El Partido Socialista franc¨¦s rompe la unidad de la izquierda al no votar la moci¨®n de censura contra Bayrou
La propuesta del primer ministro de revisar la pol¨¦mica ley de pensiones resquebraja la alianza del Nuevo Frente Popular, que pierde a uno de sus socios m¨¢s influyentes
La moci¨®n de censura que La Francia Insumisa (LFI) activ¨® el pasado martes contra el Gobierno de Fran?ois Bayrou era meramente simb¨®lica. Los n¨²meros, sabiendo que la ultraderecha no la apoyar¨ªa esta vez, la condenaban de antemano al fracaso parlamentario. Era interesante, sin embargo, saber si el Nuevo Frente Popular (NFP), la alianza de la izquierda que logr¨® llegar primera en las ¨²ltimas elecciones legislativas, seguir¨ªa unida en la votaci¨®n. La respuesta, pasadas las cinco y media de la tarde, fue negativa. El Partido Socialista (PS) decidi¨® desvincularse del NFP y no apoy¨® la moci¨®n de censura, abriendo una importante grieta en el bloque progresista, pero tambi¨¦n un nuevo horizonte de alianzas en el dividido Parlamento franc¨¦s. Una peque?a victoria para Bayrou, que ya ha logrado algo m¨¢s que su predecesor, Michel Barnier, y que el propio presidente de la Rep¨²blica, Emmanuel Macron.
El NFP ¡ªpuede decirse despu¨¦s de la sesi¨®n celebrada en la Asamblea Nacional el jueves por la tarde¡ª ha muerto. O al menos ha perdido por el camino del extenuante bloqueo a uno de sus socios, quiz¨¢ el m¨¢s importante para mantener su influencia y presi¨®n sobre el Ejecutivo. El primero en certificarlo fue Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder de LFI, promotor de la moci¨®n de censura y voz cantante del NFP. ¡°El PS fractura al NFP. Pero capitula solo. Los otros tres grupos votan la censura. Nosotros continuamos la lucha¡±, se?al¨®, subrayando que LFI, Los Ecologistas y el Partido Comunista continuar¨ªan unidos. El problema es que los socialistas cuentan con 66 diputados, un n¨²mero demasiado considerable para pensar que el NFP no est¨¢ tocado de muerte si la situaci¨®n no cambia en los pr¨®ximos d¨ªas.
Bayrou respir¨® aliviado al conocer la noticia, anticipada por los socialistas durante el debate, y confirmada luego en la votaci¨®n. No tanto por evitar una moci¨®n de censura, sino por la posibilidad de poder apoyarse en otros partidos m¨¢s all¨¢ de la misma mayor¨ªa que ten¨ªa su predecesor, cuyo reducido per¨ªmetro le cost¨® el cargo antes de Navidad. A cambio, el primer ministro deber¨¢ acelerar su propuesta de revisar la ley de pensiones y lograr un nuevo dise?o que satisfaga a los socialistas y que pueda votarse en el Parlamento, tal y como prometi¨® en su primer discurso de pol¨ªtica general el pasado martes.
Olivier Faure, l¨ªder de los socialistas, record¨® a Bayrou su compromiso y le advirti¨® de que no posee un cr¨¦dito ilimitado. ¡°Han abierto la posibilidad de una alternativa. (...) Han aceptado nuestra solicitud de no retrasar el debate [sobre la reforma de las pensiones]¡±, dijo. ¡°Daremos todas las oportunidades posibles a la negociaci¨®n, pero si sentimos que el debate est¨¢ bloqueado (...), presentaremos una moci¨®n de censura, no aceptaremos el statu quo¡±, continu¨® amenazante.
Los socialistas argumentaron su posici¨®n invocando un frente contra la extrema derecha. Aunque eso, justamente, fuera lo que ped¨ªa Macron hace tres meses para formar un Ejecutivo m¨¢s s¨®lido que no estuviera en manos de Marine Le Pen, de Reagrupamiento Nacional (RN). ¡°Hemos elegido no practicar la pol¨ªtica del peor escenario porque puede conducir a la peor de las pol¨ªticas, es decir, la llegada de la extrema derecha. Esa es la raz¨®n por la cual no los censuraremos este jueves¡±, dijo Faure. Esto no significa, sin embargo, que exista un pacto de no censura entre el Ejecutivo y el PS, apostill¨®, al tiempo que advert¨ªa que una moci¨®n de este tipo es posible ¡°en cualquier momento¡±.
El discurso de Bayrou, un ¡°ciclo de sue?o¡±
El RN de Le Pen se desmarc¨® tambi¨¦n de la moci¨®n. El diputado S¨¦bastien Chenu compar¨® la declaraci¨®n de pol¨ªtica general pronunciada el martes por Bayrou con un ¡°ciclo de sue?o¡± que consta de tres fases: ¡°ligera, profunda y finalmente parad¨®jica¡±. ¡°Han logrado no abordar en absoluto las angustias del d¨ªa a d¨ªa¡±, lament¨® el diputado, agregando: ¡°Usted es el hombre de una pol¨ªtica mediocre ?Qu¨¦ hay que censurar esta noche? Una lista de banalidades¡±, dijo. ¡°Usted merece ser sancionado, pero le juzgaremos por sus acciones a partir de ahora¡±, continu¨®.
La moci¨®n de censura contra el Gobierno de Bayrou, como estaba previsto, fue rechazada. Al final, solo 131 diputados votaron a favor, lejos de la mayor¨ªa de 288 votos requerida para derribar al Ejecutivo, seg¨²n los resultados comunicados en la sesi¨®n por la presidenta de la Asamblea Nacional, Ya?l Braun-Pivet. Es este un escenario muy c¨®modo para el primer ministro, que podr¨¢ trabajar tranquilo los pr¨®ximos d¨ªas. El camino, sin embargo, no queda despejado todav¨ªa para Bayrou. La Asamblea Nacional retomar¨¢ el 3 de febrero el examen del proyecto de presupuesto 2025 de la Seguridad Social, texto sobre el cual cay¨® el anterior Ejecutivo de Barnier a principios de diciembre.
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