La UE busca el camino para convertirse en una potencia geopol¨ªtica
Los Veintisiete han dado pasos significativos en materia militar y de seguridad econ¨®mica, pero la naturaleza de la organizaci¨®n y las discrepancias internas siguen frenando la metamorfosis
En octubre de 2019, cuando se dispon¨ªa a asumir el cargo de alto representante para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la UE, Josep Borrell dijo que la Uni¨®n deb¨ªa ¡°aprender a hablar el lenguaje del poder¡±. Poco despu¨¦s, en su discurso de investidura, Ursula von der Leyen se?al¨® que ten¨ªa en la mente una ¡°Comisi¨®n geopol¨ªtica¡±. En los a?os siguientes, espoleados por la pandemia y la invasi¨®n a gran escala de Ucrania, los Veintisiete han ido dando pasos de calado en esa direcci¨®n. Sin embargo, el camino para convertir a la UE en una potencia geopol¨ªtica es largo, incierto, lleno de obst¨¢culos.
La UE no naci¨® para ser una potencia geopol¨ªtica. No es un poder militar estructurado y su acci¨®n en pol¨ªtica exterior se ve entorpecida por la exigencia de unanimidad. Sufre, por tanto, limitaciones que inducen a algunos expertos incluso a cuestionar conceptualmente su naturaleza de actor geopol¨ªtico. Sin embargo, pese a que durante d¨¦cadas los Estados miembros defendieron sus competencias cruciales, el proyecto com¨²n se halla ahora en profunda metamorfosis. Es indudable que se va dotando de mayores capacidades comunes y que crece la voluntad pol¨ªtica de usarlas en el marco de la l¨®gica de pulsos descarnados de poder en la que se adentra el mundo.
En la legislatura que se acaba, los Veintisiete han dado pasos in¨¦ditos en el ¨¢mbito de la defensa, como el uso de un instrumento de la UE para facilitar un cuantioso env¨ªo de armas a Ucrania o la puesta en marcha de mecanismos de coordinaci¨®n de la industria de defensa. M¨¢s all¨¢ de Ucrania, cabe notar que en este ¨²ltimo quinquenio de mandato europeo se han lanzado siete operaciones militares conjuntas ¡ªincluida una de alto valor estrat¨¦gico en el mar Rojo¡ª frente a una sola en la legislatura anterior. De fondo, hay un incremento generalizado del gasto militar a lo largo y ancho de la Uni¨®n.
Pero los avances no son exclusivos del ¨¢mbito de defensa. Los expertos consultados para esta informaci¨®n coinciden en destacar la evoluci¨®n en materia de seguridad econ¨®mica y autonom¨ªa estrat¨¦gica. En ese marco se inscriben acciones de car¨¢cter econ¨®mico, energ¨¦tico y tecnol¨®gico, como el impulso a la industria aut¨®ctona de los microchips, la revisi¨®n de las relaciones comerciales con China ¡ªpara reducir dependencias o evitar entregar tecnolog¨ªas sensibles avanzadas¡ª o la reconfiguraci¨®n de los suministros energ¨¦ticos, cortando lazos con Rusia.
Ilke Toyg¨¹r, directora del Global Policy Center y profesora de geopol¨ªtica europea en la IE University, cree que nos hallamos ante ¡°un cambio de l¨®gica¡±. ¡°Creo que en los ¨²ltimos a?os se han cruzado las que anta?o eran grandes l¨ªneas rojas, como el endeudamiento com¨²n en la pandemia o el env¨ªo de armas a Ucrania. Pero lo m¨¢s importante, incluso antes de avances espec¨ªficos significativos, es que hay un cambio de pensamiento con respecto a lo que la UE puede o no puede hacer. Est¨¢ cambiando el ADN del proyecto¡±.
Resulta significativo en este contexto que los l¨ªderes de Alemania y Francia hayan firmado esta semana una tribuna publicada por el diario Financial Times que aboga por reforzar ¡°la soberan¨ªa europea¡±, un concepto fuerte, defendido por Par¨ªs desde hace tiempo y ante el que Berl¨ªn mostraba cierta reticencia al preferir mensajes m¨¢s matizados y abiertos. Ya no. Un mundo cada vez m¨¢s brutal, con la violenta impugnaci¨®n del orden internacional por parte de Rusia, el incierto futuro de la alianza con EE UU, una China dominante en tecnolog¨ªas clave y a la vez inquietante competidora, y un preocupante arco de inestabilidad en Oriente Pr¨®ximo y ?frica han convencido a casi todos de la necesidad de cambio.
Richard Youngs, experto s¨¦nior del centro de estudios Carnegie Europa, considera que ¡°en los ¨²ltimos a?os se han dado los primeros pasos en lo que va a ser un largo proceso de adaptaci¨®n de la UE a la evoluci¨®n del mundo¡±. El analista cree que ¡°un aspecto fundamental de ese cambio es el factor de la seguridad econ¨®mica, entender la pol¨ªtica econ¨®mica internacional teniendo m¨¢s en cuenta los intereses geopol¨ªticos. Es en ese ¨¢mbito de confluencia entre lo econ¨®mico y lo geopol¨ªtico donde hay una evoluci¨®n significativa¡±.
