El peor trago de Kamala Harris: certificar la victoria de Trump... el 6 de enero
La vicepresidenta tiene el deber de presidir la sesi¨®n conjunta que declarar¨¢ la presidencia de Trump el mismo d¨ªa del cuarto aniversario del asalto al Capitolio
Para proceder a la certificaci¨®n del nuevo presidente, la secci¨®n decimoquinta del cap¨ªtulo tercero del libro primero del C¨®digo Estadounidense establece: ¡°El Congreso se reunir¨¢ el sexto d¨ªa del mes de enero siguiente a la reuni¨®n de los electores. El Senado y la C¨¢mara de Representantes lo har¨¢n en el Sal¨®n de la C¨¢mara de Representantes a la una de la tarde de ese d¨ªa, y el presidente del Senado ser¨¢ el funcionario que los presida¡±. Esos electores son los representantes de cada Estado encargados de atestiguar que el candidato republicano Donald Trump gan¨® con holgura esta semana un segundo billete a la Casa Blanca cuatro a?os despu¨¦s de incitar a miles de sus simpatizantes para que asaltaran el Capitolio mientras se produc¨ªa la certificaci¨®n de la victoria en 2020 de Joe Biden. El presidente del Senado es, seg¨²n la ley, el vicepresidente: en este caso, vicepresidenta.
As¨ª que el pr¨®ximo 6 de enero, cuarto aniversario del ataque al Capitolio, a Kamala Harris le espera un amargo trago: certificar el triunfo en las urnas de su adversario. No sucede tan a menudo que un vicepresidente, candidato a unas elecciones, tenga que asistir a su propio funeral pol¨ªtico mientras supervisa la entronizaci¨®n de su rival. Le pas¨® a Al Gore, segundo de Bill Clinton, cuando perdi¨® en 2000, tras un ag¨®nico recuento, frente a George Bush hijo. Y a Richard Nixon en 1961, despu¨¦s de caer contra John F. Kennedy. A Nixon le qued¨® al menos el consuelo de ser el protagonista de su propia historia el 6 de enero de 1969, d¨ªa en que ten¨ªa que certificar su victoria Hubert Humphrey (otro vicepresidente que, como Harris, tuvo que montar una campa?a a la carrera tras la renuncia del jefe, Lyndon Johnson). Humphrey prefiri¨® saltarse aquel d¨ªa en el Congreso.
En ninguno de esos casos, el ganador hab¨ªa sido presidente anteriormente. Y desde luego ninguno de ellos vio c¨®mo certificaban su triunfo en el cuarto aniversario del d¨ªa en el que, tras negarse durante semanas a aceptar su derrota ¨Duna derrota que decenas de jueces dieron por buena all¨¢ donde fue impugnada ¨D, convoc¨® un mitin en Washington al t¨¦rmino del cual miles de sus simpatizantes marcharon desde el Sur de la Casa Blanca hasta el Capitolio, que allanaron con violencia. El 6 de enero de 2021, al menos 140 agentes resultaron heridos y un polic¨ªa y tres atacantes murieron mientras el a¨²n presidente Trump estaba en la Casa Blanca sigui¨¦ndolo por televisi¨®n sin hacer nada.
No solo eso: Harris, que entonces era senadora por California y vicepresidenta electa, estuvo en el Capitolio por la ma?ana en una comisi¨®n del Comit¨¦ de Inteligencia de la C¨¢mara alta, y luego se fue. Con motivo del primer aniversario record¨® aquella jornada negra para la democracia estadounidense en un discurso: ¡°Inmediatamente, pens¨¦ no solo en mis colegas, sino tambi¨¦n en mi personal, que se hab¨ªa visto obligado a buscar refugio en nuestra oficina, y usaron los archivadores como barricadas. (...) El 6 de enero, todos vimos c¨®mo ser¨ªa nuestra naci¨®n si las fuerzas que buscan desmantelar nuestra democracia triunfan. La anarqu¨ªa, la violencia y el caos¡±.
