El flujo constante de armas que alimenta la guerra civil en Sud¨¢n
Amnist¨ªa Internacional aporta nuevos detalles sobre el suministro de armamento y munici¨®n al pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os, en parte violando el embargo que impide su venta en la regi¨®n de Darfur
Desde que estall¨® la guerra civil en Sud¨¢n en abril de 2023, cada vez m¨¢s gente se enfrenta a una lucha diaria por encontrar comida. La ayuda humanitaria, bloqueada por las partes beligerantes de forma deliberada, sigue llegando a cuentagotas. La sanidad y la educaci¨®n est¨¢n colapsadas. En este contexto de escasez y necesidad generalizada, sin embargo, hay una mercanc¨ªa que ha continuado fluyendo hacia el pa¨ªs y distribuy¨¦ndose en su interior sin apenas freno: las armas. As¨ª lo denuncia Amnist¨ªa Internacional en un informe en el que revela que parte del arsenal procedente de China, Turqu¨ªa, Ir¨¢n o Rusia acaba en la convulsa regi¨®n de Darfur, sobre la que pesa un embargo de la ONU desde 2004 para evitar precisamente el comercio de armamento.
El conflicto sudan¨¦s deton¨® en la capital, Jartum, como una lucha por el poder entre el ej¨¦rcito y las paramilitares Fuerzas de Apoyo R¨¢pido. Desde entonces, se ha extendido por todo el centro, el oeste y el sur del pa¨ªs, y recientemente ha alcanzado el sureste, en la frontera con Etiop¨ªa. Adem¨¢s, movimientos armados que se mantuvieron primero al margen de la contienda han roto su neutralidad en favor de alguno de los dos principales bandos, y se han realizado amplias campa?as para reclutar y armar a civiles.
En poco m¨¢s de un a?o, la guerra ha provocado una de las peores crisis humanitarias del mundo. Unos 25 millones de personas, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n (de un total de 48 millones), necesitan ayuda humanitaria, que sigue obstaculizada por el ej¨¦rcito y los paramilitares. Una cifra similar de personas sufre niveles agudos de hambre, incluidas m¨¢s de 750.000 en condiciones catastr¨®ficas. M¨¢s de 10 millones est¨¢n desplazadas dentro y fuera del pa¨ªs, el 65% de la poblaci¨®n no tiene acceso a la sanidad, y unos 20 millones de ni?os no van a la escuela.
Esta devastaci¨®n ha sido posible en gran medida por un flujo constante de armas que est¨¢ ayudando a alimentar la guerra, seg¨²n denuncia el informe de Amnist¨ªa Internacional publicado este mi¨¦rcoles que documenta c¨®mo en los ¨²ltimos a?os se ha importado en Sud¨¢n una gran cantidad de armamento y munici¨®n del exterior, incluso de fabricaci¨®n reciente. Parte de estos env¨ªos, adem¨¢s, terminan en Darfur, una de las zonas m¨¢s castigadas por el conflicto y sobre la que pesa un embargo de armas desde 2004.
¡°El flujo constante de armas hacia Sud¨¢n sigue provocando la muerte y el sufrimiento de civiles a una escala inmensa¡±, destaca en el informe el responsable regional en derechos humanos de Amnist¨ªa Internacional, Deprose Muchena. Para la investigaci¨®n, la organizaci¨®n analiz¨® m¨¢s de 1.900 registros de env¨ªos de armas de dos proveedores de datos comerciales, as¨ª como m¨¢s de 2.000 pruebas digitales y de fuente abierta.
Desde el inicio de la guerra, ambas partes beligerantes han usado avanzados inhibidores de drones, fusiles y morteros fabricados en China, y existen indicios de que estos ¨²ltimos han sido utilizados en Darfur Oriental, seg¨²n Amnist¨ªa Internacional. El informe identifica adem¨¢s armas ligeras chinas de fabricaci¨®n reciente en varias partes de Sud¨¢n, incluido Darfur, lo que viola el embargo de la ONU.
La investigaci¨®n tambi¨¦n revela el desv¨ªo de armas ligeras turcas destinadas al mercado civil, a grupos armados de la oposici¨®n y a fuerzas gubernamentales, incluido el personal de seguridad del comandante del ej¨¦rcito, Abdelfat¨¢ al Burhan. Al mismo tiempo, firmas turcas han enviado en los ¨²ltimos a?os cientos de miles de armas y millones de cartuchos de fogueo que luego podr¨ªan estar siendo transformadas a gran escala en artefactos letales.
