Sud¨¢n se desangra en la peor espiral de violencia desde el inicio de la guerra civil
Una investigaci¨®n estima que el conflicto ha causado m¨¢s de 61.000 muertos desde abril de 2023, el triple de la cifra manejada por la ONU. Las posibilidades de un alto el fuego cada vez son m¨¢s lejanas
Matanzas indiscriminadas de civiles, asedios de pueblos enteros, agresiones sexuales, envenenamientos colectivos y denuncias de limpieza ¨¦tnica. Sud¨¢n se desangra por una guerra civil que acumula picos de violencia sin precedentes desde su inicio, en abril de 2023. Con el fin de las lluvias estacionales, la contienda se ha recrudecido con m¨¢s asesinatos, bombardeos y combates m¨¢s intensos por el territorio que se disputan la milicia de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido (RSF, por sus siglas en ingl¨¦s) y el ej¨¦rcito regular con sus grupos armados aliados. Mientras, la posibilidad de sentarse en torno a una mesa de negociaciones para acordar un alto el fuego queda cada d¨ªa m¨¢s lejana.
El ¨²ltimo balance de v¨ªctimas en el que ya es el mayor conflicto en activo de ?frica subsahariana arroja m¨¢s de 61.000 muertos durante los primeros 14 meses de guerra, seg¨²n una investigaci¨®n publicada a mediados de este mes por la prestigiosa London School of Hygiene and Tropical Medicine. Esta cifra triplica las estimaciones que Naciones Unidas manejaba hasta ahora. La secretaria general adjunta de Asuntos Pol¨ªticos y de Consolidaci¨®n de la Paz de la ONU, Rosemary DiCarlo, ha se?alado a ambas partes del conflicto como responsables de la violencia. ¡°Ciertos supuestos aliados de las partes est¨¢n permitiendo la matanza en Sud¨¢n. Esto es inconcebible, es ilegal y debe terminar¡±, sentenci¨® durante una comparecencia ante el Consejo de Seguridad.
Los episodios violentos compiten en atrocidad. En el Estado de Gezira, decenas de aldeas est¨¢n siendo asediadas desde hace un mes como venganza por la deserci¨®n de un alto comandante de las RSF al ej¨¦rcito, tal y como han documentado numerosas ONG y medios de comunicaci¨®n. Adem¨¢s de los m¨¢s de 135.000 desplazados que han provocado estas razias, en el pueblo de Al Sariha fueron hallados 40 cad¨¢veres descompuestos por los propios vecinos cuando regresaban a sus casas, d¨ªas despu¨¦s de un ataque de las RSF en el que mataron a unas 140 personas. En Wad Ashayb, al menos 69 civiles murieron por disparos este martes, y una semana antes se registraron en Al Hilaliya 315 muertes, 295 atribuidas a envenenamientos, seg¨²n el Gobierno de Sud¨¢n. Este ha hecho responsable a las RSF, las cuales lo han negado en un comunicado en el que atribuyen las muertes a un brote de c¨®lera causado por el deterioro de las condiciones sanitarias, algo de lo que culpan al Ejecutivo.
La embajadora sudanesa en Espa?a, Maha Ayoub, no est¨¢ de acuerdo: ¡°El agua los mat¨® inmediatamente, as¨ª que no era solo contaminaci¨®n. Estaba claramente envenenada¡±, asegur¨® durante un reciente encuentro con algunos medios de comunicaci¨®n, entre ellos EL PA?S, en la sede de la embajada en Madrid. Algunas de las v¨ªctimas de estos presuntos envenenamientos eran los abuelos, t¨ªos y primos de una de las diplom¨¢ticas del equipo de la embajadora presente durante el encuentro.
Mientras, el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (Acnur) alerta de que el n¨²mero de refugiados ha superado los tres millones, una cifra sin precedentes desde que empez¨® la guerra, el 15 de abril de 2023. En total, se estima que 11 millones de personas, casi un 30% de la poblaci¨®n, se encuentra desplazada en el pa¨ªs, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM); casi 25 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, al menos 750.000 est¨¢n al borde de la hambruna y m¨¢s de 800 han muerto por c¨®lera. En una reuni¨®n de emergencia celebrada en el Consejo de Seguridad a finales de octubre, el secretario general de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, se declar¨® alarmado por la ¡°total cat¨¢strofe humanitaria¡±. Dominique Hyde, directora de Relaciones Externas de Acnur, acaba de visitar los campos de refugiados en la frontera con Chad y explica por tel¨¦fono que la situaci¨®n humanitaria es ¡°desesperada, con un derramamiento de sangre continuo¡±. Se trata, asegura, ¡°de la peor crisis de protecci¨®n de civiles del mundo en d¨¦cadas¡±.
Por otra parte, en el Estado de Jartum, arrebatado por las milicias rebeldes al principio de la contienda, tambi¨¦n se ha registrado un aumento de la violencia, coincidiendo con los primeros avances de las Fuerzas Armadas sudanesas para recuperar el territorio. En el suceso m¨¢s sangriento, a principios de noviembre, al menos 73 civiles murieron y m¨¢s de 200 resultaron heridos bajo dos bombardeos a¨¦reos del ej¨¦rcito sobre las ciudades de Omdurman y en Ombada, al oeste de la capital. El Foro INGO Sud¨¢n, que representa a 70 ONG en el pa¨ªs, ha denunciado que las partes enfrentadas han intensificado significativamente el uso de ataques a¨¦reos.¡°Se utilizaron bombas de barril que diezmaron viviendas, mercados y tiendas. Algunas v¨ªctimas murieron en los incendios provocados por los ataques¡±, acusa la organizaci¨®n en un comunicado.