Youngs acaba de publicar un libro titulado La Europa geoliberal y la prueba de la guerra. El experto cree que el concepto de geoliberal se adapta mejor a las caracter¨ªsticas de la UE. ¡°La UE no act¨²a como una potencia geopol¨ªtica en su definici¨®n m¨¢s tradicional. Lo que est¨¢ haciendo es adaptar sus caracter¨ªsticas y valores liberales para ejecutar acciones m¨¢s estrat¨¦gicas o geopol¨ªticas¡±.
Luis Sim¨®n, director de la Oficina del Real Instituto Elcano en Bruselas e investigador principal, coincide en destacar los avances en materia de estrategia de seguridad econ¨®mica o en el ¨¢mbito de defensa, tanto con el env¨ªo de armas a Ucrania como con la creciente coordinaci¨®n industrial en el sector. En este ¨¢mbito, destacan nuevos mecanismos para compras conjuntas de material armament¨ªstico. Se trata de un emblema de c¨®mo la UE puede avanzar en la defensa. No con la configuraci¨®n de una fuerza militar estructurada, sino con una mejora de la coordinaci¨®n que incremente la eficacia, reduciendo fragmentaci¨®n, duplicidades, incompatibilidades.
Otros significativos movimientos en la senda geopol¨ªtica es la reactivaci¨®n de la agenda de la ampliaci¨®n de la UE hacia el Este. Aunque estos est¨¦n todav¨ªa indefinidos y sean necesarias grandes reformas no solo de los aspirantes, sino de los propios Veintisiete, la mera reactivaci¨®n es sin duda relevante.
Pero estos importantes pasos no significan que la UE est¨¦ cerca de la capacidad de actuar como una potencia geopol¨ªtica eficaz, en una competici¨®n con gigantes como EE UU y China que a¨²nan la mayor agilidad de acci¨®n de un Estado frente a la uni¨®n de 27 y considerables ventajas en capacidades estrat¨¦gicas, tecnolog¨ªas punteras, innovaci¨®n. Para intentar paliar estos retrasos, la UE ha comisionado sendos informes a destacadas figuras italianas: Enrico Letta para la reforma del mercado ¨²nico (ya presentado), y Mario Draghi para espolear la competitividad del grupo.
¡°Naturalmente, quedan serios problemas para seguir avanzando, que son los de siempre, las divergencias entre Estados miembros¡±, dice Sim¨®n. El requerimiento de consenso pol¨ªtico es obviamente un freno. ¡°La relaci¨®n fundamental es la francoalemana. Ha habido un cierto acercamiento entre ambos, pero permanecen diferencias sustanciales. Entre ellas destacar¨ªa la concepci¨®n que tienen del instrumento militar, que Par¨ªs concibe como una herramienta al servicio de la pol¨ªtica exterior y de los objetivos estrat¨¦gicos mientras para Berl¨ªn es una herramienta exclusivamente defensiva, con lo que esta capital es mucho m¨¢s reacia a la hora de utilizarlo¡±.
En relaci¨®n con este argumento, Youngs se?ala, por ejemplo, que el incremento del gasto militar no es en s¨ª mismo un aumento del poder geopol¨ªtico, porque ello depende de las condiciones y del uso de esas capacidades.
En t¨¦rminos generales, Youngs considera que ¡°el poder de veto es obviamente un factor de peso. Un cambio en el mecanismo de decisiones ser¨ªa ¨²til e importante. Pero ni siquiera eso ser¨ªa una soluci¨®n m¨¢gica. Hay una gran incertidumbre conceptual sobre c¨®mo la Uni¨®n debe enfrentarse a los problemas emergentes. Estamos en un momento de redefinici¨®n de la relaci¨®n entre la Uni¨®n Europea y el sistema internacional que plantea problemas de fondo¡±.
Trazar la hoja de ruta para una organizaci¨®n tan compleja como la UE es un desaf¨ªo enorme y nada hace presagiar que est¨¦ cerca un cambio de los mecanismos de decisi¨®n. La convergencia de voluntades es el elemento crucial del camino. No hay certidumbres al respecto y las elecciones europeas ser¨¢n un momento importante en la definici¨®n de fuerzas pol¨ªticas, entre partidarios de mayor integraci¨®n y defensores de una Europa de las naciones.
Toyg¨¹r se?ala la reforma del mercado interior y el est¨ªmulo a la competitividad como dos ¨¢reas en las que es posible avanzar y que pueden dar un fuerte impulso. Ser una potencia geopol¨ªtica requiere disponer de vigor econ¨®mico, capacidad de innovaci¨®n. ¡°No es solo una cuesti¨®n de defensa. Es importante avanzar en esta materia, y hacerlo defendiendo a la vez la cohesi¨®n ciudadana y la posici¨®n de la UE como un poder econ¨®mico global¡±. Para ello, algunos ¡ªentre ellos Francia¡ª abogan por la emisi¨®n de nueva deuda com¨²n; otros ¡ªentre ellos Alemania¡ª son reticentes. Aqu¨ª tambi¨¦n, pues, hay que superar divergencias, pero es sin duda el terreno m¨¢s propicio para los pr¨®ximos pasos de la UE en el camino para convertirse en una potencia geopol¨ªtica.
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