Asimismo, empresas de Rusia, entre ellas dos participadas minoritariamente por Rostec, un conglomerado estatal de defensa, han exportado a Sud¨¢n grandes cantidades de armas ligeras para uso civil que luego han utilizado ambas partes beligerantes, incluido en zonas de Darfur, seg¨²n observa el informe. Parte de este comercio se ha realizado a trav¨¦s de traficantes de armas estrechamente vinculados a las Fuerzas Armadas sudanesas.
En los ¨²ltimos meses, el ej¨¦rcito est¨¢ estrechando lazos con Ir¨¢n y se cree que uno de sus suministros m¨¢s codiciados son sus drones, que ya se han usado en el frente en n¨²meros aparentemente reducidos, seg¨²n im¨¢genes que han circulado en redes sociales. Algunos de estos, sin embargo, podr¨ªan ser de producci¨®n local. En paralelo, un avi¨®n de carga de una compa?¨ªa iran¨ª sancionada por Estados Unidos por entregar suministros de la Guardia Revolucionaria a Siria, incluidas armas, ha realizado desde diciembre al menos siete vuelos a Sud¨¢n, seg¨²n servicios en l¨ªnea de seguimientos de vuelos.
El informe de Amnist¨ªa Internacional tambi¨¦n ha identificado fusiles de asalto serbios en el pa¨ªs, con indicios de haber sido transferidos recientemente, pero se?ala que su presencia no implica necesariamente que el env¨ªo se realizara desde Serbia, sino que podr¨ªan haber sido suministrados por actores de otros pa¨ªses. Otro pa¨ªs clave es Emiratos ?rabes Unidos, el principal aliado de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, que han usado veh¨ªculos blindados emirat¨ªes de transporte de personal de fabricaci¨®n reciente, seg¨²n la investigaci¨®n.
Los hallazgos de Amnist¨ªa Internacional refuerzan lo revelado en otros informes sobre el suministro de armas a Sud¨¢n. Uno de los m¨¢s detallados hasta ahora es el elaborado por un grupo de expertos de la ONU, de finales del a?o pasado, que document¨® c¨®mo la ofensiva de los paramilitares para hacerse con el control de todo Darfur lanzada en agosto de 2023 fue acompa?ada de una escalada de los medios utilizados y de la apertura de nuevas rutas de suministros que tuvieron ¡°enorme impacto en el equilibrio de fuerzas sobre el terreno¡±.
El grupo de expertos identific¨® tres l¨ªneas de suministro principales. La primera implicaba un tr¨¢fico constante de aviones de carga de Emiratos con destino a un aeropuerto al este de Chad e indicios ¡°cre¨ªbles¡± de que transportaban armas y munici¨®n a gran escala. Abu Dabi siempre lo ha negado. Las otras rutas cruzaban desde el este de Libia, principalmente con combustible, armas y autom¨®viles, y desde Sud¨¢n del Sur con combustible.
El informe de Amnist¨ªa Internacional arroja nueva luz sobre las entidades que importan cantidades significativas de armas en Sud¨¢n. Estas se dividen en dos grupos: empresas con estrechos v¨ªnculos con el ej¨¦rcito y la industria armament¨ªstica nacional, e importadores enfocados al mercado civil que alimentan a las partes beligerantes. El ej¨¦rcito ha tenido problemas para asegurarse suministros militares desde que perdi¨® el control del principal complejo industrial militar del pa¨ªs en Jartum el pasado verano.
En vista del flujo de armas hacia el pa¨ªs, Amnist¨ªa Internacional considera que el embargo de la ONU que hoy solo afecta a Darfur deber¨ªa actualizarse, hacerse extensivo a todo Sud¨¢n e ir acompa?ado de un reforzamiento de los mecanismos de vigilancia que abarque toda clase de armas que puedan ser usadas en combate. Tambi¨¦n piden que Estados y empresas suspendan de inmediato el suministro de toda clase de armas y municiones a Sud¨¢n, y llaman a todos los pa¨ªses a prohibir de manera expl¨ªcita estas transferencias.
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