Temor a un genocidio en Darfur
En Darfur, donde las RSF controlan casi todas las ciudades importantes, se teme una repetici¨®n del genocidio de 2003 sobre las minor¨ªas no ¨¢rabes. El ¨²ltimo informe de la misi¨®n de investigaci¨®n de la ONU denuncia que las fuerzas paramilitares han cometido cr¨ªmenes de guerra, entre ellos violaciones, esclavitud sexual, secuestros, reclutamiento de menores, saqueo y pillajes. Y lo han hecho con especial crudeza entre la minor¨ªa masalit de El Geneina, a cuyos miembros han asesinado, torturado y violado. ¡°Las mujeres fueron agredidas, violadas y despojadas de sus pertenencias a causa de su g¨¦nero y etnia. Una superviviente cont¨® a la Misi¨®n de Investigaci¨®n que su agresor le dijo: ¡®Haremos que las ni?as masalit deis a luz ni?os ¨¢rabes¡¯ tras violarla dentro de su casa a punta de pistola¡±, reza el informe. ¡°Me dijeron una y otra vez que este ataque se basaba en su origen ¨¦tnico. Vieron c¨®mo mataban a hombres y ni?os. Violaron a mujeres mientras hu¨ªan¡±, relata Hyde, acerca de las conversaciones que tuvo con supervivientes masalit.
Mientras, la perspectiva de un alto el fuego queda cada vez m¨¢s lejos; las Fuerzas Armadas Sudanesas ni siquiera enviaron una delegaci¨®n a las ¨²ltimas conversaciones lideradas por Estados Unidos el pasado septiembre en Ginebra. La embajadora se?ala que el Gobierno no se sentar¨¢ en una mesa de negociaciones hasta que las RSF cumplan los acuerdos de Yeda de noviembre de 2023, destinados a garantizar la protecci¨®n de los civiles. ¡°La milicia tiene que adherirse a las decisiones que se tomaron all¨ª. Deben salir de las casas y de la capital, pero no lo han hecho; est¨¢n atrincherados y quieren negociar; no es aceptable¡±, subraya la embajadora Ayoub. Tom Perriello, enviado especial de EE UU para el pa¨ªs africano, viaj¨® a Puerto Sud¨¢n la semana pasada para tratar de aumentar el flujo de ayuda al pa¨ªs.
Una de las razones por las que el Gobierno de Sud¨¢n estuvo ausente en estas conversaciones fue la inclusi¨®n de Emiratos ?rabes Unidos, dados los informes sobre el apoyo militar de este pa¨ªs a las RSF. Adem¨¢s, una reciente investigaci¨®n de Amnist¨ªa Internacional ha identificado tecnolog¨ªa militar de fabricaci¨®n francesa en el campo de batalla en Sud¨¢n, en concreto en los veh¨ªculos blindados utilizados por la RSF, en lo que probablemente constituye una violaci¨®n del embargo de armas de la ONU a Darfur.
Ayoub, adem¨¢s, insiste en que la comunidad internacional debe considerar a las RSF un grupo terrorista similar al Estado Isl¨¢mico o Boko Haram. ¡°El Gobierno de Sud¨¢n ha explicado desde el inicio del conflicto que las RSF son una milicia terrorista y hay que condenarla, y la comunidad internacional no puede comportarse como si ambas partes fueran iguales. Si esto no ser¨ªa aceptable en cualquier otro pa¨ªs, ?por qu¨¦ lo iba a ser en Sud¨¢n?¡±, se pregunta.
La ¨²nica noticia relativamente positiva es que el Gobierno sudan¨¦s ha decidido prorrogar durante otros tres meses la apertura del paso fronterizo de Adr¨¦, entre el oeste del pa¨ªs y Chad, para facilitar el env¨ªo de ayuda humanitaria. Una gota de esperanza en un oc¨¦ano de desesperaci¨®n.
La guerra enfrenta a dos militares de alto rango en Sud¨¢n: el jefe el ej¨¦rcito y l¨ªder de facto en el pa¨ªs, Abdel Fattah al Burhan, y su antiguo aliado y n¨²mero dos, Mohamed Hamdan Dagalo, ahora l¨ªder de las RSF, formalizadas como una organizaci¨®n paramilitar surgida de las antiguas milicias Janjaweed, que cometieron las peores atrocidades durante el anterior conflicto en Darfur. Ambos se unieron para tomar el poder tras el derrocamiento del expresidente Omar Hassan al Bashir en 2019, pero se distanciaron y en 2023 estall¨® el conflicto. Ahora y tras 18 meses de contienda, el pa¨ªs est¨¢ partido en dos zonas: las RSF controlan casi toda la regi¨®n de Darfur, gran parte de la capital y zonas de Kordof¨¢n, en el sur. Por su parte, el ej¨¦rcito regular el norte y el este, y el Gobierno ha trasladado la capital a Port Sud¨¢n, en la costa del mar Rojo. El centro del pa¨ªs est¨¢ dividido.
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