Trump define su mitin en Nueva York donde se insult¨® a Puerto Rico y a distintas minor¨ªas como un ¡°festival de amor¡±
El expresidente de EE UU evita disculparse por las palabras del c¨®mico que han sacudido la recta final de la campa?a
Si alguien esperaba una disculpa de Donald Trump por los insultos racistas vertidos en su mitin del domingo en el Madison Square Garden de Nueva York, se habr¨¢ llevado una decepci¨®n. El expresidente ha comparecido este martes en Mar-a-Lago, su mansi¨®n en Palm Beach (Florida). Se ha retrasado m¨¢s de una hora y cuarto con respecto al horario anunciado y ha hablado durante una hora. Solo al final de su intervenci¨®n ha hecho referencia a ese mitin, pero para decir que ¡°nunca hab¨ªa habido un acontecimiento tan hermoso¡± y que fue un ¡°festival de amor¡±.
Las palabras de Trump llegan dos d¨ªas despu¨¦s de que el c¨®mico Tony Hinchcliffe dijese en el mitin de Trump de Nueva York: ¡°No s¨¦ si lo saben, pero ahora mismo hay literalmente una isla flotante de basura en medio del oc¨¦ano. Creo que se llama Puerto Rico¡±. Tambi¨¦n se burl¨® de jud¨ªos, palestinos, negros y latinos en general.
Trump hab¨ªa intentado sacudirse el tema de encima en declaraciones a ABC News. ¡°No lo conozco, alguien lo puso ah¨ª. No s¨¦ qui¨¦n es¡±, dijo el expresidente sobre Hinchcliffe. Tambi¨¦n asegur¨® que no hab¨ªa o¨ªdo el chiste, pese a que no ha parado de reproducirse.
En su intervenci¨®n de este martes no ha habido ni la m¨ªnima menci¨®n a esos insultos racistas ni a otros mensajes xen¨®fobos que se pronunciaron en el mitin. ¡°Nadie ha visto nunca nada como lo que pas¨® la otra noche en el Madison Square Garden, el amor, el amor en esa sala fue impresionante. Y se podr¨ªa haber llenado muchas veces con la gente que no pudo entrar. Pero los pol¨ªticos que llevan haciendo esto mucho tiempo, 30 y 40 a?os, dijeron que nunca hab¨ªa habido un acontecimiento tan hermoso. Fue como un festival de amor, un festival de amor absoluto, y fue un honor para m¨ª participar¡±, dijo, criticando a quienes lo hab¨ªan comparado con un mitin pronazi que tuvo lugar en esa misma sede en 1939. ¡°Han usado el Madison Square Garden muchas veces. Mucha gente lo ha usado, pero nunca nadie ha tenido una multitud como esa. Y nadie ha tenido amor como ese. Eso fue amor en la sala, y fue amor por nuestro pa¨ªs¡±, ha insistido.
La intervenci¨®n de Trump, tras la que no ha admitido preguntas, ha sido una moci¨®n de censura en toda regla a la gesti¨®n del Gobierno de Biden, aunque atribuyendo un papel clave a Harris en todos los males que, seg¨²n ha dicho, en una hip¨¦rbole sin fundamento, han rebajado a Estados Unidos ¡°casi al estatus de un pa¨ªs del Tercer Mundo¡±. Su discurso no ha sido muy distinto en realidad al de cualquiera de sus m¨ªtines.
Ataque preventivo
La intervenci¨®n ha sido una especie de ataque preventivo, anticip¨¢ndose al ¡°alegato final¡± contra ¨¦l que tiene previsto hacer la vicepresidenta Kamala Harris este martes en un mitin en la Elipse de Washington, el mismo lugar desde el que Trump lanz¨® una arenga a sus seguidores para que se dirigiesen al Capitolio, que terminaron asaltando, el 6 de enero de 2021.
Se ha dedicado a atacar a su rival con su habitual mensaje apocal¨ªptico. Se ha ofrecido como salvador de Estados Unidos, acusando a los dem¨®cratas de estar intentando destruir el pa¨ªs y de llevar a cabo una campa?a de ¡°odio y divisi¨®n¡±, pese a que ¨¦l disparaba un insulto tras otro.
En su intervenci¨®n, Trump ha vuelto a ligar inmigraci¨®n y delincuencia, con su habitual ret¨®rica xen¨®foba, sus mentiras y exageraciones. En el escenario ha estado acompa?ado por la madre de una v¨ªctima de un homicidio cometido por un inmigrante y por la viuda de uno de los estadounidenses que murieron en la retirada de Afganist¨¢n. Tanto ellas como Trump han responsabilizado a Harris de esas muertes. Ha prometido pena de muerte para los inmigrantes que maten a un estadounidense. Adem¨¢s, ha vuelto a citar algunas de las ciudades sobre las que ha lanzado bulos como Springfield (Ohio) y Aurora (Colorado).
