el presidente que todav¨ªa ocupa el cargo, pero con el poder reducido porque no tiene perspectivas de continuar.
En Alemania, primera potencia econ¨®mica europea, el canciller socialdem¨®crata dirige una coalici¨®n con ecologistas y liberales a la que le queda un a?o de mandato, pero tampoco es del todo seguro que vaya a agotarlo, ni que vaya a seguir en el cargo. Los sondeos pronostican un batacazo para Scholz y su impopular Gobierno. La econom¨ªa retrocede por segundo a?o consecutivo y en el Ejecutivo los diagn¨®sticos y recetas para salir del marasmo ¨Duna, socialdem¨®crata; otra, liberal¨D son contradictorios: no hay un m¨ªnimo denominador com¨²n.
Volatilidad y par¨¢lisis
En Francia domina la ¡°volatilidad¡±, seg¨²n Heisbourg; en Alemania, ¡°la par¨¢lisis¡±. ¡°Las causas de la impotencia son distintas¡±, resume el experto, ¡°pero el resultado es id¨¦ntico¡±. Ambos pa¨ªses afrontan estas semanas sendos debates presupuestarios que pueden determinar el futuro de sus gobiernos. En Berl¨ªn y Par¨ªs hay una sensaci¨®n compartida de agotamiento y espera ante las pr¨®ximas elecciones o los cambios en el liderazgo.
¡°Ninguno de los dos gobiernos est¨¢ en buena forma, esto es as¨ª¡±, dice el diputado alem¨¢n Nils Schmid, portavoz de pol¨ªtica exterior del Partido Socialdem¨®crata de Scholz en el Bundestag. ¡°Pero ambos gobiernos¡±, precisa, ¡°todav¨ªa pueden decidir mucho¡±. Schmid defiende que, aunque ¡°el ambiente no es bueno¡±, esto es algo habitual en las coaliciones alemanas, y a?ade que la actual es ¡°estable¡±: ¡°Gobernar¨¢ hasta el final de la legislatura¡±, en septiembre de 2025. ¡°Francia se encuentra en una situaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil que Alemania¡±, afirma Schmid, con un Gobierno sin mayor¨ªa y unas cuentas p¨²blicas con un d¨¦ficit elevado. A diferencia de Macron, Scholz puede volver a presentarse, con lo que puede afirmarse que t¨¦cnicamente no es un pato cojo, pues no est¨¢ escrito si saldr¨¢ o no reelegido. ¡°El Gobierno federal tiene total capacidad de maniobra¡±, asegura.
En Francia, los tres a?os que todav¨ªa faltan para las elecciones pueden hacerse muy largos para el jefe del Estado, a quien la clase pol¨ªtica y la ciudadan¨ªa comienzan a ver como un l¨ªder amortizado. Viejos pupilos o ex primeros ministros de su confianza, como ?douard Philippe o Gabriel Attal, empiezan a postularse ya como candidatos a las elecciones de 2027; la carrera por suceder a Macron ya ha comenzado y acent¨²a la cojera del pato.
La disoluci¨®n por sorpresa en junio de la Asamblea Nacional y el resultado de las elecciones que la acompa?aron certificaron la decadencia del macronismo y del propio presidente de la Rep¨²blica. Macron encara un final de mandato volc¨¢nico y sin una estabilidad que garantice, ni siquiera, su propia continuidad.
La configuraci¨®n del Parlamento, profundamente dividido, ha terminado reforzando a la l¨ªder de la extrema derecha, Marine Le Pen, as¨ª como a su partido, Reagrupamiento Nacional, que se ha convertido en el juez que determinar¨¢ la suerte del Ejecutivo y, de paso, del propio Macron. Le Pen qued¨® lejos de la mayor¨ªa en las elecciones y, sin embargo, es hoy quien levanta o baja el pulgar en grandes decisiones.
El presidente franc¨¦s ¨Dcontestado incluso en su partido por la derechizaci¨®n hacia la que ha inclinado el Ejecutivo ignorando la victoria de la coalici¨®n izquierdista Nuevo Frente Popular en las elecciones¨D ha decidido dar un paso a un lado y centrarse en las cuestiones internacionales y de Defensa. Sin embargo, incluso en esa parcela, ha habido ya algunos roces con el primer ministro, Michel Barnier, interesado en ocuparse personalmente de algunos asuntos europeos.
En esta UE con los gobiernos en sus dos grandes debilitados, la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, ha aprovechado para reformular las estructuras de su segundo mandato y hacerse con m¨¢s poder, se?ala una alta fuente comunitaria. En Bruselas se trabaja a un a?o vista, con la vista en las elecciones alemanas que pueden mantener bloqueada la Uni¨®n durante meses, en un momento en el que se tiene que avanzar en la negociaci¨®n de los pr¨®ximos presupuestos. Y despu¨¦s, en 2027, las presidenciales francesas.
?Demasiado tiempo para un mundo acelerado? ?Demasiado para una Europa con l¨ªderes d¨¦biles en Par¨ªs y Berl¨ªn? ?Un vac¨ªo que pueden llenar dirigentes m¨¢s a la derecha? ¡°Hoy [Par¨ªs y Berl¨ªn] no est¨¢n en condiciones de proporcionar impulsos¡±, resume Heisbourg. ¡°Si Francia y Alemania est¨¢n fuera de juego, Europa no funciona¡±.
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