¡°?Colguemos a Mike Pence!¡±
El mitin m¨¢s simb¨®lico de su campa?a, al que acudieron unas 75.000 personas, lo dio la candidata dem¨®crata en el mismo lugar desde el que Trump dijo a los suyos: ¡°[Nosotros] luchamos. Luchamos como el demonio. Y si no luch¨¢is como el demonio, ya no tendr¨¦is un pa¨ªs¡±. Tambi¨¦n: ¡°S¨¦ que todos los presentes pronto marchar¨¦is hacia el Capitolio y har¨¦is o¨ªr vuestras voces de forma pac¨ªfica y patri¨®tica¡±. Esa turba ten¨ªa como objetivo detener la certificaci¨®n de Biden como presidente y un objetivo claro: el vicepresidente Mike Pence, al que Trump hab¨ªa presionado durante d¨ªas y volvi¨® a presionar esa jornada: ¡±Espero que te plantes, por el bien de nuestra Constituci¨®n y por el bien de nuestro pa¨ªs. Y si no lo haces, voy a estar muy decepcionado contigo¡±, le dijo desde el escenario. Quer¨ªa impidiera el recuento de los votos electorales de su rival. Seg¨²n la ley, algo as¨ª no estaba en su mano, lo cual no impidi¨® que sus fieles caminaran por la avenida de Pensilvania, que lleva de la Casa Blanca al Congreso, al grito de: ¡°?Colguemos a Mike Pence!¡±.
Aquellos hechos fueron objeto de la investigaci¨®n de una comisi¨®n bipartidista de la C¨¢mara de Representantes (siete dem¨®cratas y dos republicanos) que durante 18 meses hizo m¨¢s de 1.000 entrevistas, revis¨® un mill¨®n de documentos y cit¨® a unos 100 testigos. El trabajo desemboc¨® en un voluminoso informe que conclu¨ªa: ¡°La causa ¨²ltima del 6 de enero fue un solo hombre, el expresidente Trump, al que muchos otros siguieron. Nada de lo que pas¨® en aquella jornada habr¨ªa sucedido de no haber sido por ¨¦l¡±.
Como parte de la transici¨®n pac¨ªfica del poder, que tanto Harris como Biden y otros destacados l¨ªderes dem¨®cratas han prometido que facilitar¨¢n entre ahora y la jornada de la toma de posesi¨®n del nuevo presidente ¨Dque el C¨®digo Estadounidense fija para el 20 de enero, ¡°salvo si cae en domingo¡±¨D, el d¨ªa 6 tocar¨¢ certificar los 312 votos electorales para un candidato cuya inhabilitaci¨®n votaron abrumadoramente en febrero de 2021, en su segundo impeachment (juicio pol¨ªtico). Entre ellos, destaca el l¨ªder de la minor¨ªa dem¨®crata en la C¨¢mara de Representantes, Hakeem Jeffries, que en los ¨²ltimos tiempos hab¨ªa cogido la costumbre de referirse a Trump como ¡°insurrecto en jefe¡±. Muchos de esos pol¨ªticos tambi¨¦n defendieron la teor¨ªa jur¨ªdica, que acab¨® tumbando por unanimidad el Tribunal Supremo, seg¨²n la cual la decimocuarta enmienda de la Constituci¨®n incluye una cl¨¢usula que inhabilitaba a Trump para presentarse de nuevo por su papel en el ataque al Capitolio.
Otro parlamentario al que se dirigir¨¢n las miradas el 6 de enero de 2025 es el jefe de la minor¨ªa republicana en el Senado, Mitch McConnell. Hace meses anunci¨® que dejar¨ªa su puesto como l¨ªder del partido cuando los nuevos miembros de la C¨¢mara alta juren su cargo en enero, aunque seguir¨¢ siendo senador hasta 2027. Despu¨¦s del asalto trumpista, McConnell declar¨®: ¡°Todos lo vimos, fue una insurrecci¨®n violenta¡±. Y la provocaron, tambi¨¦n dijo, ¡°Trump y otros hombres en el poder¡±, que ¡°atiborraron de mentiras [sobre el fraude electoral] a las masas¡±. Pese a todo, decidi¨® votar en contra del impeachment.
La publicaci¨®n en las ¨²ltimas semanas de esta campa?a de un libro del periodista de AP Michael Tackett permiti¨® conocer lo que McConnell pensaba realmente en aquellos d¨ªas del presidente electo: alguien ¡°est¨²pido y malhumorado¡±, un ¡°ser humano despreciable¡± y un ¡°narcisista¡±. Tras conocer la nueva victoria de Trump, el senador defini¨® las noticias, en otra de sus piruetas intelectuales, como ¡°un d¨ªa ciertamente feliz para el Partido Republicano¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.