La vuelta del imprevisible Trump sit¨²a a la OTAN ante una prueba existencial
El historial de cr¨ªticas a la Alianza Atl¨¢ntica del republicano y sus promesas de un acuerdo con Rusia sobre Ucrania inquietan a la organizaci¨®n militar
Cunde la preocupaci¨®n en la OTAN por la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Las duras cr¨ªticas a la Alianza Atl¨¢ntica del populista republicano, su ret¨®rica y puesta en duda de la m¨¢xima de la organizaci¨®n, la defensa colectiva, as¨ª como la escasa implicaci¨®n que dio a Washington en la entidad durante su primer mandato, componen un historial que inquieta a muchos. Estados Unidos es el aliado por antonomasia, el due?o del v¨¦rtic...
Cunde la preocupaci¨®n en la OTAN por la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Las duras cr¨ªticas a la Alianza Atl¨¢ntica del populista republicano, su ret¨®rica y puesta en duda de la m¨¢xima de la organizaci¨®n, la defensa colectiva, as¨ª como la escasa implicaci¨®n que dio a Washington en la entidad durante su primer mandato, componen un historial que inquieta a muchos. Estados Unidos es el aliado por antonomasia, el due?o del v¨¦rtice de la pir¨¢mide disuasoria. Pero la incertidumbre sobre el futuro de los despliegues estadounidenses en Europa o incluso acerca de la membres¨ªa norteamericana, la relaci¨®n de Trump con el ruso Vlad¨ªmir Putin, la sombra de que trace con ¨¦l un posible pacto sobre Ucrania y la desconfianza del presidente electo hacia las organizaciones multilaterales sit¨²an a la OTAN ante un periodo de prueba existencial.
¡°No sabremos las respuestas durante alg¨²n tiempo y a Trump le gusta mantenernos en la incertidumbre a medida que aumenta su influencia¡±, se?ala Jamie Shea, que fue portavoz de la Alianza durante el mandato de Javier Solana como secretario general y que despu¨¦s desempe?¨® otros cargos de responsabilidad en la organizaci¨®n, de la que forma parte Espa?a desde 1982. ¡°A pesar de lo que digan p¨²blicamente los funcionarios de la OTAN, no es una buena noticia. A las alianzas militares no les gusta la incertidumbre, en particular en un momento peligroso para la seguridad europea y mundial¡±, incide por correo electr¨®nico Shea, hoy profesor en varias instituciones acad¨¦micas.
Algunos aliados, como Polonia, preparan una ronda de contactos con otros socios clave de la organizaci¨®n militar. Pero la mayor¨ªa de las conversaciones sobre las repercusiones de un segundo mandato de Trump para la defensa y seguridad del Viejo Continente se est¨¢n produciendo en la Uni¨®n Europea, dice una veterana fuente de Bruselas ¡ª23 de los 27 miembros del bloque lo son tambi¨¦n de la organizaci¨®n militar¡ª, donde un grupo de trabajo lleva meses estudiando los posibles escenarios y respuestas.
En el seno de la Alianza aguardan a que Trump ofrezca algunas pistas sobre qui¨¦n conformar¨¢ su equipo ¡ªalgo que podr¨ªa clarificar qu¨¦ senda va a emprender¡ª para iniciar contactos, antes incluso de la toma de posesi¨®n, en enero. Esos primeros intercambios tendr¨¢n como objetivo lograr un compromiso del republicano o a hacerle ver que la Alianza es vital tambi¨¦n para EE UU, explica una fuente de la organizaci¨®n. Pero la mayor¨ªa de aliados, bilateralmente, lleva un tiempo hablando con el entorno de Trump, con su equipo de campa?a y con los laboratorios de ideas que han nutrido su programa.
Tambi¨¦n est¨¢ la cuesti¨®n de qui¨¦nes se erigir¨¢n (o tratar¨¢n de hacerlo) como los susurradores europeos de Trump. El nuevo secretario general de la OTAN, el holand¨¦s Mark Rutte, que coincidi¨® con ¨¦l cuando era primer ministro de Pa¨ªses Bajos, ya se est¨¢ posicionando. ¡°Cuando era presidente fue quien nos estimul¨® para superar el 2% [del PIB en Defensa]¡±, dijo el jueves, aunque en realidad ese incremento empez¨® en 2014 (cuando a¨²n estaba Barack Obama en la Casa Blanca), tras la invasi¨®n ilegal de Crimea por parte de Rusia. ¡°Ahora estamos por encima de esa cifra, de media, y eso es en gran medida obra suya, su ¨¦xito, y debemos hacer m¨¢s. Lo sabemos hoy¡±, a?adi¨® Rutte en Budapest, donde la semana pasada particip¨® en la cumbre de la Comunidad Pol¨ªtica Europea. El nuevo secretario general de la organizaci¨®n quiere que Trump tome conciencia de que la relaci¨®n de Rusia con China, Ir¨¢n y Corea del Norte, que se han convertido en esenciales para nutrir su maquinaria de guerra, tambi¨¦n es un peligro para Washington.
En su primer periodo en la Casa Blanca, de 2017 a 2021, Trump utiliz¨® una ret¨®rica dur¨ªsima. Sugiri¨® que podr¨ªa sacar a su pa¨ªs de la Alianza sin que lo votara el Congreso y carg¨® contra los aliados que menos porcentaje de su PIB gastan en Defensa ¡ªy este a?o asegur¨® que, con ¨¦l en el cargo, EE UU no defender¨ªa a quienes no cumplen ese m¨ªnimo del 2%¡ª.
