Cuatro esc¨¢ndalos de espionaje destapan el acceso a datos confidenciales de pol¨ªticos, empresarios y famosos en Italia
Una red ha accedido a datos de 800.000 personas, entre ellas Giorgia Meloni. ¡°La democracia est¨¢ en peligro¡±, dice la Fiscal¨ªa
Italia es un pa¨ªs de misterios, pero no tanto de secretos. Ahora mismo, la sensaci¨®n es que es un gran colador de datos personales. Cuatro esc¨¢ndalos consecutivos han sacudido al pa¨ªs en los ¨²ltimos meses, todos con un elemento com¨²n: el acceso ilegal masivo a bases de datos confidenciales de pol¨ªticos, empresarios y celebridades, desde el aparente pirata solitario a aut¨¦nticas organizaciones dedicadas a buscar trapos sucios de cualquiera. La prensa y los medios se llenan peri¨®dicamente de fotos de ministros y famosos que han sido espiados, junto a otros que han encargado espiarles. ¡°Es un sistema de chantaje y extorsi¨®n, pero en el peor de los casos estamos ante un delito de subversi¨®n¡±, ha dicho la primera ministra, Giorgia Meloni, sobre el ¨²ltimo esc¨¢ndalo, el m¨¢s grave, aunque ya se lament¨® hace unas semanas de que cada d¨ªa sale ¡°el dosier nuestro de cada d¨ªa¡±. Se siente objetivo de conspiraciones para derribarla, aunque en realidad solo es una m¨¢s de las espiadas, entre pol¨ªticos de todo signo.
El ¨²ltimo caso, descubierto esta semana, parece el m¨¢s preocupante por el volumen de informaci¨®n violada que se maneja. La Fiscal¨ªa calcula que una red ha accedido a datos de 800.000 personas y ha efectuado 52.000 accesos a las bases de datos de las fuerzas de seguridad, aunque el Ministerio del Interior ha asegurado que no ha habido un saqueo masivo, sino accesos concretos. Por el momento, hay seis funcionarios acusados de haberse prestado a ello a cambio de dinero.
La trama tiene en el centro una agencia privada de investigaci¨®n, Equalize, situada al lado del Duomo de Mil¨¢n, y otras cinco empresas con acceso aparentemente ilimitado a todos los ficheros de datos m¨¢s reservados, de la polic¨ªa a los tribunales o a la seguridad social. Hasta habr¨ªa entrado en correos del presidente de la Rep¨²blica. Tambi¨¦n ha penetrado en tel¨¦fonos y ordenadores de sus v¨ªctimas. ¡°Con la informaci¨®n que tenemos podemos arruinar la reputaci¨®n de toda Italia¡±, se jactaba uno de los implicados en una conversaci¨®n grabada por la polic¨ªa. Esta vez han aparecido como objetivos, entre otros, el presidente del Senado, Ignazio La Russa; el ex primer ministro, Matteo Renzi; el presidente del coloso de la energ¨ªa Eni y tambi¨¦n del club de f¨²tbol Milan, Paolo Scaroni, o el excampe¨®n ol¨ªmpico de 100 metros, Marcel Jacobs.
?Objetivo? Trabajos por encargo, y aqu¨ª han aparecido empresas como Barilla (para saber la fuente de un periodista) y ERG (escuchas a trabajadores), o magnates como Leonardo Maria del Vecchio, de Luxottica, que quer¨ªa espiar a su novia y a uno de sus hermanos. La red fabricaba informes, campa?as de desprestigio, pero tambi¨¦n, teme la Fiscal¨ªa, podr¨ªa vender informaci¨®n al mejor postor, incluidos servicios secretos extranjeros y mafia. En la investigaci¨®n constan contactos con los servicios secretos de Israel. ¡°La democracia est¨¢ en peligro¡±, asegura el ministerio p¨²blico tras un trabajo de dos a?os, si bien el juez ha rebajado el dramatismo de la operaci¨®n y ha concedido solo cuatro arrestos domiciliarios de los 16 que se ped¨ªan. La verdad tardar¨¢ en saberse, pero la prensa se llena cada d¨ªa de las jugosas revelaciones contenidas en los autos.
En medio del estupor por la facilidad de acceder a informaci¨®n confidencial, un dato inquietante es que algunas de estas empresas trabajaban realmente para la Fiscal¨ªa de forma legal, con permisos para entrar en ficheros reservados e, incluso, una de ellas ten¨ªa el contrato de mantenimiento de los archivos de Interior. Por eso mismo, cuando acced¨ªan a informaci¨®n no saltaba una alerta o dejaba rastro, como en el caso de un agente o un funcionario que debe justificar el tr¨¢mite para evitar abusos.
