Trump hace trizas el ¡®muro azul¡¯ de Pensilvania, M¨ªchigan y Wisconsin por segunda vez

La campa?a dem¨®crata ha venido hablando una y otra vez del muro azul, los Estados de Pensilvania, M¨ªchigan y Wisconsin de tradici¨®n dem¨®crata que parec¨ªan el camino m¨¢s claro de Kamala Harris hacia la Casa Blanca. Donald Trump, sin embargo, ha hecho trizas la defensa dem¨®crata de esos Estados, en los que ya se impuso a Hillary Clinton en 2016 y que perdi¨® frente a Joe Biden en 2022. El candidato republicano ha sido capaz de atraer a los votantes del llamado Cintur¨®n del ?xido, la zona industrial que se siente perdedora de la globalizaci¨®n, repleta de trabajadores sin estudios superiores que durante el mandato de Joe Biden se han visto castigados por la inflaci¨®n.

Aunque las encuestas daban a Trump cierta ventaja en los Estados decisivos del Sur (Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada), parec¨ªan mostrar por delante a Harris al menos en Wisconsin y M¨ªchigan, siempre dentro del margen de error. Pensilvania parec¨ªa una apuesta a cara o cruz. Pero para los dem¨®cratas, en todos los Estados decisivos ha salido cruz. Los 19 votos electorales de Pensilvania, los 15 de M¨ªchigan y los 10 de Wisconsin habr¨ªan permitido a Harris alcanzar exactamente los 270 que necesitaba para convertirse en la primera mujer que ocupa el Despacho Oval de la Casa Blanca. Sin embargo, no ha logrado ninguno de los tres Estados.

A falta de los ¨²ltimos flecos del escrutinio, Trump se ha impuesto por 134.000 votos en Pensilvania (2 puntos), por 81.000 votos en M¨ªchigan (1,4 puntos) y por unos 30.000 votos en Wisconsin. La diferencia de Trump sobre Harris en el voto popular todav¨ªa no se conoce, a la espera de que avance el escrutinio en varios Estados, entre ellos California, pero por ahora es de cerca de cinco millones de votos. Sin embargo, es esa distancia de menos de 250.000 votos en los tres Estados decisivos del Norte la que ha decantado la balanza. En 2016, la victoria de Trump sobre Hillary Clinton en esos tres Estados por 80.000 papeletas hizo in¨²til el triunfo de la dem¨®crata en el voto popular en el conjunto del pa¨ªs por casi tres millones de diferencia.

Esos Estados ven¨ªan siendo feudos azules. All¨ª hab¨ªan ganado las elecciones uno tras otro los candidatos dem¨®cratas desde Bill Clinton en 1992 y 1996. Pese a perder las elecciones, Al Gore y John Kerry tambi¨¦n se impusieron en los tres Estados en 2000 y 2004, y Barack Obama gan¨® con claridad en 2008 y 2012. Hasta que lleg¨® Trump y logr¨® conectar mejor que Hillary Clinton con los votantes de esa zona. No por mucha diferencia, pero la suficiente para cambiar la historia de Estados Unidos.

Joe Biden, nacido en Scranton (Pensilvania), reconquist¨® las tres circunscripciones en 2020 y gracias a eso desaloj¨® a Trump de la Casa Blanca. El actual presidente, adem¨¢s, hizo campa?a en su Estado natal de forma insistente en las legislativas de 2022 y con ello contribuy¨® a conseguir un esca?o clave gracias al cual los dem¨®cratas lograron una mayor¨ªa de 51-49 en el Senado.

Durante la reciente campa?a electoral, los dos candidatos han viajado sin pausa por todos los Estados decisivos, pero se han detenido especialmente en esos tres. Los republicanos celebraron su convenci¨®n en Milwaukee en julio para tratar de conquistar Wisconsin. Las ¨²ltimas paradas de la campa?a del presidente electo fueron en Pensilvania y M¨ªchigan. Por su parte, Harris tambi¨¦n se desplaz¨® expresamente a Milwaukee en plena convenci¨®n dem¨®crata de Chicago (Illinois) para dar all¨ª un mitin. El ¨²ltimo d¨ªa de campa?a protagoniz¨® cinco actos diferentes en diversos puntos de Pensilvania.

El relevo de Ohio

Los tres Estados se han convertido en el nuevo term¨®metro de las elecciones presidenciales, tomando el relevo de Ohio, que se ha decantado del lado republicano. Adem¨¢s de llevar votando los tres en el mismo sentido desde 1992, son los ¨²nicos que encadenan cinco elecciones en las que quien gana all¨ª, acaba en la Casa Blanca.

En todos ellos tienen peso los trabajadores blancos sin estudios superiores, pero Trump ha sido capaz de aprovechar la fortaleza en ese segmento para acabar creando una especie de coalici¨®n de clase trabajadora multi¨¦tnica, con grandes avances entre los latinos y algo menores en los afroamericanos.

Cada uno de esos Estados tiene adem¨¢s su propia historia. En Wisconsin, el contraste entre campo (republicano) y ciudad (dem¨®crata) es enorme, aunque es una pauta que se reproduce en los tres. En M¨ªchigan, Harris ha sufrido la abstenci¨®n de castigo de los votantes ¨¢rabes americanos por el apoyo del Gobierno de Biden a Israel en la guerra en Gaza. Ese apoyo, sin embargo, no ha sido tan decidido como el prometido por Trump, lo cual puede haberle costado votos entre la colonia jud¨ªa de Pittsburgh (Pensilvania). En dicho Estado, los dem¨®cratas ganan en las grandes capitales, Filadelfia y la propia Pittsburgh, adem¨¢s de algunos condados del interior, como Centre y Dauphin, pero la mayor¨ªa son republicanos. Harris se ha impuesto en Allentown, de mayor¨ªa latina, pero por menos diferencia de la que logr¨® Biden.

No se sabe a¨²n qui¨¦nes ser¨¢n los candidatos del Partido Republicano y del Dem¨®crata en las elecciones de 2028. J. D. Vance se sit¨²a como el delf¨ªn del trumpismo y su posible sucesor. Entre los dem¨®cratas, las opciones est¨¢n mucho m¨¢s abiertas. Una cosa s¨ª est¨¢ clara: sean quienes sean, har¨¢n campa?a en Pensilvania, M¨ªchigan y Wisconsin.