Tres a?os despu¨¦s, Estados Unidos es a¨²n reh¨¦n del asalto al Capitolio

Cristopher Worrell, de 52 a?os, miembro del grupo ultraderechista de los Proud Boys, fue sentenciado este jueves a 10 a?os de c¨¢rcel por agredir a polic¨ªas con gas pimienta mientras la turba de partidarios de Donald Trump asaltaba el Capitolio el 6 de enero de 2021. Iba con un chaleco de combate e insultaba a los agentes, llam¨¢ndolos ¡°comunistas¡± y ¡°escoria¡±. Su condena es la ¨²ltima ¡ªde momento¡ª por el ataque que hizo temblar los cimientos de la democracia de Estados Unidos. Tres a?os despu¨¦s, el asalto al Capitolio para impedir la proclamaci¨®n de la victoria electoral de Joe Biden en las presidenciales de 2020 sigue marcando en buena medida la agenda pol¨ªtica y judicial de Estados Unidos, que entra polarizado en un a?o electoral sin que las heridas abiertas aquel 6 de enero hayan cicatrizado.

Trump ha defendido a los asaltantes, a los que llama ¡°patriotas¡±, ha restado importancia al ataque, sosteniendo que no se trat¨® de una insurrecci¨®n, se ha referido al 6 de enero con ¡°un bello d¨ªa¡± y ha contribuido a propagar teor¨ªas de la conspiraci¨®n que han calado entre sus electores. Una encuesta publicada en The Washington Post esta semana desvela que el 25% de los estadounidenses comulga con el bulo de que es ¡°probablemente¡± o ¡°definitivamente¡± cierto que el FBI instig¨® el asalto al Capitolio de Estados Unidos.El expresidente considera que lo ocurrido hace tres a?os no da?a su candidatura de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre pr¨®ximo, que previsiblemente ser¨¢n una reedici¨®n del enfrentamiento entre Trump y Biden de 2020.

Amenaza para la democracia

Biden, mientras, considera que el expresidente representa una amenaza para la democracia y ha hecho de esa idea uno de los mensajes clave para su reelecci¨®n. Acaba de lanzar una campa?a centrada en ello: ¡°Algo peligroso est¨¢ ocurriendo en Estados Unidos. Hay un movimiento extremista que no comparte las creencias b¨¢sicas de nuestra democracia. A todos nosotros nos preguntan ahora mismo qu¨¦ vamos a hacer para mantener nuestra democracia¡±, dice en el anuncio mientras aparecen im¨¢genes del levantamiento.

No es solo pol¨ªtica. El asalto al Capitolio del 6 de enero sigue muy vivo en los tribunales, aunque los dos frentes se entrecruzan. El fiscal especial Jack Smith ha acusado a Trump en Washington por sus intentos de alterar los resultados de las presidenciales de 2020, resisti¨¦ndose por primera vez a la transici¨®n pac¨ªfica y ordenada del poder. En paralelo, los Estados de Colorado y Maine le impiden presentarse a las elecciones en aplicaci¨®n de la cl¨¢usula de insurrecci¨®n de la 14? Enmienda de la Constituci¨®n, y hay otros muchos Estados donde su candidatura a las primarias est¨¢ impugnada.

Trump no solo defiende su inocencia, sino que asegura que contaba con inmunidad presidencial para sus actos. Adem¨¢s, argumenta que el asalto al Capitolio no fue una insurrecci¨®n y que esa disposici¨®n constitucional no le resulta aplicable.

Ser¨¢ el Tribunal Supremo, con una supermayor¨ªa conservadora de seis de los nueve magistrados (tres de ellos nombrados por Trump), el que tenga que decidir finalmente. Hay ya tres casos relacionados con el ataque del 6 de enero que han cruzado la calle que separa el Capitolio del Supremo.

