La emergencia sanitaria salta al centro de la batalla por el Tribunal Supremo de Estados Unidos

Una madre ejemplar de profunda fe religiosa, seg¨²n los republicanos, y una jurista que deber¨ªa ser valorada por sus m¨¦ritos profesionales. Una amenaza a la protecci¨®n sanitaria de los estadounidenses m¨¢s vulnerables en medio de una pandemia, seg¨²n los dem¨®cratas, y el instrumento de la derecha para mantener ileg¨ªtimamente el poder independientemente de lo que decidan los ciudadanos. En alg¨²n lugar entre un extremo y otro se ha sentado este lunes en una sala del Capitolio Amy Coney Barrett, vestido fucsia, m¨¢scara negra, inmutable mientras senadores de uno y otro partido convert¨ªan la primera jornada de las audiencias de su confirmaci¨®n como magistrada del Tribunal Supremo en una nueva muestra de la tensi¨®n y la polarizaci¨®n que marcan la recta final hacia las elecciones de Estados Unidos.

Que el desenlace de los cuatro d¨ªas de audiencias que han comenzado este lunes es poco menos que inevitable lo dej¨® claro el senador Lindsay Graham, presidente del Comit¨¦ Judicial de la C¨¢mara alta, en su intervenci¨®n inicial. Ha inaugurado Graham ¡°las audiencias para confirmar¡± a la juez Barrett, no para considerar su confirmaci¨®n. Los republicanos cuentan con 53 de los 100 esca?os en el Senado, suficientes salvo may¨²scula sorpresa para alcanzar la mayor¨ªa simple requerida para confirmar a Barrett. ¡°Esto probablemente no va de convencerse unos a otros¡±, ha a?adido Graham. ¡°Los republicanos votar¨¢n s¨ª, los dem¨®cratas votar¨¢n no¡±.

Aunque los senadores republicanos, en sus intervenciones iniciales, hayan querido trasladar una imagen de normalidad, nada era normal en el espect¨¢culo, televisado en directo para todo el pa¨ªs. Los republicanos han insistido en sacar adelante las audiencias a pesar de un brote de coronavirus en Washington que muchos expertos vinculan precisamente a la multitudinaria recepci¨®n que ofreci¨® el presidente Trump a la juez Barrett en la Casa Blanca. El presidente dio positivo, igual que al menos dos senadores republicanos de este Comit¨¦ Judicial, entre ellos Mike Lee, que a pesar de su positivo hace nueve d¨ªas decidi¨® acudir en persona a las audiencias. La sala donde estas se celebran ha sido dispuesta considerando criterios de distancia social, sin p¨²blico, con apenas un pu?ado de reporteros. ¡°Esta misma sala hoy es un microcosmos de la ineptitud peligrosa de Trump en gestionar la crisis sanitaria¡±, ha dicho el dem¨®crata Sheldon Whitehouse.

Algunos senadores han intervenido por videoconferencia, como Kamala Harris, candidata dem¨®crata a la vicepresidencia, que ha criticado el empe?o de los republicanos en celebrar un evento ¡°con 50 personas sentadas en una sala cerrada durante horas a pesar de un brote de coronavirus entre los senadores¡±. ¡°La decisi¨®n de mantener esta audiencia es temeraria¡±, ha denunciado Harris, interviniendo desde su despacho en el mismo Capitolio.

Tampoco es normal, aunque insistieran los republicanos en que lo era, que se proceda con el reemplazo de una vacante en el Supremo a 22 d¨ªas de las elecciones y cuando millones de personas est¨¢n ya votando. De hecho, hace cuatro a?os, los republicanos se negaron siquiera a considerar al juez nominado por Obama y bloquearon el proceso durante 10 meses, alegando que no proced¨ªa hacerlo en a?o electoral. Los magistrados del Supremo ocupan sus puestos de manera vitalicia, una vez son nominados por el presidente y confirmados por el Senado, y tanto la presidencia como la C¨¢mara alta est¨¢n en las papeletas que ciudadanos de 40 Estados est¨¢n ya emitiendo.

¡°Nada de esto es normal. Acelerar una confirmaci¨®n de una juez cuando la gente ya est¨¢ votando no es normal¡±, ha dicho el dem¨®crata Cory Booker. ¡°Estamos aqu¨ª porque quieren acelerar esto para tener una juez que asegure que derogan la Ley del Cuidado de la Salud a Bajo Precio¡±, ha a?adido, en referencia a la reforma sanitaria de la Administraci¨®n Obama, impugnada por los republicanos, sobre la que el Supremo deber¨¢ pronunciarse tan solo una semana despu¨¦s de las elecciones.

Ese ha sido el foco de los dem¨®cratas, que han exhibido uno tras otro, en sus intervenciones iniciales, fotograf¨ªas de vecinos de sus respectivos Estados, para contar las historias reales de ciudadanos cuyas vidas han asegurado que dependen de la citada legislaci¨®n, que probablemente derogar¨ªa una mayor¨ªa conservadora en el Supremo reforzada por la juez Barrett. ¡°Millones de estadounidenses perder¨ªan la protecci¨®n sanitaria totalmente en medio de una pandemia¡±, ha advertido la senadora Harris. Durante la audiencia, el presidente Trump ha insistido por Twitter en que tiene un plan de sanidad p¨²blica ¡°mucho mejor¡± que el de Obama. Pero hasta ahora no ha explicado en qu¨¦ consiste.

A final de la sesi¨®n, y antes de que se someta en los pr¨®ximos d¨ªas a las preguntas de los senadores, la juez Barrett ha realizado una intervenci¨®n inicial rica en referencias a su familia y a su fe cat¨®lica. Ha confiado en poder aportar ¡°nuevas perspectivas¡± en su condici¨®n de primera madre de ni?os en edad escolar que se sienta en la m¨¢s alta instancia judicial del pa¨ªs. Y a pesar de que en los ¨²ltimos a?os el Tribunal Supremo se ha convertido en un verdadero ¨®rgano de acci¨®n pol¨ªtica en Estados Unidos y que, seg¨²n los dem¨®cratas, ha sido el verdadero foco de los republicanos para asegurar una agenda conservadora que no se corresponde con la realidad demogr¨¢fica del pa¨ªs, la juez Barrett ha prometido interpretar las leyes ¡°tal como est¨¢n escritas¡±. ¡°Las decisiones pol¨ªticas deben ser hechas por las ramas pol¨ªticas del poder, elegidas por el pueblo y que rinden cuentas ante ¨¦l¡±, ha concluido. ¡°El p¨²blico no debe esperar que los tribunales lo hagan, y los tribunales no deber¨ªan intentarlo¡±.

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