Otro detalle que ha causado asombro es que los responsables de la trama son personalidades conocidas, no son cualquiera. La empresa Equalize est¨¢ dirigida por un conocido ejecutivo, Enrico Pazzali, 60 a?os, presidente de la Feria de Mil¨¢n, y un superpolic¨ªa, Carmine Gallo, de 65 a?os, con un largo historial en la lucha antimafia.
Pero es que este esc¨¢ndalo llega tras otros tres, tambi¨¦n muy sonados. El primero, tambi¨¦n preocupante porque ha surgido en las propias instituciones, se destap¨® a partir de octubre de 2022, antes de las elecciones de diciembre que venci¨® Giorgia Meloni. Uno de sus hombres de confianza, Guido Crosetto, que ahora es ministro de Defensa, vio publicada en algunos medios informaci¨®n reservada sobre su renta y sus honorarios con empresas. Sospech¨® una filtraci¨®n desde los servicios secretos para influir en la campa?a, y present¨® una denuncia. Dio lugar a un caso que fue creciendo hasta que termin¨® acusado nada menos que un exfiscal de la Direcci¨®n Nacional Antimafia, Antonio Laudati, y a un teniente de la Guardia de Finanza, Pasquale Striano, que estaba el frente del grupo dedicado a operaciones bancarias y financieras.
La investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa de Perugia ha descubierto que entre 2019 y 2020 este alto mando descarg¨® de su base de datos m¨¢s de 200.000 documentos, y otros 30.000 hasta 2022. Operaciones dif¨ªcilmente justificables por razones de trabajo, pues en un solo d¨ªa, por ejemplo, se descarg¨® 10.000. Ese periodo de tiempo coincide, adem¨¢s, con la publicaci¨®n en medios de noticias sobre datos bancarios de personalidades como dos primeros ministros, Matteo Renzi y Giuseppe Conte, y tambi¨¦n atletas, actores y ejecutivos. La Fiscal¨ªa sigue investigando, sobre todo si actuaba siguiendo encargos o instrucciones de alguien m¨¢s, al margen de periodistas que luego publicaban informaciones.
En los otros dos casos conocidos parece m¨¢s bien tratarse de piratas que han actuado en solitario, pero de perfiles bien distintos. Uno es un hacker profesional, pero el otro es un empleado de banca que, si debe creerse en sus explicaciones, ten¨ªa simplemente el vicio de fisgonear en cuentas de famosos. El hacker se llama Carmelo Miano, de 24 a?os y arrestado el pasado 1 de octubre. Hab¨ªa penetrado en la base de datos del Ministerio de Justicia y hab¨ªa robado la contrase?a personal de 46 magistrados para acceder a sus correos electr¨®nicos. Todo desde su peque?o piso en Roma.
Era un genio de la inform¨¢tica que ya hab¨ªa sido investigado en 2021, acusado de gestionar un mercado virtual en el llamado internet profundo, donde vend¨ªa armas y droga. Precisamente a ra¨ªz de esa operaci¨®n, Miano quiso espiar a los fiscales que le hab¨ªan investigado y se introdujo en los sistemas de la Administraci¨®n de justicia. Sab¨ªa borrar perfectamente su rastro, y a final la polic¨ªa opt¨® por la vieja escuela: instal¨® una c¨¢mara en su casa, delante del ordenador, para ver lo que hac¨ªa. En la operaci¨®n le secuestraron m¨¢s de seis millones de euros en bitcoin de origen, fruto de sus actividades y de origen desconocido.
El ¨²ltimo caso parece m¨¢s de andar por casa, pero habr¨¢ que verlo. Es el de un dependiente de una sucursal del banco Intesa Sanpaolo en Bisceglie, un pueblo de Apulia de 50.000 habitantes. Vincenzo Covielo, de 52 a?os, realiz¨® 6.637 accesos a cuentas de 3.572 clientes entre 2022 y 2024, casi todos personajes p¨²blicos, pero tambi¨¦n conocidos y parientes. Desde la propia Giorgia Meloni, su hermana Arianna, mano derecha que dirige la secretar¨ªa pol¨ªtica de su partido y la expareja de la primera ministra, el presentador televisivo Andrea Giambruno, a varios ministros, el presidente del Senado y hasta el fiscal de la Direcci¨®n Nacional Antimafia, Giovanni Melillo. Este empleado asegur¨® que lo hizo solo, sin m¨¢s m¨®vil que la ¡°mera curiosidad¡± y no descarg¨® ni guard¨® ninguna informaci¨®n con otros fines. Fue despedido en agosto, pero el banco sab¨ªa ya lo que hac¨ªa desde octubre.
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