Tambi¨¦n ha propagado de nuevo bulos sobre la econom¨ªa y sobre la ayuda prestada por el Gobierno federal tras el hurac¨¢n Helene. Despu¨¦s de soltar una falsedad tras otra, ha dicho que los dem¨®cratas mienten y mienten.
El expresidente ha preferido no dar la disculpa que algunos, incluso desde el ¨¢mbito republicano, le reclamaban. La intervenci¨®n del domingo del c¨®mico provoc¨® indignaci¨®n no solo en Puerto Rico, sino tambi¨¦n entre los aproximadamente seis millones de boricuas que residen en los 50 Estados de Estados Unidos, que tienen derecho a voto en las elecciones presidenciales. Tienen un peso especialmente alto en Pensilvania, que con sus 19 votos en el Colegio Electoral es el m¨¢s decisivo de los Estados decisivos.
La campa?a republicana lleva desde el domingo tratando de distanciarse de las palabras de Hinchcliffe. Varios republicanos las han condenado y han se?alado que no reflejan la visi¨®n del Partido Republicano sobre Puerto Rico. El senador por Florida Rick Scott tuite¨® el domingo: ¡°Este chiste fracas¨® por una raz¨®n. No es gracioso y no es cierto. ?Los puertorrique?os son gente incre¨ªble y americanos incre¨ªbles!¡±. ¡°Puerto Rico no es basura, es el hogar de conciudadanos estadounidenses que han hecho enormes contribuciones a nuestro pa¨ªs¡±, se sum¨® el otro senador por Florida, Marco Rubio, que subray¨® que ¡°esas no eran palabras de Trump¡±, pero de alg¨²n modo tambi¨¦n les rest¨® importancia: ¡°Eran chistes de un c¨®mico del insulto que ofende pr¨¢cticamente a todo el mundo, todo el tiempo¡ porque eso es lo que hacen los c¨®micos del insulto¡±, a?adi¨®.
J. D. Vance, candidato a vicepresidente, dijo el lunes en un mitin que no quer¨ªa entrar a valorar el chiste en s¨ª, pero a?adi¨® una frase que no ayudaba demasiado a apagar el incendio: ¡°Creo que debemos de dejar de ofendernos tanto por cada peque?a cosa¡±.
La campa?a de Harris, mientras, ha aprovechado para lanzar un anuncio en que se escucha la frase del c¨®mico sobre Puerto Rico y se recuerda tambi¨¦n la escasa ayuda que prest¨® el Gobierno federal a la isla tras el paso del hurac¨¢n Mar¨ªa, durante la presidencia del republicano. ¡°Nunca olvidar¨¦ lo que hizo Donald Trump. Abandon¨® la isla y no ofreci¨® nada m¨¢s que rollos de papel e insultos¡±, dice Harris en el anuncio. Los dem¨®cratas han recordado que, tras el paso de Mar¨ªa, Trump pregunt¨® si EE UU podr¨ªa ¡°vender¡± Puerto Rico, e intent¨® minimizar el n¨²mero de v¨ªctimas del hurac¨¢n. Considero hacer un ¡°intercambio¡± de Puerto Rico por Groenlandia, llamando a la Isla estadounidense ¡°sucia¡±.
La propia vicepresidenta hab¨ªa dicho el lunes: ¡°El evento de Donald Trump en el Madison Square Garden realmente destac¨® un argumento que he estado haciendo a lo largo de esta campa?a: est¨¢ centrado y realmente fijado en sus agravios, en s¨ª mismo y en dividir a nuestro pa¨ªs¡±.
El expresidente Barack Obama tambi¨¦n aprovech¨® su mitin del lunes en Filadelfia, la mayor ciudad de Pensilvania, para defender a los puertorrique?os y atacar a Trump y los republicanos. ¡°Lo vimos anoche. El hombre celebra un gran mitin en el Madison Square Garden, y los teloneros eran los que m¨¢s dec¨ªan, eran los que m¨¢s trotaban y vend¨ªan los estereotipos m¨¢s racistas, sexistas e intolerantes. Un tipo llam¨® a Puerto Rico, cito, ¡®una isla de basura¡¯. Est¨¢ hablando de sus conciudadanos. Aqu¨ª en Filadelfia, son tus vecinos. Son tus amigos, son tus compa?eros de trabajo. Sus hijos van al colegio con los tuyos. Son americanos, son personas¡±, dijo, antes de a?adir: ¡°He aqu¨ª una buena regla: si alguien no te respeta, si alguien no te ve como conciudadano con iguales derechos a las oportunidades, a la b¨²squeda de la felicidad, del sue?o americano, no debes votarle. No esperes que mejore tu vida¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.