El primer asunto es la cuesti¨®n de la inmunidad presidencial en relaci¨®n con los hechos. Sobre esto, el Supremo ha devuelto el caso al tribunal de apelaciones, pero lo previsible es que vuelva al organismo. Adem¨¢s, Trump ha recurrido su exclusi¨®n de las papeletas y tiene grandes posibilidades de ganar el recurso, pues la interpretaci¨®n que se ha hecho de la cl¨¢usula es un poco forzada. Y en tercer lugar, los magistrados han aceptado un recurso acerca de la validez de aplicar a la revuelta del 6 de enero el delito de obstrucci¨®n de un procedimiento oficial, uno de los cuatro por los que est¨¢ acusado Trump en Washington. Es un delito destinado a castigar a quien boicotee u obstruya una investigaci¨®n de diferentes formas, desde asesinar a un testigo a ocultar pruebas, pero no est¨¢ claro que encaje en el actual supuesto. La decisi¨®n de los jueces puede anular decenas de condenas y condicionar la imputaci¨®n que se sigue contra el expresidente republicano.

Mientras, la maquinaria policial y judicial sigue procesando y condenando a los participantes en la revuelta que han sido identificados y detenidos. El fiscal federal de Washington Matthew Graves, que ha coordinado los esfuerzos del Departamento de Justicia por perseguir a los responsables, se?al¨® este jueves en rueda de prensa que el asalto al Capitolio fue ¡°probablemente la mayor agresi¨®n masiva a agentes del orden en un solo d¨ªa de la historia¡± de Estados Unidos. Seg¨²n el Departamento de Justicia, aproximadamente 140 polic¨ªas fueron agredidos el 6 de enero en el Capitolio, entre ellos unos 80 de la Polic¨ªa del Capitolio de Estados Unidos y unos 60 del Departamento de Polic¨ªa Metropolitana. ¡°Es fundamental que recordemos el da?o colectivo que se hizo el 6 de enero de 2021 y que entendamos c¨®mo sucedi¨®, para que podamos asegurarnos de que no vuelva a ocurrir¡±, a?adi¨® Graves.

Un total de 1.237 procesados

Seg¨²n el ¨²ltimo balance del Departamento de Justicia, actualizado en diciembre, se ha procesado a 1.237 acusados en todo el pa¨ªs De ellos, 714 personas se han declarado culpables de diversos cargos federales (210 de delitos graves y 504 de delitos menores), muchas de las cuales se enfrentan a penas de prisi¨®n. Otras 170 personas han sido declaradas culpables en juicios. Quedan, por tanto, algo m¨¢s de 350 acusados con sus casos pendientes. La Oficina Federal de Investigaci¨®n (FBI) a¨²n persigue a cientos de asaltantes y tiene una lista de los m¨¢s buscados.

De los declarados culpables, algunos est¨¢n a la espera de sentencia. Por ahora han sido condenados 723 acusados, de los que 454 han sido sentenciados a periodos de encarcelamiento. Hay 151 condenados a un periodo de arresto domiciliario, incluidos 28 a los que tambi¨¦n se impuso pena de c¨¢rcel.

Las sentencias m¨¢s duras las han recibido miembros de las milicias ultraderechistas de los Proud Boys y los Oath Keepers. La mayor condena impuesta hasta ahora han sido los 22 a?os de prisi¨®n a Enrique Tarrio, presidente de los Proud Boys, que es dif¨ªcil que se supere. El juez lo defini¨® como el ¡°cabecilla ¨²ltimo de la conspiraci¨®n¡± y le aplic¨® la agravante por ¡°terrorismo¡±. Varios lugartenientes de los Proud Boys ¡ªo Muchachos Orgullosos¡ª han recibido tambi¨¦n algunos de los mayores castigos, al ser declarados culpables de conspiraci¨®n sediciosa, como Tarrio. A Ethan Nordean le cayeron 18 a?os; a Joe Biggs, 17, y a Zachary Rehl, 15.

Por su parte, Stewart Rhodes, fundador y l¨ªder del grupo de extrema derecha Oath Keepers (Guardianes del Juramento), una especie de milicia paramilitar ultra, fue condenado en mayo pasado a 18 a?os de prisi¨®n. Tanto ¨¦l como su lugarteniente Kelly Meggs, condenado a 12 a?os, fueron declarados culpables tambi¨¦n de conspiraci¨®n sediciosa.

Trump usa en algunos de sus m¨ªtines la canci¨®n Justice for All (Justicia para todos), que mezcla un coro de encarcelados por participar en el asalto al Capitolio que cantan el himno nacional (Star-Spangled Banner, La bandera de estrellas) con el propio Trump recitando el juramento a la bandera y se cierra con los presos coreando ¡°U-S-A¡±. El expresidente ha dicho que indultar¨¢ a los asaltantes si vuelve a la Casa Blanca.

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