Suecia estudia enviar presos a c¨¢rceles extranjeras por saturaci¨®n de sus prisiones

El Gobierno sueco se plantea enviar presos a cumplir sus condenas en c¨¢rceles en el extranjero y ya ha iniciado conversaciones para alquilar celdas en otros pa¨ªses, seg¨²n inform¨® este mi¨¦rcoles Gunnar Str?mmer, el ministro de Justicia. Unas horas antes del anuncio, una comisi¨®n parlamentaria nombrada hace meses por el Ejecutivo concluy¨® que no hay obst¨¢culos legales para el traslado de reos al extranjero ante la saturaci¨®n de las prisiones en el pa¨ªs escandinavo.

Suecia se enfrenta desde hace a?os a una espiral de violencia de las bandas criminales. El pa¨ªs n¨®rdico ha pasado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas de ser uno de los m¨¢s seguros de Europa a tener la tasa m¨¢s alta de homicidios con armas de fuego de toda la UE. Las c¨¢rceles suecas est¨¢n pr¨¢cticamente llenas y el Servicio de Prisiones y Libertad Condicional afirma que necesitar¨¢ unas 27.000 camas en 2033, frente a las 11.000 actuales.

¡°Es necesario trabajar con nuevas soluciones para el Servicio de Prisiones y Libertad Condicional¡±, declar¨® este mi¨¦rcoles el conservador Str?mmer en rueda de prensa. ¡°Estamos explorando distintas opciones y negociando con varios pa¨ªses que se han mostrado dispuestos a alquilar celdas¡±, subray¨® el ministro de Justicia, sin mencionar expresamente a ninguno. El diario sueco Dagens Nyheter asegura que Estonia es uno de los pa¨ªses a los que Estocolmo se plantea enviar reclusos.

Mattias Wahlstedt, el jefe de la comisi¨®n parlamentaria encargada de estudiar el asunto, destac¨® en la rueda de prensa junto a Str?mmer que el traslado de presos solo podr¨¢ hacerse a otros pa¨ªses de la UE, o a Noruega, Islandia y Liechtenstein (miembros del Espacio Econ¨®mico Europeo). Wahlstedt agreg¨® que los reos no podr¨¢n negarse a ser transferidos al extranjero y que se tendr¨¢n en cuenta distintos factores como si el reo tiene o no familiares en Suecia. ¡°Alguien con una orden de deportaci¨®n no tiene la necesidad de reinsertarse en la sociedad sueca¡±, puntualiz¨® Wahlstedt, que a?adi¨® que no se podr¨¢ enviar a c¨¢rceles de otros pa¨ªses a menores de 18 a?os, a condenados por terrorismo o a reclusos en tratamiento psiqui¨¢trico.

El pacto de gobierno acordado en octubre de 2022 entre conservadores, liberales, democristianos y la ultraderecha ¡ªque no forma parte del Ejecutivo, pero le da apoyo parlamentario¡ª contempla la posibilidad de enviar presidiarios al extranjero para aliviar la carga del sistema penitenciario del pa¨ªs escandinavo. La polic¨ªa sueca, dotada de nuevas herramientas jur¨ªdicas y de m¨¢s personal y fondos, ha avanzado ligeramente en su lucha contra las bandas criminales: en los dos ¨²ltimos a?os ha habido menos tiroteos mortales y m¨¢s condenas. En 2023, el ¨²ltimo a?o del que se dispone de registros, los tribunales suecos dictaron sentencias de prisi¨®n por un total de algo menos de 200.000 meses, un aumento del 25% respecto a 2022 y el doble en comparaci¨®n con 2014.

Aunque las cifras de homicidios se hayan reducido desde su pico en 2022, las bombas se han multiplicado en los ¨²ltimos 24 meses, sobre todo en el ¨¢rea metropolitana de Estocolmo. Solo en enero se han perpetrado 30 atentados con artefactos explosivos, la mayor¨ªa de ellos actos de extorsi¨®n de bandas contra empresas y ciudadanos, seg¨²n la polic¨ªa.

La iniciativa sueca tiene algunos precedentes en el entorno europeo, aunque no id¨¦nticos. El Gobierno de Dinamarca acelera sus planes para trasladar a unos 300 presos extranjeros que cumplen condena en el pa¨ªs a una prisi¨®n en Kosovo, una medida en la que Copenhague trabaja desde hace cuatro a?os y que ha sido criticada por la ONU y organizaciones de derechos humanos. Vlaams Belang, el partido ultraderechista de Flandes, tambi¨¦n ha abogado recientemente por enviar presos de las c¨¢rceles belgas a las de Kosovo.

En la ¨²ltima d¨¦cada, B¨¦lgica y Noruega alquilaron celdas en prisiones de Pa¨ªses Bajos ante la saturaci¨®n de sus centros penitenciarios. Ni Oslo ni Bruselas optaron por prorrogar los contratos y decidieron poner fin al experimento en 2016 y 2018, respectivamente.