Sin embargo, en la pr¨¢ctica, tambi¨¦n dio armas letales a Ucrania y permiti¨® que el Pent¨¢gono gastara dinero en enviar barcos y aviones estadounidenses a Europa para maniobras de la OTAN y para construir bases en Polonia y los pa¨ªses b¨¢lticos. Entonces, los republicanos internacionalistas m¨¢s tradicionales y el Congreso prevalecieron.
Ahora, Trump tiene m¨¢s poder que nunca y hay dudas de que, si avanza hacia el unilateralismo total o hacia un acuerdo con Putin sin los ucranios y los europeos, haya voces internas que pugnen por limitar a un Trump decidido a reformular el orden internacional. En la Alianza no creen que el presidente electo se encamine a retirar a su pa¨ªs de la OTAN, algo que no ser¨ªa tan f¨¢cil. Pero la prueba de su compromiso con la OTAN es que mantenga su infraestructura militar en Europa ¡ªpor ejemplo, la defensa a¨¦rea y de misiles¡ª de la que dependen los europeos.
En el fondo de su primer mandato estuvo la valoraci¨®n de Washington de que la estabilidad del continente europeo es estrat¨¦gicamente importante para Estados Unidos, se?ala Daniela Schwarzer, de la fundaci¨®n Bertelsmann Stiftung. ¡°Sin embargo, eso no significa que Estados Unidos est¨¦ motivado a invertir mucho m¨¢s en esa estabilidad. Hay que garantizarla, tambi¨¦n en inter¨¦s de Estados Unidos, y esto tambi¨¦n se puede transmitir a Trump en un segundo mandato. Solo que nosotros, los europeos, tenemos que ocuparnos de esa estabilidad¡±, dice la experta en un correo electr¨®nico.
Una OTAN mucho m¨¢s fuerte
En cualquier caso, la OTAN es mucho m¨¢s fuerte hoy que durante la primera Administraci¨®n Trump. La guerra de Rusia contra Ucrania, que supone una crisis de seguridad oce¨¢nica para Europa, la ha vigorizado m¨¢s que nunca. Lejos queda ya esa organizaci¨®n en ¡°muerte cerebral¡±, como la defini¨® en 2019 el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron. Europa, aunque lentamente, est¨¢ en pleno rearme. Y la Alianza tiene dos nuevos miembros, Finlandia y Suecia, fuertes y preparados, con capacidades militares interesantes y, sobre todo en el caso de Suecia, una industria militar competitiva.
Adem¨¢s, en parte se ha preparado para una posible vuelta de Trump y ha asumido de manos de Estados Unidos el papel principal en la coordinaci¨®n de la ayuda militar y el entrenamiento para el ej¨¦rcito ucranio. Mientras, la UE est¨¢ buscando f¨®rmulas para aumentar el apoyo econ¨®mico al pa¨ªs invadido por Rusia y que sigan fluyendo las ayudas.
Los europeos tambi¨¦n han aumentado significativamente su gasto en Defensa: Ya son 23 de sus 32 miembros los que cumplen el objetivo del 2% del PIB. Aunque pa¨ªses como Espa?a o Italia no llegan a ese m¨ªnimo. Otros, como Alemania (2,12%) podr¨ªan tener dificultades serias para elevarlo. Y Trump presionar¨¢ a los europeos para que aumenten ese gasto hasta el 2,5% o el 3% en la cumbre del pr¨®ximo verano, pronostican varias fuentes aliadas.
¡°Su enfoque transaccional hacia la OTAN, que ¨¦l ve como un mecanismo de reembolso de las contribuciones estadounidenses, va en contra del concepto de casi todos los dem¨¢s aliados que ven a la Alianza como una comunidad transatl¨¢ntica de valores democr¨¢ticos comunes y un eje del orden liberal internacional¡±, lanza Jamie Shea.
Hablar el lenguaje que ¡°entiende¡± Trump: negocios
El experto, como otras muchas voces ¡ªtambi¨¦n internas de la Alianza¡ª, cree que la clave es interactuar con Trump y hablar con ¨¦l, no sobre valores u obligaciones morales de Estados Unidos, sino en el lenguaje que ¨¦l ¡°entiende¡±: negocios, dinero e intereses duros. Por ejemplo, aproximadamente la mitad del dinero adicional que los europeos han gastado en defensa desde la anexi¨®n ilegal de Crimea va a empresas de defensa estadounidenses ¡ªF-35, sistemas de defensa a¨¦rea Patriot, aviones Poseidon P-8 y similares¡ª.
El futuro de Ucrania y, por tanto, la seguridad de Europa tambi¨¦n est¨¢n en juego dentro de ese periodo de prueba existencial de la OTAN. Arancha Gonz¨¢lez Laya, exministra de Exteriores de Espa?a y decana de la Escuela de Asuntos Internacionales, Sciences Po, de Par¨ªs, explica que lo que marcar¨¢ el ¡°futuro de la disuasi¨®n¡± de la OTAN y ser¨¢ clave para las expectativas de miembros como Polonia, es c¨®mo ser¨¢ el acuerdo entre Kiev y Mosc¨² para poner fin a la guerra lanzada por el Kremlin hace casi 1.000 d¨ªas y que Trump ha prometido zanjar en 24 horas.
Gonz¨¢lez-Laya sostiene que la UE, los aliados europeos, tienen que tener un plan para Ucrania y reforzarlo en esa negociaci¨®n. ¡°Nuestro carril europeo debe ser reforzar la capacidad y autonom¨ªa europea. Y el precio que hay que poner a Putin en ese futuro hipot¨¦tico acuerdo es asegurar no solo la v¨ªa europea de Ucrania, sino tambi¨¦n que tiene un hueco en la OTAN¡±, concluye.